19 abril, 2024

Hay gente que ya tiene el corazón gordo. Otros lo vamos engordando de a poco

El tema es darnos cuenta de que todavía nos falta engordar, a los que no lo tenemos gordo, digo. Y el otro tema, es estar, pasar tiempo con esas personas que ya lo tienen engordado. 

Hoy me di cuenta de eso. Mientras estaba en mi pieza, llorando, muy triste y sin ganas de nada, de repente escuché que estaban varias de mis hijas charlando en la cocina. Y me dieron ganas de  bajar y escucharlas. Mientras estaba con ellas, simplemente las miraba, las oía hablar y se me engordaba el corazón y se me aliviaba el alma también. Quizá por su sencillez, por su amor entre ellas, por su preocupación que tienen hacia otros, por su ser honesto y amplio para con muchos. Tal vez porque todavía su corazón sigue grande, no se han llegado a transformar en adultas con el corazón achicado. Porque a veces cuando crecemos nos pasa eso, se nos achica el corazón. Todo lo contrario a lo que debería pasar. 

Reconozco que en mi caso al menos fue sucediendo eso. Y hoy quiero hacerlo crecer, engordarlo con todo. ¿Cómo? Estando con este tipo de gente. Con niños que no necesitan quedar bien con nadie, con adolescentes que todavía se animan a decir lo que piensan, con algunos que están marginados, quizá muy solos y sin nada más que perder. Con los que se preocupan más por mirar lo de adentro que por estar pendientes de un cuerpo perfecto. Con los que se animan a “rebajarse” poniéndose a disposición del resto, haciendo la tarea que sea. 

Con los que, en vez de querer subir, deciden bajar por amor a otros. 

Como el otro día que salimos con mi esposo y con una de mis hijas, y en medio del evento, ella me preguntó: ¿Esta es gente importante? Me quedé pensando por un instante y luego le contesté: Sí, súper importante. Son todas personas que sirven al más necesitado. Era un lugar donde se juntaban muchos que se involucran en la realidad social, que trabajan “extra muros” y se animaron a meterse de lleno con lo que pocos miran o se atreven a acercarse. 

Porque la gente importante, para mí, es esa que tiene el corazón grande. No es la que tiene dinero, o la que se viste de última moda, o la que habla y habla de ella misma, o incluso que predica desde un púlpito.

Hay gente que ya tiene el corazón gordo. Otros, lo vamos engordando de a poco. 

Analía Duo


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3 comentarios

  1. Analía,
    La felicito por su escrito. Muy bonito y del corazón ♥️
    Yo también quiero seguir engordando el mío.
    Un abrazo

  2. Me encanta descubrirte en cada escrito! Abres mi corazón con tus palabras y expresiones cotidianas q a todos nos pasan. Me gustaría poder expresarlo así, sencillo pero no me sale. Por eso me rodeo( parafraseándote) de gente q tiene el corazón lleno para dar y q al vaciarse, vuelve a llenarse del único recurso q tenemos y conocemos: El amor de Cristo por cada uno. ♥️

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