23 abril, 2024

Seguir poniendo la casa en orden

Señor presidente, nuevamente el pueblo ecuatoriano le ha demostrado no solo confianza sino anhelos de querer seguir adelante, progresar y en paz.  Usted ha saboreado lo amargo que es gobernar a un pueblo sin mayor instrucción, no se diga educación, que arrastra años de postergación, de mentiras y fracasos, de vivir de escándalos y vocinglería, de tormenta en tormenta, fomentados por dirigentes que sin ninguna clase de escrúpulos pretenden seguir viviendo y enriqueciéndose sin trabajar honestamente.  ¿Cuál será su aptitud y actitud para avanzar y superar los escollos que viles apátridas pretenden seguir sembrando?

Dos palabras encierran verdadera sabiduría: Prevención y precaución, La primera semánticamente significa: “Medida o disposición que se toma de manera anticipada para evitar que suceda una cosa considerada negativa”, ejemplo:  

  1. los dirigentes institucionales sean privados o públicos que se involucren y de alguna manera permiten o fomenten el destrozo de las ciudades y del país, tienen que resarcir los daños originados; lo contrario, seguirán haciéndolo, no pierden nada; 
  2. Estas instituciones y ongs., deben salir del casco y/o centro de hallarse cercanas a las oficinas gubernamentales como Palacio de Gobierno, Municipios, Contraloría y más, sabiendo que los malhechores las persiguen para, en su enigmático e irracional razonamiento, dejar sin efecto cualquier abominación y no pagar su deuda social ni penal; 
  3. Considerar formas y sistemas de tener reservas alimenticias, medicinas, combustibles, etc., a través de la empresa privada cuando anuncien caos (supermercados y más) alentados por enemigos analfabetos del diálogo, ociosos e inmorales quieran paralizar el país; 
  4. Nuestra fuerza pública, sea la policía nacional y/o fuerzas armadas, sean modernizadas y expeditas para controlar y socavar a los “infiltrados”, hoy llamados así a los terroristas; 
  5. A la violencia hay que combatirla con violencia inteligente. El gobierno y la ciuddanía debemos preparamos para tal certeza. Habría muchas cosas como sugerencias; pero, creo que cuatro bien hechas, se podría lograr prevenir al país de malos ecuatorianos cuyo fin debe ser la cárcel por los daños que propicien.

La segunda es Precaución, “Cuidado y reserva de una persona al hablar o actuar para prevenir un daño o un peligro…” Los actuales dirigentes políticos se aferran a sus “ideas de explotación” gozando de comodidades sin trabajar; sin embargo, el “pueblo”, “los otros” no tienen lo mínimo debido, precisamente, porque los mantienen en absoluta situación de dádivas haciéndoles creer que les otorgan “gran beneficio”. Por ello, nunca deben propiciar la entrega sin costo alguno de “servicios” para los posibles benefactores acostumbrándolos que es “obligación” del Estado otorgarles educación, casas, salud, etc. sin dar nada a cambio, lo cual es pernicioso, no dignifica, fomenta pésimos modelos de comportamiento. Oportuno sería revertir esos “derechos”, en por lo menos, con servicios comunitarios, cuidando y limpiando sus calles, parques, donde viven; acompañamiento a personas adultas o niños. En salud, dictarles primeros auxilios. En alimentación enseñarles a nutrirse evitando enfermedades primarias salvo las crónicas o catastróficas. 

Finalmente, fomentar a nuestros campesinos ecuatorianos, el sentido de superación, de no pensar que el Estado es el papa que debe darles todo. Tal vez la poca visión de los mal llamados dirigentes, pierden oportunidad y sano orgullo de fomentarles sus tradiciones ancestrales que tienen una vivencia de mas de 12000 años antes de Cristo y que en la Constitución de 1998 ya constaron como disposición constitucional, hoy también:  no ser ocioso, no mentir, no robar, unido a sus habilidades artesanales de las cuales poseen a raudales en muchas actividades. Su agricultura, con productos tan proteínicos serían los protagonistas comerciándolos, exportándolos cuyos beneficios económicos contribuirían al bienestar propio y ajeno (El Salinerito). ¿Por qué las desperdician en protestas vejatorias, dañinas, divisorias? Se aprende lo bueno de otros, ejemplo, la promoción china a su civilización antepasada; no de lo abyecto. Todos perdemos y los dirigentes, mal llamados así, como avestruces no dejan algún legado de superación pacífica con derroteros fructíferos y, sobre todo, de orgullo sano y próspero para sus conciudadanos

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