8 septiembre, 2024

El circo

Hace un par de semanas tuve la oportunidad de visitar Cirque du Solei en Canadá junto con mi esposo e hijo durante nuestras vacaciones. Estar ahí me hizo recordar cuánto me gusta ver este tipo de espectáculos desde que soy pequeña.

Es show se llama Kurios y tiene un lema muy interesante “No todo es lo que parece”. Una orquesta completa comienza a tocar música mientras que una especie de payasos modernos hacen ruidos, acrobacias y cosas chistosas.

Un cartel grande marca 11:11 ahí es donde verdaderamente comienza el espectáculo que nos dejó a todos fascinados. Veo a los acróbatas que hacen piruetas, saltos, volteretas y los comparo con la vida misma. ¿Cuántas veces nos toca esquivar situaciones y por poquito no zafamos? También cuando veo a los equilibristas con toda la disciplina y precisión del mundo pararse sobre una mano y sostener objetos al mismo tiempo y me pregunto, ¿cuántas veces en nuestras vidas hemos sostenido trabajos, familias, amistades? Sin duda, el circo es un reflejo de la humanidad.

Una mujer de baja estatura dirige el show, 3 contorsionistas parecen invertebradas y un hombre con pies de acordeón nos brindan una mirada diferente de la realidad. Llega el final y el reloj ahora marca las 11:12, todo había sido un sueño, o era una manera de explicarnos la relatividad del tiempo.

La vida de circo nos deja mensajes de inclusión, aceptación y de la importancia de ser curiosos, de no quedarnos con una sola respuesta. Las cosas imposibles dejan de serlo cuando nos damos cuenta que no todo es lo que parece.

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No temas a la muerte, es inevitable. A lo inevitable no hay que temerle, solo hay que tomar conciencia, saber de qué se trata y prepararse.

Lo inevitable es como respirar.

Pero, piensas en tus hijos, si son pequeños piensas más, en tu empresa, en tu familia, en los sueños que aún no has hecho realidad.

No te aferres a nada. Es bueno sentir y tener dentro de ese sentir, el sentido de la responsabilidad y la ilusión, y el objetivo de la vida… Pero, ¿dedicar tu vida a construir aquello que un día se va a derrumbar?, no tiene sentido. La vida hay que vivirla, ¿y cómo?, aprovechando lo que tienes a la mano, y visualizando, sin angustia, lo que quisieras tener y aún no llega a ti o tu a eso.

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