28 marzo, 2024

A propósito del código laboral que se va a discutir

“El trabajo dignifica y le da libertad al ser humano al permitirle sostenerse a sí mismo y a su familia. Quien pone trabas a que la gente pueda conseguir empleo es más dañino y egoísta que el patrón avaro.” César Baquerizo Arosemena

A continuación una conversación entre cuatro personas que escuché mientras estaba esperando que me recojan en una de las calles del centro. Me he tomado el atrevimiento de cambiar algunas palabras por sinónimos para poder publicar en este medio.

“Escuché que los políticos quieren flexibilizar las leyes laborales y con eso se me haría más fácil conseguir empleo, porque desde hace tiempo estoy sin camello y las deudas se me acumulan”, dijo uno de ellos.

A lo que el segundo en hablar le argumentó que no estaba de acuerdo con que cambien el código de trabajo porque él tenía derechos que el patrón le tenía que cumplir ya que un abogado le había dicho que siempre los patrones querían abusar de los empleados.

El tercero le contestó: “Yo preferiría no tener esos derechos adicionales con tal de tener un empleo que me dé más que el salario mínimo”. “Yo igual,” dijo el primero que había hablado. “No me interesan las utilidades de la compañía, ni desahucio, ni que me paguen valores gigantes si me despiden, con tal de tener un empleo porque no aguanto mucho tiempo más en estas condiciones”. Y comentó que su último patrón había siempre cumplido con sus empleados y siempre se había portado bien, pero que la empresa cerró porque no podía disminuir el número de empleados por el alto costo de hacerlo, según le había contado su amigo y expatrón. “Es imposible cumplir con el código de trabajo en estos tiempos”, le había dicho. “Y entonces no se quedaron unos sin trabajo, sino que nos quedamos desempleados todos y mi patrón sin la empresa que había fundado su papá”.

La cuarta persona sólo escuchaba, mirando con atención al segundo, quien sí estaba empleado.

“A mí me gustaba cuando nos pagaban por hora y así se podía trabajar diferente cantidad de horas cada día”, dijo el tercero. “A mi esposa su jefa le dijo que le quisiera aumentar el sueldo, cuando le pidió un aumento, pero que la ley hacía que entonces se le hacía prohibitivo el costo de su sobretiempo y peor de cuando ya no le pueda seguir pagando”.

El segundo, quien sí tenía trabajo, les dijo que no hay que dejar que los patrones y los políticos abusen de la clase trabajadora, porque tiene derechos bien merecidos y ganados. No hay que cambiar ninguna ley laboral. Es injusto. Son unos explotadores.

A lo que el primero le contestó “¡Pero entonces tú tienes empleo y nosotros tres no!” “Eso no tiene nada que ver”, dijo el segundo. “¿Cómo sabes?” Le preguntó el primero.

“Ya, mejor dejemos de quejarnos…”, dijo el tercero. Y continuó dirigiéndose al que tenía empleo: “¿Cómo te va con la venta de las empanadas en tu carretilla?” “Ahorita muy bien”, le contestó. “Actualmente la maneja mi mujer y como se ha incrementado la clientela no se alcanzaba y cogió a un joven que la ayude”.

“¿Y lo tiene asegurado?”, le preguntó el primero. “No.”, le contestó. “Ahí le paga lo que se ponen de acuerdo, que es lo mejor y más justo, porque imposible contratarlo. Le dije a mi esposa que si lo afiliaba tenía que pagarle ese valor, más el 15% de todo lo que ganemos, y él no ha invertido nada, sólo nosotros. Aparte en diciembre tiene que pagarle el doble, en abril casi el doble también, imposible. Eso es para los ricos…”.

Y luego me sorprendió cuando habló la cuarta persona, que era un poco mayor y había estado escuchando en silencio hasta ese momento. Con una voz fuerte le dijo al segundo: “¿Qué eres tonto? ¿O sea que tú quieres que tú patrón te pague lo que dice la ley y tú como patrón haces lo contrario? ¡Deja que cambien la ley, no seas egoísta! ¿No ves que con esa ley, aquí de los cuatro, sólo tú tienes trabajo? Y encima ni cumples la ley en tu propio negocio…”

Finalmente, cuando ya se empezaba a poner tensa la cosa, el primero dijo: “Ya bueno, bueno… hablemos de otra cosa que somos amigos. No nos vamos a poner a pelear”.

Llegó el carro y me fui, dejando a los cuatro amigos con sus conversaciones profundas y positivas.

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2 comentarios

  1. Mi comentario, con los años de experiencia, es que el Ecuador No puede quedarse en el pasado con 82 años del Código del Trabajo ,si los modernos andan tatuados,con pantalones rotos, con gorras la visera al revés, deben también tener un Código de Trabajo moderno como los otros Países, y no un Código antiguo, ellos no usan tostadas en la cabeza, ni sombreros de paja toquilla

  2. En este gobierno los miembros de la Asociación de las personas con discapacidad y de la tercera edad IZAMBA SIN BARRERAS, estamos IGUAL O PEOR que con los nefastos gobiernos anteriores, oficios de peticiones de ayudas técnicas, bono de desarrollo humano, muletas tipo canadiense, que se les hace peticiones, al Ministerio de Salud, al secretario de SENESCYT, al Presidente, vicepresidente, a los del CREO, a los ;ministros del MIES, a los servidores públicos del MIES de Ambato, ni siquiera contestan, complementando el Gobernador de Tungurahua, Ing. Gavilanez, ha dado órdenes, que en la ventanilla no reciban ningún oficio de peticiones de los miembros de la Asociación, que es jurídica, es decir no existimos los miembros de la Asociación, en los proyectos, ayudas técnicas, el Bono de desarrollo humano, el pago de derecho del beneficio patronal de la jubilación, las ayudas técnicas, el derecho al trabajo, casa para todos, pedidos que nos reciban en comisión general, a los miembros de la Asociación, no nos toman ni en cuenta, (por lo menos con el mentiroso, nefasto del incapaz gobierno de Lennin Moreno, si nos recibían, aunque nunca cumplían los ofrecimientos y los pedidos)
    Por las enfermedades Parkinson, Hipotiroidismo, Insomnio, fibrilación Ventricular, Hemiplejia del lado derecho, y otras, no hay las medicinas ni en el IESS, tampoco en el centro de salud de Izamba, las siguientes medicinas: LEVODOPA 250 mg. 3 veces al día, BIPERIDENO 2 mg. 3 veces al día, ATENOLOL 50 mg. 1 diaria, WALFARINA SÓDICA 5 mg. 1 diaria, LEVOTIROXINA SODICA 50 mg. 1 diaria, TAMSINA 2,4 mg. 2 diarias PARACETAMOL 500 mg. 2 diarias, QUETIAPINA 2.5 mg. 1 diaria, CARMAZEPINA 200MG. 1 DIARIA. En el GOBIERNO DEL ENCUENTRO, NO SE ENCUENTRA estas medicinas, y de acuerdo a las noticias a nivel nacional hay las quejas, sin embargo este gobierno es impávido, que no le importa nada la salud de los ecuatorianos,
    Se ha hecho conocer de la negación del registro los títulos en SENESCYT, de tres profesionales obtenidos legalmente en el extranjero, pese a la edad y condición de discapacidad, estudiaron responsablemente, sin embargo más de 366 Títulos falsos, esta investigando la fiscalía, si han registrado, sin considerar en estos 366 títulos falsos, el de PEDRO DELGADO CAMPAÑA, (primo de Rafael Correa) QUE REGISTRARON EL TITULO DE ECONOMISTA SIN TENER, y el de ARAUZ GALARZA ANDRÉS DAVID, (ahijado de Rafael Correa,) PRIMERO REGISTRAN TÍTULO FALSO DE CUARTO NIVEL, DESPUÉS REGISTRAN EL FALSO TITULO DE TERCER NIVEL,

    En cambio como no fueron familias del corrupto Rafael Correa, se inventan absurdos pretextos para no registrar los títulos de MASTER MEDICINA BIOLÓGICA DE DOS DOCTORAS CON C. C No.-0702026808, Y 1800873448, Y EL TITULO DE MBA. MASTER EN DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS, C.C. Y CARNE DE DISCAPACIDAD No.- 1800079749, , (El señor Guillermo Lasso, actual presidente, en campaña decía que desaparecerá la SENESCYT, todo fue un simple ofrecimiento), en el oficio de petición del 11 de septiembre del 2021, dirigido al Presidente, vicepresidente, está incluido el ING. ALEJANDRO RIVADENEIRA. SECRETARIO DE SENESCYT, posiblemente las secretarias ni le entregan, lo que queda demostrado que con el GOBIERNO DEL ENCUENTRO,, SEGUIMOS COMO ANTES, O PEOR QUE ANTES, porque algunos rezagos del nefasto gobierno del mentiroso, e incapaz de Lennin Moreno, siguen los mismos..
    Repito, que en este GOBIERNO DEL ENCUENTRO, nos encontramos en algunas instituciones públicas con los mismos rezagos de los nefastos gobiernos anteriores, no respetan en lo mínimo los derechos humanos de las personas más vulnerables, los tratados internacionales, las normas: constitucional y legales que amparan y protegen, no existe para ellos.

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