El pasado 12 de agosto el escritor anglo indio Salman Rushdie al acudir a dar una conferencia en New York, fue atacado salvajemente por un individuo de origen Libanes de paso llamado Hadi Matar quien intentando hacer honor a su apellido le propinó 10 puñaladas al novelista sufriendo heridas que pudieron causarle la muerte.
Al ser detenido en flagrancia el autor del atentado dijo que solo había leído un par de páginas de Los versos satánicos y que no pudo soportar la falta de respeto al libro sagrado.
Al día siguiente el controvertido libro Los versos satánicos se agotó en todas las librerías de New York y aumentaros las ventas por todo el planeta. El remedio agravo la enfermedad.
La novela se publicó en 1988 y casi inmediatamente desencadenó airadas protestas en todo el mundo. Un año después, en 1989, el líder supremo de Irán, el Ayatolá Jomeini, emitió una fetua o sentencia religiosa ordenando a los musulmanes que mataran al autor ofreciendo una jugosa recompensa de 3 millones de dólares para incentivar a los fieles, pues así cualquiera se anima.
Jomeiní acusó a Rushdie del pecado de apostasía, esto es, abandono de la fe islámica que por orden divina debe castigarse con la muerte y tenía razón pues Rushdie, a través de la novela afirmaba no creer ya en el islam. Jomeiní de yapa pidió la ejecución de los editores que publicaran el libro. Hitoshi Igarashi, el traductor de la novela al japonés, fue asesinado; Ettore Capriolo, el traductor al italiano, fue apuñalado; dispararon contra el editor de la novela en Noruega; y en Turquía quemaron el hotel donde se hospedaba Aziz Nesin, el traductor al turco.
En la novela dos indios caen en picada de una avión que iba de India a Inglaterra, se salvan, pero aparecen reconvertidos en el arcángel Gabriel y Satán.
Los personajes señalan que ciertos versículos del Corán supuestamente están inspirados por satanás y que el profeta islámico Mahoma confundió con una revelación divina, ridiculizando los tabúes y preceptos del islamismo.
Mahoma no sabía leer ni escribir, simplemente, recitó lo que le era revelado para que otros lo memorizaran y escribieran. Al principio nadie lo creía, tras 12 años, de rechazo, “milagrosamente” empezó a ganar adeptos. Para reforzar sus creencias los Musulmanes alegan que su analfabetismo era prueba fehaciente que la revelación ocurrió, que no era un invento, ni plagio de información existente en libros previos. Como era iletrado, y vino con este magnífico Corán, esto prueba que Ala es el autor. LQQD.
Rushdie se llamó a sí mismo un ateo de línea dura, dice haber sido un musulmán inactivo, aunque formado por esa cultura religiosa más que cualquier otra. En una entrevista señaló: » No creo en entidades sobrenaturales sean estas cristianas, judías, musulmanas o hindúes».
No ha perdido su sentido del humor afirmó su hijo luego del atentado. Usted tampoco lo pierda.
