28 marzo, 2024

Son sueños de Perros

No es la primera vez que esta figura literaria, de cierta ironía pero con mucho de verdad, es utilizada en la confusión del aquelarre de la politiquería nacional. Pero con el fiscal Pesantez es como dar pie con bola. El, con esa retórica tan rebuscada e incluso con ese pronunciamiento tan pero tan amanerado, tratando de darle fluidez al discurso cuando en realidad consigue sólo triturar las palabras, confronta a la Asamblea, calificando su pedido de renuncia, como “sueños de perros”. O sea, nada de lo que digan los asambleístas, incluidos los de Alianza País, sus compañeros del viaje gubernamental, le va ni le viene. Pero, en cambio, endilga a los de Madera de Guerrero, su vinculación con los intereses bancarios de los hermanos Isaías y guarda silencio respecto a la bancada oficialista.

El doble discurso. La verdad y la mentira a medias. Ahora sí está de cuerpo entero los valores de honestidad en que se apoya su proyección de justicia. Sobre el problema del desastre financiero de Filanbanco, tal parece, no sabe nada, aunque fue asesor de la ex fiscal general Mariana Yépez. ¿Y cuánto sabe, en verdad, el país sobre la tan cacareada extradición de los banqueros, que tiene mucha semejanza con el afamado cuento del Gallo pelón? Este fiscal Pesantez ha resultado una inocentada fuera de tiempo y lugar.

No al consejo de comunicación e información

Aunque la ley de Comunicación que hoy se tramita, con tanta bullaranga en la Asamblea, aparentemente, cumple con el requisito universal, de que la libertad de comunicación es un derecho inalienable, nada tiene que hacer esto con la forma jurídico social de estar estructurada. Es, simplemente, algo sin pies ni cabeza.

¿Contenidos? En plena contradicción. Es que existe una altisonante confusión por la mezcla inaudita de la concepción socio ideológica de la comunicación, los medios de la comunicación colectiva, las empresas dedicadas a proveer información, los profesionales de la información periodística, los mensajes publicitarios. Sólo falta, para completar la aberración total, que sean definidos los estilos en que debe transformarse cada suceso en información noticiosa, las técnicas de presentación, la terminología idiomática indispensable, el tipo de diseño gráfico a utilizarse y, si conlleva proyección a través de un medio periodístico, a qué público ofertarlo y sólo a ese. Pero, OJO… Esta altisonante confusión está elaborada a conciencia.

¿Corrupción en la Dirección Provincial de Salud del Guayas?

¿Puede aplicarse una ley contra una entidad o un ciudadano sin un advertencia judicial de por medio, y, más aún, cuando con dicha aplicación se formulan no sólo cargos, sino que se inculpa y seguido se sanciona? Para unos esto puede conllevar a errores. Otros verán en semejante procedimiento simple mala fe.

¿Cómo descartar, sin embargo, que no es una típica corrupción, a la que ya estamos enseñados, y comprobamos constantemente en la administración pública de todos los días? El caso es que, sorpresivamente, el 30 de junio de este año, llega un grupo de ciudadanos a la Clínica “Ortíz Solidaria”, localizada en Pedro Pablo Gómez, frente a la Maternidad Sotomayor, aquí en Guayaquil, y de buenas a primeras, luego de encontrar, de acuerdo a su percepción, “pruebas” de irregularidades, la orden de clausura es ordenada. ¿Por qué? Es que como en las películas policiales, de terror y suspenso, este grupo de ciudadanos estaba integrado por funcionarios de la Dirección Provincial de Salud del Guayas que, y dentro de una ronda de supervisión “suigéneris”, de esas “ahora sí te pillamos…”, pretendió tomar desprevenido al propietario de la Clínica.

Al pueblo Ecuatoriano: Contra la ley mordaza

La historia nos recuerda y nos lo manifiesta el diario vivir, que la base esencial de una democracia solidaria, participativa, justa y creativa es la libertad en todas sus expresiones, y desde todas las perspectivas sociales y hacia todas las alternativas posibles de un desarrollo coherente con nuestra realidad.

El gobierno actual, pretendiendo justificar sus desaciertos en la administración del estado y, en consecuencia, buscando protegerse de la fiscalización de sus resultados negativos para la sociedad ecuatoriana, promociona cada vez con más ímpetu: a) la concentración de poderes y de decisiones en el ejecutivo, b) el juego cómplice de la asamblea manipulada en su mayoría por miembros dóciles y genuflexos del oficialismo, c) el manejo irresponsable por uso ilegítimo de espacios televisivos y radiales, mediante cadenas oficialistas de mal gusto y con exclusividad para desprestigiar a los noticieros independientes, d) las cadenas sabatinas mediáticas en donde directamente el ciudadano presidente se abroga para sí funciones que no están explicitadas en la constitución, tales insultar, mentir, denigrar, vituperar, difamar a cualquier ciudadano ecuatoriano, que no está de acuerdo con sus ideas, degradando, además, la imagen de mandatario que, por sindéresis con su elección popular, debería responder con el nivel más alto de responsabilidad, serenidad, seriedad, compostura, madurez.

La ideología del idiotismo o el idiotismo ideológico

El segundo mandatario ha creído conveniente que los ecuatorianos deben seguir la pauta de la recomendación de la tradicional revista gringa Selecciones del Reader´Digest, para disfrutar de la mejor salud del mundo… “La risa remedio infalible”. Sonríe Ecuador, sonríe es su objetivo. Lema y proyecto. O puede ser que algún sistema sicológico competitivo del mercado sea su referente. Pero, ¿qué dice la realidad nacional? Síganme los buenos…

La caída de un presidente

Si entendemos por democracia una organización social en donde hay amplias y generosas posibilidades de vivir un destino creativo, desde un referente colectivo para la formación individual de cada integrante, en un contexto de justicia y libertad, es necesario aclarar que tal situación no existe en ninguna parte del planeta tierra.

Ni en los llamados países del primer mundo. Peor en los calificados despreciativamente como tercermundistas. ¿Qué aceptamos y defendemos tanto, entonces, cuando reclamamos por un modo de vida democrático? Antes que nada, la actividad eleccionaria, mediante el voto aupado desde las masas pero atraído por el personalismo de los candidatos, con o sin línea doctrinaria partidista, sólo ha generado una chata participación ciudadana. Situación, por cierto, estructurada en el clientelismo político enredado en mafiosas, delictivas e inmorales gestiones económicas.

Para conocer mejor el fascismo

El fascismo tiene muchas formas de expresarse. Todas, sin embargo, conllevan un solo objetivo, el poder por el poder. Es el sumun, expresado, mafiosamente, de la bestialización del estercolero político. En la práctica, incluso, responde a cualquier tipo de crimen, con tal de obtener, con éxito, sus pretensiones.

De acuerdo a las circunstancias, a las situaciones y a las condiciones de la sociedad en que aparece. Unas veces hace presencia con un rostro de izquierda y de derecha, en otras ocasiones. El lenguaje en ambos casos es desmesuradamente llano. Casi vulgar. Accesible, con intención, para los estratos sociales populares. Si es verdad que siempre busca la posibilidad de un golpe de Estado, el fascismo juega en el amplio espectro de la democracia eleccionaria.

Las fuentes vivas del Socialismo del Siglo XXI

Aparentemente original. Con un fastuoso marketing de luces pirotécnicas de respaldo. Para intimidar. También para atraer aplausos. Palabras altisonantes de falsa violencia para estimular el trauma ideológico de la galería. Un show, en definitiva, de máscaras y enmascaramiento. Toda una chatarrería de los desperdicios logrados en los basureros de la partidocracia con tanta ira denunciada. O sea, del albañal de ayer al actual albañal… Todo, sin embargo, enmarcado en el signo de la depredación. El poder depredador político de hoy, del oportunista socialismo del siglo XXI, viene de la depredación ideológica de los poderes de un pasado también oportunista.

Las irresponsabilidades de un irresponsable

A cerca de 3 años de estar en el poder, y luego de haber ganado el segundo mandato con viejos trucos eleccionarios, Rafael Correa ha convertido al país en una isla de problemas, confusión y caos de todo tipo. O sea, los cambios necesarios por los que pidió ser elegido, para realizarlos, no han ocurrido.

“Abajo la partidocracia!” fue el slogan clave de su propaganda de candidato. Pero este “abajo” significaba “no más dueños del Ecuador…, una administración gubernamental sin corrupción…, respeto a los derechos ciudadanos…, transparencia absoluta de las gestiones del Estado…, plenitud de libertades democráticas…, generación de empleos y no más migraciones por ausencia de trabajo…, manejo serio y racional de la economía y finanzas públicas…, regulación equitativa de la producción empresarial privada y de los recursos naturales del Estado, en concordancia con el desarrollo nacional…, cumplimiento por justicia con la disminución de la miseria social en cobertura especial, aunque sea, de la alimentación, educación, salud e higiene de calidad…, respeto sin ningún pretexto a la interculturalidad y pluralidad de los pueblos que integran la nacionalidad ecuatoriana…

Socialismos para todos los gustos

Aparentemente, las ideas reivindicatorias socialistas, entran en el juego del mercado de la política, con la advertencia casi apocalíptica de Marx y Engels en su Manifiesto del partido comunista, puesto en manos de la opinión pública en 1848. Para el común de las gentes, al menos, hablar de comunismo o socialismo o anarquismo o terrorismo es lo mismo que hablar de marxismo.

Algo, por cierto, improcedente. Pero que es parte del juego del marketing, aun hoy día, en la lucha ideológica por la toma del poder, al poner a la luz de los enfrentamientos, la desnaturalización de las concepciones partidistas del contrario…

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