18 abril, 2024

La esperada comisión

El Ecuador y la Organización de Naciones Unidas terminan de suscribir un memorándum, documento que utilizado con responsabilidad cívica debería convertirse en instrumento eficiente en la lucha contra la corrupción, puesto que nuestra sociedad está consciente que jamás en la historia del país hubo gobierno alguno tan corrupto (2007-2017) como el precedido por quien tiene a su haber, por el momento, una sentencia condenatoria y está prófugo, al igual que muchos de su banda.

Ante esa dolorosa realidad debemos aspirar que tal comisión se constituya en paradigma de honestidad y realizaciones para que esa noble iniciativa no quede en simple promesa, pues las justas aspiraciones del pueblo de que no haya crimen sin castigo deben cumplirse a plenitud dentro de una concertada acción: gobierno/sociedad civil.

Entonces, la meta debería ser: constituirla con los más probos ecuatorianos para que ejecute con eficacia los mecanismos investigativos y legales para descubrir y hacer conocer al Ecuador entero cuales fueron los montos del perjuicio; la que además, por intermedio de empresas especializadas descubra las caletas o paraísos fiscales donde se encuentran camuflados tales recursos, identificando a los autores del saqueo y dentro de expeditos procesos judiciales juzgarlos. I, en cuanto a los recursos que se recuperen que el estado los devuelva a su legítimo dueño: el pueblo, para invertirlos en salud y educación fundamentalmente.

Ejecutar una intensa campaña en el propósito de concienciar al pueblo en los principios y valores que deben guiar la vida de todo ciudadano, para que adquieran y practiquen las normas morales y cívicas en su diario vivir. Como también debería establecer normas y procedimientos, para que nuestra administración aplique de manera inmediata los correctivos del caso, para que aquellos que en el futuro pretendan apropiarse de fondos estatales sepan que hay una justicia implacable. 

Exhortar con extremada vehemencia a los poderes estatales en la impostergable obligación de dotar de personal con suficiente conocimientos legales y principios éticos y morales a la administración de justicia en general y a la Fiscalía General de la Nación en particular, así como con los suficientes recursos económicos para que cumplan a plenitud con su misión, como lo viene haciendo hoy la Fiscalía, bajo la guía ejemplar de su titular. 

Insinuar al poder ejecutivo en la necesidad de una sanitaria depuración de la administración, cesando de los niveles aquellos individuos que fueron parte de esa pandilla que festejaba con castañuelas y panderetas al son de amante bandido todas las tropelías del capo. Mientras ellos permanezcan, sobre todo en los mandos medios, siempre entorpecerán toda obra fiscalizadora. Es tiempo de eliminar la maleza.

 

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DEL PANISLAMISMO AL PANARABISMO… Como que la visión actual de las cosas apunta a que el planteamiento debería ser lo contrario. Pero los hechos evidencian otras perspectivas. El mundo árabe destinado al conocimiento de la ciencia y la filosofía, un tiempo después de la conquista de las huestes de Mahoma, desde La Meca hasta España, ladeando el norte de Africa (siglo VII), había concluido mucho, pero mucho antes de la toma de Granada en 1492, contra los restos de la imposición imperial musulmana.

Las luchas intestinas dinásticas habían permitido, la presencia, por expansión territorial, de la administración socio política de los turcos… A partir, prácticamente, del siglo XIII, los pueblos árabes hasta hace poco portadores del mando y el orden, pasaron a integrar el pluriétnico Imperio Turco Otomano, hasta su derrumbe a inicios del XX. Aunque bajo la “protección”, en general, de la misma fe islámica, muy pocos comunidades árabes pudieron insistir en la posibilidad del reencuentro con su propia identidad. Es que, de angas o de mangas, toda colonización exige del colonizado ruptura de sus valores y asimilación de los impuestos por el colonizador. Más aun sabiendo que toda colonización es sinónimo de represalia permanente mediante el miedo. Para el Imperio Turco Otomano, desde sus inicios, la fuerza bruta militar alcahueteó, hasta el final, su triste desempeño histórico. ¿Cómo salir de esta trampa, y cuándo, y hacia dónde?

1 comentario

  1. No lo sabía. Gracias por participar esta grata noticia y gracias por precisar las tareas de la Comisión. Ojalá se integre y empiece a desenmascarar a los ladrones.

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