Yasuní y el Puerto
No dejemos que la situación del Yasuní nos distraiga del problema que
enfrentamos los que vivimos en esta urbe: la destrucción de nuestra vocación
portuaria. Creo que con la actual tecnología es posible satisfacer las
necesidades humanas por mejores condiciones de vida con los recursos
naturales, y al mismo tiempo preservar la naturaleza.
Pero detesto el doble discurso, el estar convencidos de que los ecuatorianos
somos ilusos y fáciles de engañar. Detesto las reacciones de criatura con
rabieta en un jefe de Estado que contesta al pedido de una consulta con que
también va a consultar la eliminación de los periódicos impresos “para
evitar la tala de árboles”. Bien le responde un caricaturista: ”… que no
haya libros, papel higiénico, textos escolares, papelería de sus 32
ministerios, afiches de sus campañas”. Son millones de papeles inútiles
(como el estudio de Ineco) los que produce la dorada burocracia que ha
engordado y seguirá engordando sin pensar en el peso para las generaciones
futuras.