24 abril, 2024

Soberbia: El Hombre Que Cree Ser Dios

“La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió”.

Francisco de Quevedo

“La soberbia enceguece al hombre, empodera el ego y anula la humildad.”

Alfonso Aguiló

“Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños, pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.”

Charles Dickens

“Dios se deja conquistar por el humilde y rechaza la arrogancia del orgulloso.”

San Juan Pablo II

“No hay hombre que, revestido de un poder absoluto para disponer de todos los asuntos humanos, no sea víctima de la soberbia y la injusticia”.

Platón

“La soberbia crucifica la fe.”

Luis Humberto Costales

Vivimos tiempos muy difíciles en la humanidad, el virus Covid-19 y sus mutaciones en esta pandemia mundial ha puesto en evidencia la soberbia de ciertos humanos, que con sus poderes económicos y/o tecnológicos, aliados con los políticos corruptos y sus seguidores, están aprovechando la oportunidad de actuar como dioses, decidiendo quienes deben morir en los segmentos de la población, con varias justificaciones que los convierten en asesinos, aunque ellos se consideren salvadores de la humanidad.

El primer segmento de asesinatos es cometido en el mundo de los niños, desde los no natos. Las leyes del aborto que consideran su aplicación en casos de violaciones, graves enfermedades y otros que se enmarquen en serias razones legales se pueden aceptar.

Pero eso de matar por matar por errores de los actores o por experimentos científicos y otras aberraciones es una barbaridad. De igual forma, quienes dicen que hay que matar a los adultos por ser cargas sociales y porque, según sus teorías, hay que reducir la población mundial para salvar al planeta sobrepoblado.

¿Quién o quiénes los han facultado para privar del don de la vida a niños y ancianos? Esto evidencia un brutal materialismo y una soberbia y prepotencia de sentirse dioses que quieren controlar el mundo.

En el pasado, un demente fanático y endiablado ser humano mató a más de 6 millones de judíos. Su nombre es Hitler y con él muchos más, como los líderes comunistas chinos, soviéticos y coreanos del norte y varios otros países, que matan con cualquier excusa o justificación.

Sería largo enumerar a todos los políticos asesinos en todos los países del mundo, a todos los guerrilleros, narcotraficantes y muchos laboratorios y médicos que en países africanos han ocasionado tantas muertes.

Siempre en la historia de la humanidad hubo guerras, matanzas, pero ahora que deberíamos ser más civilizados y humanos, matamos más sin ser políticos en guerras.

Basta con ser multimillonarios con poderes tecnológicos, médicos y de variados tipos para dar órdenes de matar a quien nos parezca.

Existen varios países “civilizados” que cuentan con asesinos asalariados ofreciendo sus servicios de asesinatos, y vemos cómo mueren valiosos periodistas, empresarios, simples ejecutivos y en todos los casos, de ambos sexos.

Han asesinado a científicos, médicos y otros profesionales que con sus trabajos y aportes de conocimiento técnico perjudican los intereses de cualquier grupo o sector, y ordenan su muerte. Estos hombres o mujeres que se creen dioses son demonios.

Vivimos lamentablemente en un mundo en el que nos matan con armas biológicas, quirúrgicas o de fuego.

Son los diabólicos, hombres y mujeres, que se creen los dioses del siglo XXI. Que tristeza y frustración.

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