6 diciembre, 2024

El Universo y el tiempo…

La vida es una continuidad de momentos.

Los seres pensantes tenemos un cerebro que nos permite percibir que estamos vivos.

Los animales carecen de ello, por lo que su vida transcurre sin mayores preocupaciones de lo que llamamos el futuro.

Somos la única especie consiente de estar viva.

La vida es un acto de percepción hecho por las funciones intelectuales que se involucran para que este fenómeno se pueda llevar a cabo.

Las especies intelectualmente inferiores, no tienen conciencia de la vida, así como tampoco de dónde venimos, a donde estamos y a donde vamos.

Si hablamos del universo, deberíamos hacernos varias preguntas. 

¿Cómo y porque empezó?

¿alguna vez tuvo un comienzo?

¿alguna vez tendrá un final?

Los humanos salen diariamente a desempeñar sus actividades con una falsa sensación de plenitud y prepotencia.

Vivimos para hacer dinero y conseguir cosas que realmente son intrascendentes.

Nos desenvolvemos en diferentes partes del planeta, con distintas formas de expresarnos y sin embargo lo hacemos convencidos de que habitamos en un mundo; que nos pertenece y está hecho para satisfacer todas nuestras necesidades.

El poder, la política y la religión solo son limitaciones doctrinarias del entendimiento humano.

Cuando se habla de fe, lo que se afirma es creer en algo, aunque el sentido común nos diga lo contrario.

Hay quienes dicen que Dios fue el que creó todo lo existente.

Existen otros que dicen que Dios no tuvo ninguna alternativa más que la de hacer un universo para regularlo.

Por el contrario, hay quienes pregonan que este sistema de planetas se regula por sí mismo y otros afirman que lo hace bajo los principios de la ley de la Entropía, que no es nada más que el orden organizado procedente del desorden.

Siendo la entropía la teoría que explica el caos donde el orden proviene del desorden, da como entendible el hecho de que el universo nació de la antimateria. La misma explotó en el Big Ban, y poco a poco fue ordenando a todo lo disperso, para autorregularse y poder funcionar con sus propias leyes provenientes del desorden organizado.

Cabe entonces el pensar si Dios sabía en que pensaba cuando lo creaba y para que creaba todo lo creado.

Con que fin hizo los planetas y hasta cuando estos van a durar.

Otra cosa que se debe pensar es si ese Dios es uno solo o hay más dioses con quien ese Dios pueda compararse y competir para mejorar lo hecho.

De la derivación proveniente de la ley causa efecto, debemos entender que antes de que haya todo, había la nada.

Una vez que explotó el Big Ban, la causa que era la nada, al explotar trajo como consecuencia el todo que es lo que denominamos hoy como el universo.

Otra cosa que debemos definir es el tiempo.

El mismo es un invento humano para dar sentido a la experiencia.

Pasado, presente y futuro son parte de su estructura.

Sin embargo, el pasado ya no existe porque ya pasó.

El futuro tampoco existe porque no pasó.

Los dos tiempos son dos inexistencialidades y el presente no puede existir entre dos inexistencialidades.

Nuestra vida es un acto de conciencia.

Una percepción de un instante de tiempo.

Un resultado de la complejidad de nuestras funciones mentales.

Una ilusión de realidad, donde todo lo que te puedas imaginar es real.



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