14 mayo, 2025

Mi amigo Raúl

A Raúl Ramírez Orellana, yo diría, lo conozco desde siempre. En realidad, fue a través del deporte que iniciamos nuestra amistad, ambos éramos judocas. Años después, nuestros lazos de afinidad se fortalecieron al tener a Raúl como columnista del diario digital Desde mi trinchera.

Hemos compartido ideales defendiendo la vida y dándole a las cosas el nombre propio que merece, así al aborto lo hemos llamado asesinato o crimen, sin tapujos ni eufemismo. Raúl siempre habló claro, sin temores y enfrentó las más diversas incomodidades defendiendo sus creencias. Fue sincero, directo, muy valiente y se arriesgó siempre sin importar las consecuencias.

Políticamente perteneció al partido Social Cristiano y lo representó en el Congreso Nacional.  Ahí también su personalidad y temperamento se manifestaron con claridad y valor.

Sus hijas Camila y María de los Ángeles, contagiadas por su padre, han mantenido la misma línea de defensa de los más débiles. María de los Ángeles publicó un libro de muchas agallas titulado “La industria del aborto y su macabro trasfondo”, en el que expone las ideas de su padre, acentuadas con el pensamiento propio de ella.

Raúl debe descansar en paz porque su legado ha caído en tierra fértil (parábola del sembrador), y su recuerdo grato, alegre, e incondicional permanece entre nosotros.

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