Son sueños de Perros
No es la primera vez que esta figura literaria, de cierta ironía pero con mucho de verdad, es utilizada en la confusión del aquelarre de la politiquería nacional. Pero con el fiscal Pesantez es como dar pie con bola. El, con esa retórica tan rebuscada e incluso con ese pronunciamiento tan pero tan amanerado, tratando de darle fluidez al discurso cuando en realidad consigue sólo triturar las palabras, confronta a la Asamblea, calificando su pedido de renuncia, como “sueños de perros”. O sea, nada de lo que digan los asambleístas, incluidos los de Alianza País, sus compañeros del viaje gubernamental, le va ni le viene. Pero, en cambio, endilga a los de Madera de Guerrero, su vinculación con los intereses bancarios de los hermanos Isaías y guarda silencio respecto a la bancada oficialista.
El doble discurso. La verdad y la mentira a medias. Ahora sí está de cuerpo entero los valores de honestidad en que se apoya su proyección de justicia. Sobre el problema del desastre financiero de Filanbanco, tal parece, no sabe nada, aunque fue asesor de la ex fiscal general Mariana Yépez. ¿Y cuánto sabe, en verdad, el país sobre la tan cacareada extradición de los banqueros, que tiene mucha semejanza con el afamado cuento del Gallo pelón? Este fiscal Pesantez ha resultado una inocentada fuera de tiempo y lugar.