8 julio, 2025

Noboa asume el desafío de salvar al IESS

Pongamos en contexto este tema, que es de mi especialidad, y ya no quiero hablar más del asunto, porque cada vez que difundo mis ideas, el IESS sale con nuevas propuestas, cambiando el rótulo y tratando de engañar al Presidente con narrativas diferentes, utilizando los datos de la Comisión Técnica conformada durante la administración de Guillermo Lasso, liderada por el mensajero del FMI. De paso, es la única propuesta que tiene algo de sostenibilidad financiera, pero que no concuerda con la realidad de la quiebra inducida del IESS.

La reforma que proponen para el IESS, desde la visión de la Comisión Técnica y del presidente del Consejo Directivo del IESS, hay que tomarla con pinzas, porque una cosa es lo que difunden en los medios, otra es la escasa socialización, y otra muy diferente es lo que se apruebe en la nueva Asamblea.

La reforma tiene los siguientes ejes

1. En la narrativa, la propuesta no cambia ni la edad mínima de jubilación (60 años) ni la tasa de aporte (11,06 %), entendiéndose que este aporte se aplica para trabajadores con relación de dependencia y financia los décimos tercero y cuarto sueldos con 12 pensiones al año, que se pretendía eliminar.

2. La propuesta plantea un aumento gradual de los años de contribución requeridos para que el afiliado siga beneficiándose de la pensión vitalicia. En cuanto a la tabla de requisitos para tener derecho a jubilarse, se combina edad y mínimo de aportes. En ese tema aparentemente nada cambia, pero no es verdad. El texto dice que, después de un período de transición de 10 años, se llegará a una nueva tabla de requisitos que respeta la relación inversa entre la edad de jubilación y el mínimo de años de aporte.

Por cada año adicional en la edad de jubilación, se reducen dos años en el mínimo de aportes.

Ejemplo práctico:

Actualmente, con 60 años de edad para jubilarse, se requieren 30 años de aporte; con 65 años, 15; con 70 años, 10.

Con la reforma:

  • Si el afiliado decide jubilarse a los 60 años, deberá haber aportado 35 años.

  • Con 65 años de edad, deberá haber aportado 25 años.

  • Con 70 años, un mínimo de 15 años.

  • Con 40 años de aporte podrá jubilarse sin importar la edad.
    ¿Notas la diferencia?

3. La reforma plantea una transición de 25 años para que se aumente gradualmente el número de mejores años de sueldos considerados para el cálculo de la pensión.
Actualmente, tu pensión se calcula con los 5 mejores años. Te “adornan la píldora” afirmando que actualizarán las pensiones según la inflación para supuestamente mantener el poder adquisitivo.
¿Y si la inflación es cero? El aumento seguirá siendo inexistente.

4. La pensión vitalicia, según la propuesta de reforma, tiene dos componentes:

  • El primero es la pensión básica, equivalente a la mínima actual, que normalmente corresponde a la mitad de un salario básico unificado. Esta pensión se pagará con cargo a la contribución obligatoria del Estado, el 40 %, que actualmente el IESS no recibe completo ni de forma oportuna, por lo que debe recurrir a la desinversión de recursos a cargo del Banco del IESS o a la compra obligada de bonos basura.

  • El segundo componente es la pensión variable, que se calculará con otros factores que se dejarán al reglamento. Es decir, dejan la trampa allí, dando a entender que el nuevo pilar es un plan de ahorro para la vejez con nuestra propia cesantía o fondos de reserva. Ojo con esta viveza criolla.

5. La reforma dice, en forma ambigua, que quienes estén por jubilarse mantendrán las leyes anteriores. Es decir, se aplicará la institución de los derechos adquiridos, porque no tienen pantalones para reformar o eliminar las leyes demagógicas dictadas entre 2007 y 2017, que afiliaron a la familia del asegurado sin financiamiento y sin estudios actuariales.

6. La propuesta de la Comisión nada dice sobre el sistema de salud, los riesgos del trabajo ni el Seguro Social Campesino, cuyo aporte es simbólico e irracional. Estos componentes son generadores de los famosos déficits y de la descomunal deuda del Estado con el IESS, que se pretende licuar.


Quienes quieran profundizar en el tema pueden ver mi análisis «Los derechos adquiridos y la irretroactividad de la ley» en la web Desde mi Trinchera de Guayaquil o en mi página personal: manuelpossosincensuras.com.
No se dejen engañar por las narrativas de la “insostenibilidad” e “inequidad” del sistema: son estrategias camufladas e inducidas para privatizar o estatizar aún más el sistema de pensiones y de salud.

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