19 abril, 2024

Los matrimonios de larga data

No me refiero a aquellos matrimonios, “de larga data”. Entre cuyos cónyuges no se quieren, ni se respetan, justificando su “largueza”, “por los hijos”, por cuestiones “religiosas” o simplemente “por el qué dirán”. Para tales matrimonios, siempre habrá una solución en las leyes.

Me refiero a esos matrimonios de verdad de “larga data”, en los cuales los cónyuges aún se quieren y se respetan entre sí. Aquellos que conversan y resuelven los problemas de mutuo acuerdo entre ellos. Aquellos que juntos deciden la crianza de sus hijos desde su nacimiento.

Que juntos deciden el establecimiento educativo mas conveniente donde deberían estudiar. Así como el médico de cabecera, o el Pediatra, o el Psicólogo. De aquellos matrimonios que orientan a sus hijos en las profesiones que podrían estudiar, sin imponerles una carrera determinada.

Me refiero a aquellos matrimonios que están junto a sus hijos, para ayudarlos y aconsejarlos, en sus vidas, por cuanto ellos, (los hijos), aún mayores, también tropiezan con “piedras en el camino” y tratan de levantarlos.

En fin, a aquellos matrimonios que están ahí, pendientes de ellos, hasta su muerte, para aconsejarlos.

Sí, me refiero a aquellos matrimonios que cumplieron y cumplen con la promesa que hicieron ante el Altar. De mantenerse casados “hasta que la muerte de uno de ellos, los separe” .

Creo que con mi esposa, encajamos en este tipo de matrimonios. Recuerdo que por ser tan jóvenes a la época que nos casamos, muchos de nuestros familiares o amigos, no nos daban más alla de cinco años de casados y ya pasamos con creces los 50, de feliz unión matrimonial.

Tenemos la suerte que, entre nuestros parientes cercanos y entre nuestros amigos de siempre, algunos ya alcanzaron los 60 años de vida matrimonial y los vemos felices, junto a sus hijos, nietos y bisnietos.

Otros, lamentablemente, lo intentaron, pero fracasaron en el intento. No los critico, por cuanto nadie, mejor que ellos, conocen a ciencia cierta los problemas que tuvieron, para no alcanzar sus propios deseos.

Les dedico, mis sinceras felicitaciones, en esta entrega, a aquellos matrimonio de “larga data”, por cuanto sirven de ejemplo a las jóvenes parejas, que, en ocasiones se unen, “para ver que pasa”

Si así piensan, les recomiendo que no lo haga. El matrimonio es una decisión muy seria y de mucha responsabilidad, por cuanto las situaciones en el camino, son muy duras, difíciles y complejas. Se requiere más de una vez, del consejo de tus padres, de tus cercanos familiares y de tus entrañables amigos, pero, sobre todo, de tus firmes convicciones y de tu corazón, que siempre vencerá las adversidades del camino y sus latidos, te acompañarán hasta el final de tus días.

No lo olvides. Repite siempre, esta canción de amor, en cada ocasión difícil: «YO TE AMO….”.

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