20 abril, 2024

Opinión

¡De garañón a violador!

Es preciso resaltar que a través de mis comentarios no estaré dispuesto a presumir ni comentar nada que identifique políticamente con su línea socialista al ex sacerdote Fernando Lugo, hoy presidente de Paraguay. Pues voy a remitirme únicamente a analizar en este caso la conducta personal del individuo como tal, en su forma y su fondo.

Una vez más, siento dolor y vergüenza ajena por la que seguramente estarán experimentando nuestros compatriotas de la parroquia donde este falso sacerdote de la época, engañosamente deslumbró por varios años a muchos de sus feligreses haciéndoles posteriormente creer que el también sembró a su paso por el Ecuador la semilla del árbol de la verdad y la vida.

Sanción a los peatones

Por fin se inicia el control del paso de peatones por zonas habilitadas para que estos transiten. Estoy de acuerdo con la multa. Me parece justo el control, pero… si ya se que van a decir que no estoy conforme con nada. Es cierto, y eso tiene su origen en que se hacen las cosas mal.

Sin un verdadero estudio. Se usan como cortina para otras cosas, lamentablemente en nuestro país casi siempre se hacen las cosas con una doble intención.

Era hora de poner el orden en los peatones. Pero ¿se ha terminado de poner orden con los buses, con los taxis amarillos? NO.

¿Qué revolución?

Algunos ciudadanos nos estamos haciendo esta pregunta frente a los acontecimientos que se han dado en este Gobierno desde su instalación. Lo interesante es que el Presidente amenaza con radicalizarla en vista de la oposición creciente que está generando y por la crítica que se hace a los actos perpetrados por los personajes oficiales y no oficiales del círculo presidencial.

Pero, hasta ahora, ¿qué es lo que se ha obtenido filosóficamente como resultado de la Revolución? En principio, ni el mismo Presidente sabe de qué revolución es que está hablando, pues el ideólogo de ella, el famoso Dieterich, aún no termina de definir lo que es su Socialismo del Siglo XXI.

Las Relaciones publicas ante las nuevas realidades (9)

Evolución del relacionismo

En el posicionamiento de las instituciones del siglo XX, las Relaciones Publicas tradicionales participaron en la configuración de un proceso decisorio y en la misma organización pero el resultado no fue satisfactorio. Se observo el fracaso del Estado para solucionar la crisis social.

En el sector empresarial, las nuevas realidades sorprendieron a las empresas. La distorsión fue evidente; una burocracia lenta e ineficiente, incapaz de consolidar el sistema de información y relaciones; y las empresas privadas, después de del fracaso en la aplicación de la calidad total y la reingeniería, se replantearon una verdadera trasformación basada en estrategias de relaciones comunicación y vínculos corporativos.

¡Confusiones éticas!

Hace varias semanas me reunía con un padre de familia preocupado, más bien “reclamante” pues su hijo no había podido acceder a ser Abanderado del Pabellón Nacional en el colegio que regento pues no cumplía con uno de los requisitos estipulados en el Reglamento de Educación y que dice textualmente que… “el estudiante debe haber cursado en la misma institución por lo menos los cinco últimos años de estudio previo a la designación”.

El caballero me decía que había consultado con su abogado y que éste interpretaba el artículo con otro sentido y por tanto se sentía perjudicado.

De Bolivar, y de la libertad de prensa

Emilio Palacios, quizás el penúltimo de los mohicanos en esta batalla por la embestida de Rafael Correa contra los vestigios de la libertad de prensa que queda en Ecuador, nos hace un llamado, vía electrónica, para meditar sobre si vale la pena seguir debatiendo sobre el tema Guayaquil, Bolívar y su historia.

Tiene razón en parte, pero realmente es cuestión de nuestras libertades escudriñar sobre la real importancia que tiene Bolívar para muchos de los guayaquileños que intentamos poner en orden nuestros íconos de identidad, impuestos desde Quito y sus elites políticas o culturales, y ahora desde Caracas desde donde se intenta usurpar la grandeza de Bolívar en beneficio personal de Chávez.

El día del Padre

Los diez mandamientos, conjunto de normas de cultura que reglan el pensamiento occidental, disponen: “Honrarás a tu padre y a tu madre” resaltando el deber de todo hijo de amar y respetar a sus progenitores. En este domingo en que se celebra el Día del Padre, bien vale unas palabras en honor de quien fue uno de los pilares mayores para la construcción de la vida familiar de todos sus hijos. En efecto este recuerdo persiste mientras vive el hijo y en muchas ocasiones hasta que vive el nieto que lo alcanzó en el otoño, pero rebosante corazón de amor para el hijo. Por eso alguien afirma con mucha razón que los padres o Abuelos solo mueren cuando no hay ningún descendiente que los evoque.

El Padre

1.      Hoy celebramos el Día del
Padre.
El comercio lo fomenta por sus intereses propios, que
no son necesariamente malos. Lo malo no está en que los comerciantes nos vendan
 regalos para nuestros papás, sino en
la posibilidad de que nosotros reduzcamos el Día del padre a la simple
compra-entrega del regalo (que, por cierto, lo paga el mismo que lo recibe). Si
aprovechamos este día para enaltecer al padre y su papel en nuestras vidas, en la
familia y en la sociedad, y tomar conciencia de lo que supone ser padre, no
sólo no tendríamos que criticar el creciente fomento de este Día, sino, como
cristianos que somos, hijos del Padre de todos los padres, deberíamos ser los más
incondicionales partidarios de esta Celebración. Así pues, aprovechemos la
Fecha para ahondar en la imprescindible imagen del padre, y para sacar algunas
conclusiones para nuestra vida: los padres,
para ser lo que deben ser, y los hijos
para tratarlos como debe tratarlos.  

¡Que asco!

Cierta ocasión, siendo muy pequeño, escuché a mi abuelita materna comentarle a mi madre sobre una desgarradora y fatal experiencia por la que una conocida chica Guayaquileña que habitaba en uno de los románticos y notables sectores del añejo Guayaquil, aquella preciosa chiquilla había sido víctima de violación el día anterior por un grupúsculo delincuencial conformado por 3 individuos, provenientes también de respetables hogares de nuestra ciudad.

Aquella ilustre mujer, mi abuela, se expresaba indignada al respecto y casi como que deseaba que los autores de tan abominable crimen, y por la forma de haberlo ejecutado, deberían mejor ser enviados a otra vida, sin que nuestra justicia se detenga un solo segundo a considerar la más remota posibilidad de juzgarlos con penas de prisión o reclusión. ¡Esos miserables no merecen vivir…le desgraciaron la vida a esa pobre chiquilla!…repetía una y otra vez.

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