29 marzo, 2024

El cinismo y la estupidez

El alcalde de Quito afirma, según la prensa, que no se aferra al cargo, pero que no renunciará a la alcaldía, de la que ya fue sacado por comprobarse irregularidades y no sólo en el cumplimiento de sus funciones y en las que estuvo también involucrado su hijo.

¿Qué calificativo describe esa acción? Por lo que parece, con la tolerancia ante las personas que pretenden cambiar el significado de las palabras, tratando de hacer un lenguaje inclusivo para incluir a Raymundo y a todo el mundo en lo que se quiere decir o expresar, tendremos que empezar a inventar palabras nuevas para describir a los ladrones que roban, pero con buena voluntad, o a las asesinas que se matan entre ellos (y nos libran de esa lacra).

Con tantos diversos adjetivos o nombres ridículos e inclusivos que gente que fuma o toma o se unta cualquier tipo de droga y luego inventa más palabras disparatadas, ya mismo volvemos a la Torre de Babel.

Lo que se está notando con los nuevos Celi, Yunda, Bucarames, Salcedos y otros bichos venenosos, es que la osadía es la nueva arma que empuñan y el querer defenderse desde el poder es lo que anhelan. Este nicho los protege y les permite tratar de arreglar desde arriba sus problemas y tener palancas que defiendan.

Los Jueces y los fiscales deben reclamar por este nuevo atropello a la justicia. Ya es hora de que Ecuador acabe con todos los pillos, que gracias a la manoseada y malintencionada Constitución correísta, a favor de la delincuencia.

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Lejos de la controversia filosófica que exige una respuesta entre si… “vivimos una época de cambios o un cambio de época”, lo cierto es que para todo ser humano los remezones morales –por llamarlo de alguna manera- suelen darse todos los días, unos mayores que otros, porque en general la vida misma está matizada con “alteraciones” que ponen a prueba nuestras habilidades y destrezas personales y sociales para adaptarnos al mundo real tanto el interno como el externo. Hombres y mujeres hemos tenido que desarrollar “competencias” cada vez más específicas para lograr literalmente “sobrevivir” en una sociedad “mundializada” que exige mayor rapidez en el ajuste y toma de decisiones a veces inmediatas, así como nos cuesta desde nuestra individualidad entender que el aprendizaje se ha convertido en una necesidad para toda la vida si queremos tener éxito en la “pequeña aldea” que es el mundo en que vivimos. Vistas así las cosas un “cambio de actitud” parece aconsejable, aunque en realidad hay mucho más por trabajar…

La actitud puede decirse que es la respuesta tangible a un cambio más profundo que tiene que ver con nuestras CREENCIAS más representativas, con nuestros juicios de valor –diríamos- y con las virtudes que deberíamos intentar desarrollar por la práctica continuada de hábitos…

1 comentario

  1. Toda la podredumbre que nos rodea es el legado del correismo (léase SSXXI) y lo increible es que quedan rezagos de antropoides que lo defienden. Otros han llegado al parlamento ataviados con su indumentaria que los distingue y son tan «inteligentes» que dicen estupideces sin conciencia de lo que dicen, por lo tanto ni se inmutan.

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