Ha fallecido el doctor Alfredo Palacio Gonzalez, ex Presidente de la República y reconocido médico. Colaboré con él cuando ejercía el cargo de presidente y me propuso la subsecretaría de Relaciones Exteriores en Guayaquil, asimismo el doctor Palacio condecoró a mi padre cuando presidió el Comité que designó a la Corte Suprema de Justicia en el 2005.
Posteriormente, muchos años después, me solicitó que hiciera la presentación de su libro titulado: “Biología de un Nuevo Orden Mundial”.
En la presentación mencioné que el doctor Palacio consideraba que la Ciencia de la Vida, es decir, la Biología es el mayor bien que debemos de preservar, pues, si un hombre se encuentra en estado calamitoso, por enfermedades, gases que emanan las chimeneas o las turbinas, y habita en un lugar colucionado, ya tiene sobre sus espaldas la muerte y la miseria.
Por otra parte, lo que mueve al mundo, preserva la vida es la Biología que se ha extendido de manera prodigiosa a tal punto que descifrado el código genético se puede predecir las enfermedades que podría padecer en el futuro un hombre, y así muchísimos otros descubrimientos en esta materia que poco a poco darán claros avances en el camino hacia el porvenir. Los científicos que dominan la física cuántica, las leyes que explican las formaciones estelares y el ancho y maravilloso mundo de la matemáticas han encontrado una partícula, infinitamente microscópica llamada la partícula de Dios. Me pregunto ese descubrimiento ¿quién tendrá que desarrollarlo y estudiarlo?. Indudablemente los sabios que conocen de biología, la Ciencia de la Vida, para apreciarla y cuantificarla.
Establecido esta premisa de enorme importancia, el Doctor Palacio, afirmaba que debemos sobre todo obstáculo mental o económico, establecer o, por lo menos comenzar a luchar por ello.
Por los motivos expuestos, el Doctor Palacio era más que un político, era un médico, un investigador, además, como nuevo Prometeo trató de encender una tea que ilumine a las generaciones posteriores. Puede que no se consiga en estos momentos, pero la idea estaba lanzada y eso es un gran mérito de este Ilustre Ecuatoriano.
Paz en su tumba y la afectuosa condolencia a sus familiares.