18 abril, 2024

Ubíquese Sr. Riofrío

Hay personal altamente calificado y valioso en la CGE*y existen protocolos y procesos que deben obligatoriamente cumplirse para que las decisiones se tomen en estricto derecho. Sin embargo, no se discute que efectivamente dos delincuentes han sido los jefes máximos de la Contraloría durante los últimos 14 años. Carlos Riofrío ha sido identificado como funcionario de carrera y por tanto su lealtad se la debe exclusivamente a la Patria en la figura de la Contraloría. Más allá de su nerviosismo con Ecuavisa, Riofrío debió admitir los criminales actos cometidos por Pólit y Celi en la CGE*. Estuvo además tremendamente equivocado al solicitar una tregua pues el beneficio de la duda le pertenece a la sociedad, no a la Contraloría. Hubiera sido más apropiado aceptar la putrefacta realidad institucional y quizás así hubiese sido percibido como más creíble.

En todo caso, hablemos de casos puntuales, podría Ríofrio: 1. ¿Negar que el caso Banalight fue objeto de cambio en el informe que desvaneció la responsabilidad penal previamente establecida?; 2. ¿Justificar que la predeterminación No. 0070- DAII de 20-01-2015 y posterior negación del Recurso de Revisión No. 00000042- DRR se ejecutaron en cumplimiento del debido proceso, la Constitución y las leyes de la República del Ecuador?; 3. ¿Defender en derecho la predeterminación No. 49967 DNPR y posterior confirmación No. 62834?

Sr. Riofrío, manifiéstese sobre estos tres temas, hágalo públicamente y luego hablemos de honestidad institucional. ¡Queda usted formalmente emplazado!

*Contraloría General del Estado

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“¿Criminal de lesa humanidad?…”

¡Que osadía e ignorancia para endilgarle tal epíteto a este hombre que fue Presidente de nuestro País y Alcalde de nuestra ciudad Guayaquil!

¡Que enfrentó y afrontó los problemas de frente y sin temor, es verdad; mas nunca bajó al plano del crimen personal, menos al de lesa humanidad.

Enfrentó y afrontó a la guerrilla, que se tomó el nombre de ese gran hombre de nuestra historia, Alfaro, creando temor e incertidumbre; llegando incluso a cometer actos negativos de alto grado, como lo hicieron otras facciones en América.

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