Portar armas ¿Crueldad o justicia?

Un arma de fuego tiene un beneficio principal al tener un civil un recurso de confianza para ejercer el derecho a defenderse a mí mismo o a otros de daños físicos inminentes o la muerte.

Cuando por primera porté un arma, tuve que tomar la decisión de aprender y comprender todas las leyes y responsabilidades que deben regir las acciones si estoy armado. 

Mi mente estaba preparada para solo como último recurso de defender mi vida o la de los demás y que para usar mi arma usar el mismo criterio del responsable de volar un avión, es decir tener mi salud en óptimas condiciones, ni siquiera haber tomado un paliativo para la tos, tener la tranquilidad completa y usarla lo mejor que pudiera.

En otras palabras, actuaría responsablemente para comprender la situación, tratar de desactivarla si es posible, y reaccionaría con mi arma solo si no hubiera otra alternativa. 

Está vedado reaccionar con ira, siempre debo dejar que el entrenamiento anule mi tendencia natural a enojarme, a presionar un problema, a lanzar un puñetazo o a maldecir a alguien que se puede y debe ignorar. 

Aprendí a reaccionar ante situaciones como ciudadano armado y evitar ser un bobo beligerante. Muy difícil, pero obligatorio.

La capacitación y la responsabilidad debe ser primordial y comprender que el delincuente usa el arma porque es un cobarde y necesita de ella para someter a la víctima y si usted llega al extremo de sacarla que sea porque la va a usar para acabar con su agresor o quien agrede a otro ser. Jamás ¡Nunca! para jugar o amedrentar.

La legalización de portar armas, que para mí deben ser expuestas, se ha convertido en un tema que genera mucha polémica.

La parte a favor de esta causa es que en una actualidad tan violenta como en la que nos encontramos es mucho más seguro que el porte de armas de fuego sea legal para cualquier civil, luego de someterse a una serie de pruebas físicas y mentales. 

Los que se niegan a admitir este estilo de vida violento son los que derivan beneficio de la impunidad y se encuentran en contra de la defensa en momentos de extremo peligro, la comunidad desea un buen uso de las armas y evitar más desdicha y violencia de la que ya conocemos.

¿Crees que es la legalización de armas es la mejor opción para suprimir la extrema violencia en la que se encuentra la sociedad? ¿Acaso usted soporta perder un familiar?

Protección en todo momento: Hay un alto número de oportunidades en las que los malhechores o victimarios huyen y no son reprendidos por la justicia debido a que los policías tardan demasiado en llegar a los sitios en los que ocurren estos lamentables hechos, mientras si fuese legal el uso de armas las víctimas se hubiesen podido proteger por sí mismo y a su familia mientras colaboran con la ley. 

Además, lo que pretenden los politiqueros, fuerte impulsadores de los asaltantes y narcotraficantes, es, máximo permitir, a la Fuerza Pública “usar la fuerza similar” 

¡Tremenda estupidez! La policía debe tener una mucho mayor capacidad para imponerse desde su inicio y frenar la tentación de un malhechor. 

Disminución de crímenes: Según estadísticas que se han realizado en naciones que autorizan la legalización de armas disminuye hasta en un 90% de los robos en los hogares y violaciones, incluso sin hacer uso de estas. Está probado de que solo es necesario que el forajido presuma de que su posible victima puede estar armada para abstenerse a cualquier intriga.

Su uso debe ser para un público adecuadamente calificado: Como siempre ha sido su requisito. La credencial se debe encargar a las Fuerzas del orden y sólo para personas buenas y honestas, basándose en una serie de exámenes mentales y físicos antes de llevar armas.