18 abril, 2024

“Sálvese el que pueda llego la peste”

…Por Rodolfo Pérez Pimentel

Después de leer el artículo, con el título señalado arriba, autoría del gran historiador Rodolfo Pérez Pimentel, en “Memorias porteñas” de Diario Expreso -3520- que recomiendo leerlo-

Casi diría que la tragedia que vivimos hoy, como pandemia mundial, es el reprise de la que se vivió en el siglo pasado, bajo algunas circunstancias análogas.

– ¿Quién sabe si no fue también mundial? -Era la época sin medios de comunicación, como los que tenemos ahora, en que todo se conoce al tiempo en que suceden -Siglo XXI-.

Hay que seguir la lectura de dichas memorias e ir comparando similitudes en algunas circunstancias presentes, por supuesto muy pocas, ya que un artículo es insuficiente para señalarlas todas.

Ejemplo: -Se habilitó nuevo hospital en la cárcel… 

-Muerte de médicos y autoridades en los hospitales…

-Multas que ponía Rocafuerte, como gobernador de la ciudad, a la gente que no obedecía las órdenes dadas, etc., etc….

Al señalar solo unas de las analogías de dicho artículo traigo a mi memoria, la estudiada en mi niñez en la Historia de L.N.S. sobre la “tal peste amarilla” que azotó a Guayaquil; en lo concerniente a las victimas decía -Los muertos amontonados, uno sobre otro, eran trasladados en carretas tiradas por mulares, para ser arrojadas a la fosa común- ¿? ¿?.

Como igualmente las causas por las que Guayaquil era la victima de tal endemia -por estar situada a la entrada del Golfo de Guayaquil-, al que llegaban barcos de todas partes, incluso con capitanes y tripulantes que pudieron traer la enfermedad y al morir echaban sus restos al mar, de donde entraba “la plaga” a la ciudad.

Y hoy, por este mismo Guayaquil, parte del Ecuador que como todos los países del mundo: con pistas de aterrizajes, carreteras intercontinentales, cielos y puertos abiertos, con sus millones de transeúntes de todos los continentes, sufre la terrible pandemia del coronavirus.

¡Juntemos nuestras fuerzas, para que al tiempo de cumplir las normas de subsistencia, logren los científicos, que ya están trabajando, encontrar pronto la vacuna para neutralizarla…! 

“Por la paz del mundo”

 

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Pensar no parece ser arte de los ecuatorianos. Las cosas se hacen por continuidad, por “vis a tergo”, no porque se busque solucionar problemas. Parece que pensar implica un acto volitivo difícil de realizar y que las personas prefieren ahorrarse el trabajo de buscar soluciones mejoradas a los problemas.

Motivado por la feria de ganado, pasé el nuevo puente de la Unidad Nacional, el cual ahora lo tendremos que ubicar como el cuarto, para poder saber a cual nos referimos y me llamó la atención, que ahora cada puente tiene una diferente velocidad límite, pues el cuarto permite ir a 80, mientras en los otros el límite es 70. ¡Eso sí! Hay que tener muy buena vista, porque los letreros son tan pequeños que hay que detener la marcha para poder leerlos.

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