19 abril, 2024

¿Cuán corto o largo es el plazo?

El largo plazo existe en la perspectiva de todo aquello que es asequible, pero los tiempos de vida útil reducen su aplicabilidad. Cambiar nuestro país requiere de un extenso aliento que ampliamente supera el reinante costumbrismo populista del corto plazo. Es real, sin embargo, aquella presión social que clama por conseguir trascendentales transformaciones en poco tiempo. Uno de los grandes obstáculos en la consecución de objetivos de largo plazo radica en que la sumatoria de cortos plazos, propios de la kikuyesca coyuntura política, no coadyuva en dicho propósito. El inmediatismo diluye el concepto del largo plazo y consume las expectativas de sus potencialidades.

Los problemas del país indiscutiblemente tienen una raíz política de larga data y para resolverlos se precisa de profundos esfuerzos desde muchos sectores políticos y socioeconómicos. Empero, todos tienen un severo limitante que es menester del poder Ejecutivo combatir. Solo una ejemplar institucionalidad a través del tiempo logrará romper el nudo gordiano entre el progreso que aspiramos y la decadencia que evidenciamos.

Así como en estos últimos 14 años los socialistas no lograron destruir absolutamente todo, tampoco será posible que los capitalistas consigan reconstruirlo en apenas 4. Lo que inequívocamente es factible en el actual periodo constitucional, a pesar de todas las trabas, es establecer los cimientos institucionales sobre los que futuros gobernantes deberán someterse al escrutinio de la sociedad. ¿Será mucho pedir para este corto plazo?

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Después del fraude y el triunfo de Correa; todo el Ecuador esperaba que por fin el muchacho de Chávez madure y se pusiera a gobernar para todos los ecuatorianos.

Cualquier estadista hubiera proclamado una concertación nacional.

Mucho peor en circunstancias donde la mitad de los ecuatorianos no votaron por Correa o lo hicieron en su contra.

Sin embargo el beligerante cromosómico sigue destilando veneno contra aquellos que odia irracionalmente.

La repugnancia que le tiene a los pelucones o a aquellos que según el lo son, no es generalizada. Es una tirria enfermiza focalizada hacia la ciudad de Guayaquil y a dos de sus barrios.

2 comentarios

  1. Se necesita acción , plazos de cumplimento está en los contratos . Este gobierno no hizo contrato con nadie . Cumpla lo que prometió

  2. Definitivamente estamos más cerca de que todo se continúe destruyendo ya vemos que no ha cambiado absolutamente nada de lo que aspiraba el pueblo que se reconstruya y que voto mayoritariamente el 11 de abril, para que exista una erradicación completa de ese socialismo del Siglo 21, EL PUEBLO HA SIDO ENGAÑADO estamos con un gobierno que está fortaleciendo en las altas esferas y en los mandos medios al CORREISMO y POR ENDE AL SOCIALISMO DEL SIGLO 21 PARA QUE ESTOS PEGUEN SU ZARPAZO FINAL EN EL 2023 que de seguro retomarán el control absoluto de todas las prefecturas, alcaldías y juntas parroquiales y ahí si el pueblo empezara un camino tortuoso e irreversible que nos convertira en una Venezuela, Argentina, Nicaragua o Cuba porque ya vemos que este gobierno apoya a la supuesta «democracia» de dichos países, culpando a nuestro principal SOCIO COMERCIAL que es EEUU de las desgracias del pueblo cubano, basta revisar el comentario del principal gestor internacional que es nuestro canciller que demuestra que camina por cuerdas separadas de las opiniones del gobierno, QUE PRETENDE TENERNUN TRATADO DE LIBRE COMERCIO CON EE.UU. por lo tanto el futuro de nuestro país es negro, negro renegro.

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