25 abril, 2024

Nación, ciudadanía y existencialismo

La situación del país es tan trágica que el Gobierno ha solicitado a la empresa privada su aporte económico para conseguir vacunas. Es decir, estamos en guerra y la situación de vulnerabilidad ciudadana está vinculada con el grado de precariedad del Estado. En otros frentes, la delincuencia y el hambre también tienen perfiles de peste. ¿Se volverá a convocar a los empresarios? Toda una nación lucha por sobrevivir a la pandemia mientras se defiende de la crisis económica.

Sin crecimiento económico no se genera trabajo. La reforma tributaria debe incluir una amalgama de incentivos fiscales, reducción de impuestos y promulgación de exenciones. El nivel del apremio es de tal magnitud que esta nueva reforma por sí sola tampoco será suficiente para aliviar la caja fiscal. Se requiere además una completa renegociación de nuestra deuda externa, créditos de reactivación económica provenientes de organismos internacionales, un robusto apoyo de los EE. UU., la implantación de un arancel universal y mínimo (supresión del contrabando), la desburocratización en la constitución de empresas, entre otros.

Ninguna economía puede ser subvencionada indefinidamente sin que sus ideales sociales no acaben convertidos en derechos adquiridos y enmarañados en conflictos de intereses. Los más vulnerables son quienes más necesitan del Estado y su eficiencia a través del apalancamiento productivo, o ineficencia producto de los subsidios, tiene un efecto directo en su supervivencia. Señor Presidente, ¿cuál es el estado de la nación?

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Los abogados estamos viviendo un caos jurídico porque las leyes que fueron dictadas por juristas, que conocían el medio y la realidad ecuatoriana, las laboraron de acuerdo a las necesidades sociales y con conocimiento profundo de la ley y la jurisprudencia. Pero ahora, se dictan reformas, contra reformas y leyes, contradictorias, ajenas a nuestra idiosincrasia y nuestra realidad

Invitaría a la Srta. Romo y su grupo de asesores que se dignen visitar los juzgados y contemplen la realidad actual; que se dejen de Vicianos y compañía, que sin conocer lo que ocurre, pretenden imponer disposiciones y leyes, que probablemente funcionen en España y Europa, pero no aquí. Vienen como los antiguos colonizadores a las antiguas colonias. Es perfectamente conocido, aunque quieran tapar el sol con un dedo, que incluso modificaron la constitución de Montecristi. Después de haber sido aprobada, y antes de su publicación.

En Brasil la justicia revive

Es alentador visitar Brasil y admirar a ese gigante de Latinoamérica, no
sólo por sus logros a nivel mundial, sino por el fortalecimiento de sus
instituciones, entre ellas -quizá la más importante- la Función Judicial y
su cabeza, el Supremo Tribunal Federal (STF), lo que equivale en nuestro
país, la Corte Nacional de Justicia.

El escándalo conocido como mesalao, estalla en el 2005, cuando un
diputado gobiernista, Roberto Jefferson, presidente del Partido de los
Trabajadores (PT), al cual pertenece Lula, por disputas internas denunció
a José Dirceu de Oliveira e Silva; en aquel entonces, era el todo poderoso
Ministro de la Presidencia del gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva;
Dirceu manejaba una organización mafiosa que compraba votos de
parlamentarios mediante pagos mensuales (de ahí el nombre de mensalao)
, para de esa forma no sólo garantizar la mayoría parlamentaria para
aprobar proyectos de interés del Gobierno de Lula, sino ir construyendo
una base de un plan para perpetuarse en el poder. La denuncia obligó a que
el parlamento nombre una comisión que investigue el presunto delito. La
investigación tuvo sus frutos, se estableció que existía una compleja red de
corrupción que involucraba a las más altas figuras políticas del Gobierno
de Lula y de su partido. La primera manifestación de Lula fue la de decir
que nunca supo nada, que había sido engañado por sus colaboradores más
inmediatos y que, por ende, pedía perdón al pueblo brasileño.

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