18 abril, 2024

Comprende mi necesidad imprescindible de expresarlo…

Hay quienes no expresan su amor por creer que hacerlo es algo repetitivo y carente de sentido.

Su definición del sentimiento se basa en que el mismo está vigente mientras se mantenga estable la falsa realidad que viven, aunque lo que vivan sea un infierno que quieran apagar con las sin palabras silenciosas que jamás se dicen.

Decir que te amo para mí es una urgencia imprescindible.

No comunicarte mi sentir por ser repetitivo y carente de sentido, es como aseverar que no se debe respirar por ser repetitivo y carente de sentido.

Te amo porque eres la culminación de mi soñado.

Eres la consecuencia inevitable de mis convicciones.

Me pasaría centurias contando las disquisiciones que me han llevado a esa certeza.

A pesar de lo complejo que parezca, la explicación de mi emoción está en la sutileza que me brinda tú dulzura.

Cada cual debe encontrar sus argumentos para comprender sus porqués debe amar.

Mi razón para amarte es tu bondad.

Tú más sublime patrimonio está en tu noble corazón.

De ti recibo una generosidad que no merezco.

De la manera como das la ternura que me das, solo me das lo más sublime que haya podido percibir.

Es por eso que no puedo callar.

No decírtelo sería afirmar que los silencios más ruidosos están llenos de todo lo que ya se ha dicho.

Por ti soy lo que soy por lo que soy.

Eres la depositaria de mis debilidades; la custodia de mis vacilaciones.

Nuestro amor se basa los secretos que confieren las verdades compartidas.

Me cobijo en tu regazo bajo un firmamento cundido de estrellas.

Nunca terminaré de decirte cuanto te amo.

Ojalá que jamás te canses de escucharlo.

Comprende mi necesidad incomprensible de expresarlo…

 

Artículos relacionados

La Poesía de la Semana: Contrabando en el Cielo

Eusebio Robledo, Abogado, poeta, orador y ensayista colombiano, nació en Caldas en 1872 y falleció en Bogotá en 1926. Fue Magistrado del Tribunal Superior de Medellín, Secretario de Hacienda y de Instrucción Pública de Antioquía. Socio de la Academia Nacional de Historia, de Jurisprudencia de Antioquía y Senador de la República. Durante su trabajo en el Ministerio de Instrucción Pública escribió la Reforma Universitaria (1905). Publicó además Notas humanas, Estética y literatura española, Nociones generales de estética de Historia de la Literatura española desde el Siglo I hasta el Siglo XIX y la Antología del temprano relato antioqueño. Colaboró en varias revistas, entre ellas: La Miscelánea, El Montañés, el Repertorio y la Revista Forense.

Es autor entre otras, de la hermosa poesía que pongo a continuación, que describe la gran esperanza que tenemos los católicos, por la fe en la misericordia de Dios y la intercesión de la Virgen María. Vale la pena conocer y recordar esta tierna historia de amor, de fe, de misericordia y de esperanza.

1 comentario

  1. Felicitaciones Miguel por expresarlo de forma corta, clara y concisa, ya si así no entiende, sería caso de estudio. jejeje. que tenga un buen día.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×