23 abril, 2024

¡CNT! (¡Qué ganas de mandarlos a la punta de un cuerno!)

Les había comentado que, desde diciembre del año pasado, con las primeras lluvias, explotó el transformador muy cercano a mi condominio y automáticamente me quede sin telefonía convencional.

Me dirigí a la agencia del CNT., -contigua al supermaxi de Samborondón- que se encontraba en remodelación, que por fin está atendiendo a los usuarios. como siempre, al ingresar el guardia de seguridad te detiene a pregunta, el servicio que requieres.

Le contesté, que venía a hacer un reclamo. me contestó que sólo estaban atendiendo cobranzas, e iniciando juicios coactivos. me imagino, facilidades de pago, máximo de cuatro meses, que no es ninguna solución para quienes requieren reparación de sus líneas, causados por ellos mismos. tampoco para los que firman convenios de pago, por cuánto tienes que pagar hasta el último centavo que adeudas. más el 10% de honorarios del abogado externo, que contratan para estos casos.

Conocí un caso, muy antes de la pandemia, de unos usuarios que devolvieron dos lineas convencionales, a quienes les quedo un pequeño saldo, que después de doce años, se convirtió en una suma mucho mayor, por los intereses en mora y multas. la usuaria se enteró que estaba coaccionada cuando le retuvieron sus dineros en la cuenta corriente, por disposición de la s.i.b, al banco tenedor de esa cta. corriente.

Llevé el juicio alegando, falta de notificación a la usuaria, antes de iniciar el procedimiento coactivo, que en todo juicio provoca la nulidad de lo actuado, sin éxito. descubrí que se habían dado un reglamento, por el cual, este procedimiento, era legal. finalmente se cobraron los valores existentes en esa cuenta bancaria y aún quedaba un saldo, que de favor, le dieron al usuario – mi defendido- la facilidad de pago de cuatro meses. recomiendo que cuando termines de pagar lo que debías, solicites una comunicación que te indique claramente que ya no adeudas ni un centavo por la línea que devolviste, aún años atrás. es la mejor seguridad para tus intereses y la seguridad de que la institución referida, no te vuelva a incautar -(retener)-, tus dineros en cuenta bancaria, sin enterarte.

Por supuesto, los llaman “juicios coactivos”, nombran al “juez” de coactiva, al “secretario” de coactivas y contratan a un abogado externo que te inicia el “juicio” de coactiva. por supuesto, estos “juzgados”, no pertenecen a la función judicial, ni tales “jueces” y demás, no están sujetos al consejo de la judicatura. por cuanto, no lo son. son simples cobradores o empleados de cobranzas, que utilizan un procedimiento equivocado e ilegal. espero que ésta situación haya cambiado.

No podría creer que en tiempos de diálogos y de consensos, se continúen con tales prácticas de atención al usuario.. me acerque a la cajera y en tono displicente me indicó, que ahí, no atendían otros trámites, mas que cobranzas y que no tenía la menor idea sobre mi requerimiento. me fuí, con la cara larga, por cuanto hablar con los jefes, es cosa imposible.

Tendré que ir al Mall del sol, donde un amigo me indicó que tenían ahi otra agencia y que quizás, me podrían solucionar el tema del arreglo de mis dos líneas convencionales, de las cuales quiero devolver una de las dos. mall, al que no he concurrido aún, por ser un centro comercial muy concurrido por jóvenes de ambos sexos y por aquello de los protocolos de distanciamiento y de límites de atención de usuarios y perder mucho tiempo en ese lugar, pero creo que no me quedará otra opción.

Veremos dijo el ciego. Hay que llenarse de paciencia. como dijo el señor que celebraba 60 años de casado, cuando le preguntaron, cuál era el secreto y contestó: “poco amor y mucha paciencia”.

Ahí tiene don Guillermo, un caso -CNT-, que requiere la atención del nuevo ministro del ramo. este es un sólo caso de los miles que deben de existir, después de 14 años de despotismo y de quemeimportismo.

A “ponerse las pilas”, señores/as alcaldes, prefectos, ministros y gobernadores, antes que, los amigos del caos, tomen el sartén por el mago y pretendan solucionar los problemas del país “a su manera”….

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Reincidencia

Preocupa la falta de seguridad que existe en el país. Cada vez leemos más noticias de asesinatos, asaltos, violaciones, narcotráfico, sicariato y otros delitos. Creo que la política de tolerancia del Gobierno, de defensa a los revolucionarios, que en realidad no son otra cosa que narcotraficantes y asesinos disfrazados de izquierdistas, ha sido una política equivocada, que ha aumentado la inseguridad en nuestra Patria. Si a eso sumamos la cantidad de cubanos que el Gobierno ha tenido el desatino de importar para cumplir con labores que bien podían ser realizadas por nuestros compatriotas que necesitan de trabajo, aumentando la tasa de desempleo, podemos comprender el porqué del aumento delincuencial en todo el país.

Lo más grave de este asunto, es la cantidad de presos, ladrones, violadores, sicarios y otro tipo de asesinos, que son capturados y puestos bajo la ley, que a los pocos días vuelven a las calles y luego nuevamente delinquen, vuelven a ser capturados, vuelven a la cárcel a recibir instrucciones y salen a delinquir otra vez.

Difícil seguir el camino del bien

Es un juez que le dice al ladrón: Tú robaste la joya, tengo 5 personas que te vieron.
Y dice el ladrón: ¡Sí, pero yo puedo traer más de 100 que no me vieron!

Este chiste nos pone como reflexión que la mayoría de personas en lugar de esforzarnos en cumplir los diez mandamientos, nos preocupamos de que no nos cojan haciendo algo indebido. Aunque sepamos que estamos actuando mal. Mientras no nos cojan no importa. Podemos robar, pero de manera elegante. Mentir pero con distinción. Ofender e insultar pero que parezca que estamos haciendo algo bueno. Cualquier cosa con tal que no nos descubran.

Es importante siempre poder reconocer el camino del bien y el del mal. Y escoger seguir el del bien porque nosotros lo queremos. No porque nos puedan descubrir. Estamos conscientes que ese camino es muchas veces más difícil. Menos atractivo. El mal en cambio se disfraza de una mujer preciosa, de una manera seductora de hacer dinero fácil a costa de los demás, etc. Pero tenemos que saber decir no.

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