Michel Doumet Antón, destacado profesional de la medicina y ex rector de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, falleció en esta ciudad en medio de la consternación, entre quienes lo conocimos y apreciamos.
Tuve el honor de colaborar con él en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, acompañándolo como asesor jurídico y, más tarde, como director de la carrera de Derecho. Fue entonces cuando pude descubrir no sólo al líder académico, sino al ser humano comprometido con el futuro de su país a través de la educación.
Michel soñaba con una universidad moderna, al servicio de todos. Gracias a su visión y esfuerzo, se reorganizó el pénsum académico, se implementó la educación a distancia, se crearon el canal y la radio universitarios, se modernizó el campus y, junto a Luis Fernando Hidalgo, se fundó la Facultad de Ciencias Empresariales. Cada uno de esos logros lleva su sello de entrega y esperanza.
Amigo generoso, correcto ciudadano, puntal de su familia a la que siempre prodigó desinteresado cariño. Michel cumplió a cabalidad los retos que le deparó el destino, venciéndolo con altitud de espíritu y corazón generoso.
En un país donde muchas veces se exalta lo superficial, estas palabras buscan rendir homenaje a un hombre que creyó en el poder transformador de la educación y dedicó su vida a modernizar la Universidad Católica Santiago de Guayaquil.
Paz en su tumba y la afectuosa condolencia a su atribulada familia, en especial a su hermano Juan Doumet Antón.
Gracias estimado Doctor Carlitos Estarella V., con sus palabras, fue como recordar, muchos capítulos de la vida, gran ser humano, muy querido por todos los empleados sin diferencias de cargo, sólo tocar la puerta correcta, un Rectorado de puertas abiertas y encontrar al amigo, jefe y líder, siempre con su fraterno saludo, consejo oportuno.
Acertadas palabras evocando la límpida y proficua trayectoria de un gran ser humano. Sin lugar a dudas su gran legado perdura en el tiempo. Reitero mi abrazo solidario a toda la familia y amigos de tan insigne caballero.
Michel fue, sin duda, un alma luminosa que en su vertiginoso caminar por la ciencia, la educación, la medicina y el servicio social, nunca perdió la sencillez que lo hizo cercano a todos. Su vida fue un testimonio vivo de fe profunda, la raíz que sustentó cada uno de sus actos y que ahora lo conduce a la paz eterna prometida por nuestro Señor.
Doctor Michel ha cumplido su misión con amor cristiano, dejando una huella imborrable en quienes tuvimos el privilegio de conocerlo y amarlo. Su risa, su sabiduría y su entrega permanecerán como un faro que nos guía en la oscuridad del duelo, recordándonos que la muerte no es el final, sino un paso hacia la vida eterna donde nos reencontraremos.
Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, llene los corazones y el de todos los que amaron a Michel. Su espíritu sencillo y grandioso, su fe inquebrantable y su amor inmenso nos acompañan siempre, y confiamos en que ahora descansa en la gloria del Padre, rodeado de ángeles y bendiciones.
Charbel
Gracias carlitos por esas hermosas palabras hacia mi tio micho como cariñosamente se le decia
Ojala que su legado perture para toda la vida
Paz en su tumba
Estimado Carlos, gracias por destacar la fructífera labor del Dr Michel Doumet. Su paso por la UCSG marcó un cambio en la académia. Hombre visionario que creyó en una educación de calidad, desde el nivel inicial, hasta el universitario, fue quien compró UE para formar excelentes profesionales. Un notable profesional y un ser humano lleno de ideales, de luz y de ingenio. Dios le dé a su familia el consuelo y la fortaleza para continuar el legado de este excepcional ser humano.