25 abril, 2024

Creando realidades diferentes

Muchos de ustedes se han preguntado, ¿cómo sería crear una realidad diferente o mas grandiosa a la que ahora están viviendo? Si tomamos consciencia de que solo hay que cambiar el punto de vista que tenemos actualmente, el cual está creando   la realidad que estamos viviendo. Tenemos el poder de pensar en lo que queremos,  atraerlo a nuestra vida y  hacerlo realidad, debemos estar abiertos a recibir  lo que nosotros realmente queremos.

Es así que  nuestro punto de vista es el que crea la realidad que estamos viviendo, no es nuestra realidad la que crea nuestro punto de vista. Para entender esto mejor propongo como ejemplo analizar el comportamiento de dos personas que viven en un país en crisis. Por un lado Miguel un chico  que la está pasando mal y si escuchamos sus conversaciones vemos que vienen de la queja, del juicio, de la inconformidad. Por ejemplo una de sus conversaciones es: aquí ya no se puede vivir, no se consigue trabajo, todo es muy costoso y con esa baja vibración o resonancia solo consigue más de eso de lo que se está quejando.  Y tenemos a Marco un chico que viviendo en el mismo país, su conversación es desde las posibilidades y la gratitud, se hace preguntas como ¿qué contribución puede ser esta situación para mí?, ¿qué puedo crear diferente aquí?, esas preguntas crean otras posibilidades y lo alejan de la realidad del país. Marco  suele estar en entusiasmo, en gratitud, en armonía, sin dejar que lo que está sucediendo en el exterior interfiera en la creación de una realidad diferente. Entonces es importante reconocer, que no importa la realidad que estemos viviendo, que si la queremos cambiar tenemos que comenzar por cambiar nuestro punto de vista.

Un aspecto  que frecuentemente limita a muchas personas es la creencia que tienen  con respecto al dinero, que no les alcanza, que tienen que luchar para conseguir dinero, que tienen que esforzarse para generar dinero, que el dinero es malo, que el dinero se les puede acabar, que todo es un gasto, es como si el dinero fuera un enemigo. Si solo percibimos las sensaciones que producen en el cuerpo  las palabra lucha y esfuerzo, es como si nos debilitaran, porque vienen desde la fuerza y no desde nuestro poder. Tomando consciencia que son creencias con respecto al dinero y si cambiamos esos puntos de vista, crearíamos una realidad diferente. El dinero sigue a la diversión, si estamos relajados sin pensar como va a llegar o de donde vendrá, los flujos de dinero comenzaran a llegar de forma inesperada. ¿Piensa en algún momento donde generabas dinero con facilidad, hacías algo que te divertía?

 Entonces comencemos a cuestionar creencias que hemos escuchado a lo largo de nuestra vida como: hay que trabajar duro para tener dinero, lucha por lo que quieres, el dinero no llega del cielo.  Para poner en duda esto empieza preguntando ¿es verdad que hay que trabajar duro y esforzarse para tener dinero?

 Cuando comenzamos a cambiar esas creencias o puntos de vista, nos damos cuenta que existen infinitas posibilidades disponibles para recibir lo que deseamos   en nuestra vida, se comienzan a abrir caminos que no imaginábamos, solo tenemos que dejar ir la resistencia que tenemos y dejar fluir la energía que queremos.

Todo esta disponible para ti, es tu mente con tus creencias, puntos de vista, conclusiones, juicios, expectativos, etc., que no lo dejan entrar.

Tienes el poder de crear la vida que quieres vivir, elije algo diferente si hoy no te gusta la realidad que estas viviendo, no te detengas, ¡cree en ti!



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Considero que el miedo, en su lectura positiva es uno de los sentimientos más importantes en el proceso de formación, crecimiento y desarrollo de los seres humanos.

Tiene por otro lado una lectura negativa, esta es aquella en la que el miedo nos paraliza, nos frena y domina doblegando nuestra razón e impidiendo nuestra acción.

Reflexionemos sobre como sería el comportamiento humano a cualquier edad sin ningún miedo o temor a nada. Viviríamos en un caos total, la ley del más fuerte y en la anarquía. No respetaríamos nada ni tendríamos conciencia, extremando la percepción, del bien y el mal. Los niños no temerían a sus padres y sus sanciones, los alumnos a los profesores, los ciudadanos no respetarían las leyes ni a las autoridades y así sucesivamente. Porque en todo lo expuesto anteriormente, subyace un miedo a una sanción o a perder algo y esto regula de alguna forma los mecanismos que permiten la convivencia.

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