27 marzo, 2025

Carlos Pólit, inconcluso capítulo final

El expediente delictivo de Pólit data de su ingreso a EU vía Canadá. Su deportación no fue limitante a su desvarío por el sueño americano al punto de bautizar con anglosajones nombres a Charles, Michael y John.

No se graduó de bachiller (Vicente Rocafuerte), pero logró matricularse y luego titularse en Derecho en la U. Laica. En 1979 fue nombrado vistaforador; para 1981 ya era propietario en Los Esteros y Las Dunas; hacia 1985 adquirió casa en Urdesa, dónde vivió hasta el final; para 1989 era dueño de una casa en el norte de Miami. En paralelo a sus funciones y chanchullos en aduanas, terminando hacia 1994, compró una oficina en Torres de la Merced. Entre 1995 y 1996, otra propiedad sobre la calle Tercera y Av. Las Monjas y un departamento en El Coral engrosaron su patrimonio.

Pólit, durante su vida pública, sirvió para ser servido (coimas) por evasores del erario. El origen de su caudal económico fue siempre vox populi, pero sin reparo alguno fue admitido como socio por los más distinguidos clubes sociales de Guayaquil. Declaró un patrimonio de $374 mil (2014) como contralor, pero le sobraron $16.5+ millones (2024) para cubrir su fianza, pagar abogados y vivir en Brickell. Su huida del país se dio en connivencia con autoridades, pero en EU se estrelló contra el imperio de la ley.

Muchos otros como Pólit desnudan una latente hipocresía social por lo que la situación del país no es accidental. Una sociedad que privilegia a bribones por encima del honor, más temprano que tarde, pierde todo vínculo con la razón.



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