19 mayo, 2025

Asesinato de Villavicencio sin autores intelectuales

Pongamos en contexto el tema, partiendo de las últimas declaraciones a los medios de comunicación de la propia familia de Fernando Villavicencio, que presentan un mar de contradicciones.

1. Empecemos por las denuncias de la señora Verónica Zarauz, que son noticias perturbadoras:

Verónica Zarauz, viuda del excandidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado el 9 de agosto de 2023, publicó este martes 8 de abril de 2025 un video en sus redes sociales, donde acusa a la fiscal general del Estado, Diana Salazar, de encubrir a los responsables del magnicidio. En su denuncia, Zarauz afirmó que Salazar la manipuló y presionó para que señalara públicamente al expresidente Rafael Correa como autor intelectual del crimen, utilizando un supuesto testimonio falso de un testigo protegido.

En el video, Zarauz relata que Diana Salazar la contactó una semana antes de la segunda vuelta electoral de 2023 (15 de octubre), instándola a culpar a Correa con base en la declaración de un testigo protegido identificado como J.P.A.M. Según Zarauz, la fiscal le aseguró que este testimonio era clave, pero al revisarlo completo meses después, descubrió que “era una mentira” y un “falso positivo” diseñado para fabricar culpables y proteger a los verdaderos responsables.

Zarauz también señaló una “complicidad perversa” entre Salazar y el presidente Daniel Noboa, afirmando que ambos han sellado un “pacto de silencio” para dejar el crimen en la impunidad. Según su denuncia, detrás del magnicidio no solo hay motivos políticos, sino también nexos con el narcotráfico, altos mandos de la Policía Nacional y poderes financieros que lavan dinero en Ecuador. “No se ha querido llegar a la verdad porque hay intereses muy grandes de por medio”, añadió, advirtiendo que teme por su vida tras hacer públicas estas acusaciones.

2. Comunicado de las hijas de Fernando: Amanda y Tania Villavicencio Sandoval

Ante los recientes pronunciamientos de diversos actores políticos, manifestamos lo siguiente (textual):

  1. Repudiamos que el cobarde asesinato de nuestro padre, un demócrata que dedicó su vida a combatir las mafias narcopolíticas, sea utilizado para obtener réditos políticos, en especial en las horas finales de la campaña electoral.

  2. Condenamos cualquier intento de manipulación de las indagaciones, sin importar su origen. Exigimos a las autoridades avances concretos y verificables que permitan identificar y sancionar a los autores intelectuales de este magnicidio. Las acusaciones difundidas en redes sociales deben basarse en pruebas, no en especulaciones.

  3. Resulta siniestro que el correísmo, una organización con evidentes vínculos con el crimen organizado, que persiguió a nuestro padre por haber investigado sus delitos y crímenes, intente hoy lavar su nombre y pretenda impunidad, apalancándose en declaraciones aparentemente calculadas para beneficiar a esta tienda política, apoyadas por cajas de resonancia del crimen organizado.

Exigimos verdad y responsabilidad. La politización de este crimen, en plena contienda electoral, no solo oscurece el camino hacia la justicia, sino que agrava nuestro dolor como familia.

3. Por otro lado, se deben tomar en cuenta las declaraciones de la hermana de Villavicencio

Ella hace referencia a que Verónica Zarauz chantajeaba constantemente a su hermano, con dinero de por medio, para que Fernando Villavicencio firmara su divorcio.

4. Coincidencias llamativas

Curiosamente, en la misma fecha en que la fiscal general del Estado difundió su video (8 de abril de 2025), en el cual daba a conocer la prórroga de sus funciones, el «periodismo de investigación» —entre comillas— difundió la noticia, no confirmada oficialmente, de su salida del país, supuestamente relacionada con las declaraciones de Verónica Zarauz.

Opinión personal del caso Villavicencio

En mi opinión, sin haber conocido a fondo a Fernando más que en un par de ocasiones en las que fui citado a su despacho en la Asamblea, para intentar formar un equipo de auditores e iniciar un proyecto de fiscalización a los organismos seccionales de Pichincha, Guayas e Imbabura, me bastó para darme cuenta de su valentía y frontalidad en la lucha contra la corrupción.

Pero ocurrió lo impensable: la famosa «muerte cruzada» en el gobierno de Lasso y su posterior asesinato. El proyecto quedó en fojas cero.

Sin embargo, queda su legado en todo el Ecuador, que fue testigo de la lucha constante de Fernando y de las amenazas que sufrió por investigar la corrupción del gobierno de Correa. Creo que las fuertes acusaciones de su expareja están sesgadas por sus propios intereses, bajo la mano del correísmo, y deben ser rechazadas.

Exijo a la Fiscalía una investigación diligente y frontal, porque es evidente que existe una verdad oculta sobre el vil asesinato de Fernando y sus autores intelectuales, una verdad que enerva la sangre y clama por resultados, no por evasivas, y mucho menos por encubrimientos que están siendo utilizados políticamente.

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