Como comenté en mi artículo anterior, la depresión se ha vuelto muy común en la actualidad, tanto en los hogares como en escuelas, colegios, etc.
Las causas que la motivan son diversas: la pobreza, el sentirse inferior o superior al resto de personas, o el bullying, que en colegios y escuelas es un problema grave. Este puede ocasionar situaciones muy serias que lleven al compañero o compañera a un estado de riesgo, incluso a consecuencias fatales.
También el bullying puede ocurrir dentro del hogar: un padre puede ejercerlo sobre sus hijos o sobre la madre, y entre hermanos también es frecuente. Se trata de un abuso hacia aquel miembro de la familia que es percibido como más vulnerable o menos capacitado.
Todas estas situaciones pueden llevar a una persona a su límite. La tensión acumulada y la falta de apoyo pueden desencadenar un agotamiento mental severo que, con el tiempo, puede derivar en depresión.
Este estado depresivo puede afectar a cualquier persona: niño, joven o anciano. Nadie está exento, y lamentablemente, muchas personas deben vivir con ello en silencio.
Existen diferentes formas de ayudar a quienes atraviesan por esta situación. Entre ellas están los tratamientos farmacológicos, siempre bajo prescripción médica, así como la ayuda psiquiátrica. No obstante, también hay métodos alternativos que no afectan el cuerpo ni la mente con químicos. Uno de ellos es el tratamiento conocido como Reiki.
¿Qué es el Reiki?
El Reiki es una terapia no farmacológica que se utiliza en pacientes con ansiedad, depresión o ambas. Es una práctica milenaria de origen japonés, considerada un tratamiento vibracional. Consiste en una ligera imposición de manos —sin tocar el cuerpo— para canalizar energía y promover el equilibrio.
Este tratamiento no impide que el paciente siga tomando su medicación. Al contrario, puede ayudar a potenciar el efecto de los medicamentos. Según la situación del paciente, el Reiki puede ser una herramienta complementaria muy útil.
En muchos casos se ha reportado que el Reiki ha sido una ayuda excelente para reducir la ansiedad y mejorar estados depresivos. Pero no solo se aplica en estos casos: también se utiliza como terapia complementaria en diferentes tipos de enfermedades físicas o emocionales.
Eso sí, es fundamental asegurarse de que quien lo aplique sea un maestro o maestra calificado, que inspire confianza y respeto.
Recuerden: el Reiki es solo Imposición de Manos. No hace daño ni deja secuelas, porque su base es sanar con amor.
Muy interesante artículo
Excelente artículo. El bienestar es un conjunto de que nuestro cuerpo, mente y espíritu estén bien. Excelente alternativa