17 junio, 2025

Entender la salud mental: una mirada humana a la psiquiatría

Hace pocos días, me presenté con una doctora de otra especialidad para ofrecer mis servicios como psiquiatra. Su respuesta fue amable, pero contenía una frase que me dejó reflexionando: “Espero no recibir a ese tipo de pacientes en mi consulta”.

No era la primera vez que escuchaba algo parecido, pero sigue doliendo. No por mí, porque elegí esta especialidad sabiendo que vendrían resistencias, sino por mis pacientes. Por quienes luchan a diario con su salud mental y se encuentran no solo con barreras personales, familiares o económicas, sino también con prejuicios dentro del mismo sistema de salud.

Por eso escribo este artículo. Para explicar, con palabras sencillas, qué es la psiquiatría, qué hacemos los psiquiatras, quién puede necesitar nuestra ayuda y, sobre todo, para contribuir a derribar los prejuicios que áun rodean a la salud mental. Hablar de estos temas no debería incomodar. Debería ser tan natural como hablar de diabetes, asma o hipertensión.

¿Qué es la psiquiatría?

La psiquiatría es una especialidad médica dedicada a prevenir, diagnosticar y tratar los trastornos mentales, emocionales y del comportamiento. Los psiquiatras somos médicos que, tras completar la carrera de medicina, realizamos una formación especializada en salud mental que incluye no solo aspectos biológicos, sino también psicológicos y sociales.

Contrario a la creencia común, nuestra labor no se limita a recetar medicamentos. Estamos también formados en psicología clínica y en distintas modalidades de psicoterapia, lo que nos permite abordar integralmente a cada persona. Escuchamos, comprendemos, intervenimos desde el vínculo terapéutico y, cuando es necesario, trabajamos en conjunto con otros profesionales. La psicoterapia, la educación emocional, las intervenciones familiares y comunitarias, y sí, también la medicación cuando se requiere, forman parte de las herramientas que utilizamos para acompañar el camino hacia el bienestar.

¿Y qué es la psiquiatría infantil y adolescente?

La psiquiatría infantojuvenil es una subespecialidad médica que se enfoca en la salud mental de niños, niñas y adolescentes. A esta etapa de la vida la atraviesan cambios intensos, y cuando aparecen señales de alerta, dificultades para dormir, ansiedad, tristeza profunda, conductas desafiantes, autolesiones, entre otros, es clave actuar a tiempo.

Los psiquiatras infantiles no tratamos “niños locos”. Tratamos niños con miedo, con tristeza, con dificultad para adaptarse a cambios o que han atravesado situaciones difíciles. Y los tratamos en equipo, con sus familias, sus escuelas y su comunidad. Porque el bienestar infantil se construye en red.

La salud mental: más que no estar enfermo

Salud mental no significa “estar feliz todo el tiempo”. Significa poder manejar el estrés, tener relaciones sanas, aprender, trabajar, disfrutar de la vida. Es sentir que uno puede con lo que le toca, aunque duela.

Y sí, todos, niños, adolescentes, adultos y personas mayores, tenemos salud mental. A veces está fuerte. Otras, más frágil. Y en algunos momentos de la vida, podemos necesitar ayuda para recuperarla.

¿Qué son los trastornos mentales?

Los trastornos mentales son alteraciones clínicas del pensamiento, las emociones o la conducta que generan malestar y afectan la vida cotidiana. No son una “moda” ni una “excusa”. Son enfermedades reales. Y son frecuentes.

Se estima que una de cada ocho personas en el mundo padece un trastorno mental, y que uno de cada siete adolescentes entre 10 y 19 años también se ve afectado. Durante la pandemia de COVID-19, por ejemplo, los casos de depresión y ansiedad aumentaron más de un 25% a nivel mundial.

Entre los trastornos más frecuentes están:

  • Trastornos de ansiedad (fobias, ataques de pánico, ansiedad generalizada)
  • Depresión
  • Trastorno bipolar
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Esquizofrenia y otras psicosis
  • Trastornos de conducta alimentaria (anorexia, bulimia)
  • Trastornos por consumo de sustancias
  • Trastornos del neurodesarrollo, como el TDAH o el autismo

Cada uno tiene sus propios síntomas, causas y tratamientos. Pero todos pueden abordarse con una combinación de herramientas clínicas, apoyo emocional y, sobre todo, sin prejuicios.

¿Quién puede padecer un trastorno mental?

La respuesta es simple: cualquiera.

Los trastornos mentales no distinguen edad, género, nivel socioeconómico ni país. Pueden surgir en personas con una infancia difícil o en aquellas que han tenido entornos aparentemente estables. Pueden desencadenarse por traumas, estrés crónico, enfermedades físicas, genética o incluso sin una causa clara.

Algunos factores de riesgo incluyen:

  • Historia familiar de enfermedades mentales
  • Abuso o negligencia en la infancia
  • Pobreza y exclusión social
  • Violencia
  • Enfermedades médicas graves
  • Consumo de alcohol o drogas

Pero también hay factores de protección: una red de apoyo, educación emocional, vínculos afectivos seguros y acceso a servicios de salud.

Trastornos frecuentes en cada etapa de la vida

En la infancia, predominan:

  • Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)
  • Trastorno del espectro autista
  • Ansiedad por separación
  • Problemas de aprendizaje
  • Trastornos del lenguaje
  • Conductas regresivas (como volver a orinarse en la cama en momentos de estrés)

En la adolescencia, vemos:

  • Depresión, ansiedad, crisis de identidad
  • Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia)
  • Trastornos del comportamiento (oposicionismo, conducta disocial)
  • Consumo de sustancias y conductas de riesgo
  • Suicidio: en Ecuador, es la principal causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años

En la adultez, se presentan:

  • Trastornos del estado de ánimo (depresión mayor, bipolaridad)
  • Trastornos de ansiedad generalizada, ataques de pánico
  • Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos
  • Trastornos de la personalidad
  • Trastornos relacionados con adicciones

¿Cuándo consultar a un psiquiatra?

Hay señales que pueden indicar que es momento de buscar ayuda:

  • Cambios en el sueño, el apetito o el estado de ánimo
  • Retraimiento social
  • Dificultad para concentrarse o cumplir con las responsabilidades diarias
  • Llanto frecuente, desesperanza, irritabilidad
  • Pensamientos sobre la muerte o autolesiones
  • Retrocesos en el desarrollo en niños
  • Consumo problemático de sustancias

Acudir al psiquiatra no significa que uno “esté loco”. Significa que uno quiere sentirse mejor. Como médicos, los psiquiatras estamos formados para evaluar, diagnosticar y proponer un plan de tratamiento adaptado a cada situación.

 

Rompamos el estigma: una responsabilidad compartida desde la medicina

Quienes ejercemos la medicina tenemos el privilegio y la responsabilidad de acompañar a nuestros pacientes en todo el espectro de su salud. Esto incluye tanto el cuerpo como la mente. Por ello, es fundamental que como profesionales sanitarios podamos reconocer cuándo alguien necesita apoyo en su salud mental, y facilitar, nunca obstaculizar, su acceso a la atención especializada que requiere.

Brindar una atención integral implica también cuestionar nuestros propios prejuicios, mantenernos actualizados y comprometidos con una visión de salud que sea realmente humana, ética y respetuosa. La salud mental no puede seguir siendo un tema relegado o incómodo en la práctica clínica.

Romper el estigma no es tarea exclusiva de psiquiatras o psicólogos. Es una labor colectiva que empieza con una mirada empática, con escuchar sin juzgar y con entender que nadie elige atravesar una enfermedad mental. Todos, desde nuestro rol, podemos contribuir a que quienes sufren no se sientan solos ni rechazados, sino comprendidos y acompañados.



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