24 abril, 2024

¿Fue una visión o una aparición? No lo sé…

Me encontraba frente al televisor de mi casa, para escuchar el noticiero de Ecuavisa de las 7 p.m. Habíamos estado viendo unas series interesantes de Netflix y no podía entrar a Ecuavisa. Llamé a mi esposa y telefónicamente me indico como hacerlo. Estaba en casa de mi tía Mirna jugando cartas con mis primas. Lo hacen una vez a la semana.

De pronto oí que alguien entraba, era Coca, se acercó al televisor, vio que estaba oyendo las noticias y se retiró. Pensé que había ido a la cocina, pero no estaba en la casa. Al poco rato regresó y le dije, Hijita porque te vas sin despedirte. Me dijo: “recién terminamos de jugar y no he venido a la casa” Le dije que la había visto venir e irse. Me dijo “ya me preocupas”.

Esto tan personal se los cuento, por cuanto el sábado pasado armamos un paseo a Playas a casa de dos buenos amigos y allá pasamos el día, De regreso en la Ban que habíamos alquilado para el efecto, una de nuestras amigas, muy seria y muy católica, nos contaba que cuando estaba embarazada de una de sus hijos, ella vio a su hija, la que llevaba en el vientre, de dos años, vestida con un vestidito azul. Era la niña que ella llevaba en su vientre. Nos dijo, en esas épocas ninguna madre tenía la certeza del sexo de la hija/o que llevaba en el vientre. No habían las técnicas actuales, que hoy en día las madres ya conocen con anticipación el sexo de sus hijos/as.

Coca (mi esposa), tambien les contó otra historia que yo ya la sabía. Cuando pequeña, vivían en la Casa de Hacienda de sus padres. En aquella época las camas tenían toldos. Al acostarse para dormir, vió en una esquina a la virgen. Ella se refregaba los ojos para estar segura si soñaba o realmente la veía. No fue la única ocasión que experimentó esta aparición..

Cuando nuestros hijos estaban en la época de sus primeras fiestas, mi hijo mayor manejaba y llevaba a sus hermanos a otras fiestas y luego los recogía de regreso. Nosotros los esperábamos en casa viendo la T.V., pero en esa época la t:V., terminaba su edición televisiva a las 12 m. Nos acostábamos a dormir y unos minutos antes de que llegaran, me despertaba. Ya los chicos están por llegar, me vestía y bajaba del edificio donde vivíamos “El Morro” les habría la puerta y yo me encargaba de llevar el carro al garaje que alquilábamos.

Pese a la hora, nunca tuve problemas en regresar a pie a mi casa. Erán otros tiempos. Guayaquil era una ciudad muy segura.

Así pasaron los años, hasta cuando se casaron.

Recuerdo la aparición de la Virgen María a las tres niñitas campesinas en Portugal y la apariciones y conversaciones que la chica Talbot de Cuenca, tenía con la virgen María, en el lugar conocido como El Cajas. Había gente creyente que también veía a la virgen en el cielo y de sus manos, me decían, bajaban un luz extraordinaria hacia los que iban a rezar al santuario, en ese lugar.

Alguna ocasión, en casa de mis consuegros, lloró la Virgen. Había columnas de personas que se acercaban a su casa para tocar el cuadro.

Como ex alumno Javeriano, conozco que la Virgen María lloró en el Colegio San Gabriel de Quito. La Madre Dolorosa del Colegio, es la protectora de todos los exalumnos jesuitas.

Cuando Cristo resucitó, se dirigió a la casa donde se encontraban sus Discípulos. Jesus no entró por la puerta, simplemente atravesó las paredes. Una técnica que los seres muy inteligente, pueden hacerlo con la mente, muy practicada en La India. Los Apóstoles, se asustaron, Jesus les dijo “La Paz sea con vosotros” y les instruyó ir por el mundo predicando sus enseñanzas, para lo cual los invistió del Espíritu Santo.

Uno de ellos dudó, le dijo muéstrame las llegas de tu mano y del pecho. El incrédulo Apóstol, puso sus dedos en las llagas y creyó. Jesús le dijo, “Por cuanto has puesto las manos en mis llagas, has creído, bienaventurados los que sin ver creyeron”.

Estoy seguro que muchos de Uds., mis queridos lectores, han vivido alguna de las referencias que les he comentado lineas arriba y tendrán muchas historias que contar.

Me queda la duda, ¿fue una aparición o fue una visión?. En todo caso son ciertas y creíbles tales hechos por provenir de quien provienen.

La vida está llena de sorpresas. No son sueños, son hechos reales y ciertos. Para muchos no lo son. Se consideran cuentos de personas exageradamente católicas.

Pero, la Biblia, es “El Libro de los Libros” y es ahí donde estan escritas estas verdades, hace más de 2.000 años. Los hechos extraordinarios relacionados con la vida de Cristo y de los Apóstoles, son verdades que debemos aceptarlas, al menos de los 4 Evangelistas, que las difundieron: Juan, Pedro, Pablo y Mateo.

Los hechos extraordinarios, que los llamamos milagros, existen.

Tengamos FE, es la única que nos salvara, el día de nuestra muerte.

“Hagamos el bien sin mirar a quien” y seremos compensados. Amen

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Por los Padres (I)

Theo

Los que tenemos la suerte de a los casi 70 años, conservar a nuestro padre, podemos manifestar la alegría de contar, no sólo con su sus consejos, con su cariño y con la alegría de estar a su lado, sino además la satisfacción de sentir como nuestra vida se siente completa, por los recuerdos de sus amigos, por la alegría de nuestros hijos y nietos (y algunos, incluso, bisnietos), y por los recuerdos vividos, por las historias ancestrales, por las anécdotas de los tiempos idos.

Quiero, en homenaje a ellos, a esos padres de hace ya algunas generaciones, poner aquí unos versos que pueden traer nostalgia y pueden hacernos recordar tanto los años de infancia, como la época de nuestros inicios en la dura tarea de educar a nuestros hijos (que, al menos hablando por mí, delegamos a la mujer que llenó nuestra vida y que gracias a ella, nuestros hijos son lo que son: hombres y mujeres de bien, hombres que miran al futuro, no con ojos de incertidumbre, sino con mirada de decisión. Quiera Dios que nuestros hijos puedan llenar sus vidas como la pudimos llenar nosotros, con amor, con fe, con coraje y decisión, con honestidad, con respeto a los demás, con la frente alta y limpia y sobre todo, con amor a Dios y humildad.

1 comentario

  1. Me alegro leer este artículo de sus editorialistas!

    Te recuerdo perfectamente de la Universidad Católica! Soy Rosario ALMEIDA, también abogada. Un día encontré al Señor y me pidió SEGUIRLO . Soy religiosa del Instituto Catequista Dolores SOPEÑA y vivo en Toledo Me llaman Rosi

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