Entramos a un mes crucial para el juicio político al señor presidente de la República, a quien luego del análisis legal, la Corte Constitucional consideró que bien se podría iniciar dicho juicio por la causal de un presumible delito de peculado por la contratación de transportación y trading de barriles de crudo con la compañía Amazonas Tanker Pool.
Hay que ser muy claros en este tema del juicio, al inicio, cuando las motivaciones para el mismo eran cualquiera que se pueda ocurrir, Asambleístas como la señora Pazmiño, vicepresidenta de la Comisión que debe sustentar el caso, llego a mencionar que se podría enjuiciar por traición a la Patria e incluso que se debería de considerar el estado mental del señor Lasso.
Se percibía a leguas de distancia que el motivo de juicio era cualquiera y que de todos los propuestos, pues alguno debería “reventar” y es así como la Corte Constitucional luego de desestimar un primer informe, recomienda que se acoja sólo la causal de peculado, que en sí es la más débil de todas.
En Ecuador este delito se encuentra tipificado en el artículo 278 del COIP y es uno de los más extensos, en palabras sencillas, (según lo detallado en la parte pertinente de la revista universitaria que se puede encontrar en https://doi.org/10.18272/ulr.v8i1.2192), “es aquella conducta ilícita en la que el funcionario público, arbitrariamente, decide utilizar de manera ilegítima dineros o bienes públicos para obtener un beneficio propio o de terceros”.
Tocaría entonces a los señores Padres de la Patria, determinar si el señor Presidente cometió o no cometió dicho delito, porque si no existiera dicha presunción, pues esto se convertiría en un show político y ahí si un despilfarro de nuestros dineros al querer iniciar un proceso que podría concluir con la destitución de Guillermo Lasso.
Si el Presidente está gobernando mal o no el País, eso es para otra discusión, es obvio que la situación del Ecuador es de las más caóticas en mucho tiempo, pero de eso, a iniciar un juicio político endilgando cuanta causal posible fuere, ya en sí es un atentado a la Democracia del País.
Recordemos además que la defensora más furibunda del juicio, la señora Pazmiño de PK, envía una carta en su calidad de Asambleísta mencionando que para ella se debería mantener dicha contratación, misma que se inicio en el periodo previo al actual y que era continuación pero con otros nombres de un contrato iniciado en el tiempo del Correísmo.
No logro entender como la respetable señora Asambleísta aúpa en primera instancia la continuidad del contrato con Amazonas Tanker y posterior a eso, defiende a capa y espada la ilegalidad del mismo, accionar que según muchas voces ciudadanas la han convertido de acusadora a acusada por este mismo tema.
Así estamos a la vera del camino en este juicio político donde el señor Presidente está en manos de 92 voluntades políticas y no en la de más de 18 millones de voluntades que constituimos el Ecuador entero, esperaré como ciudadano la conclusión de este acto parlamentario y aspiro que sus logros o resultados en algo beneficien al ciudadano de a pie que debe vivir y sobrevivir en las calles haciendo lo que pueda para llevar un bocado de comida a su familia.
