23 abril, 2024

Cumplir

Cuando vayas al azar, deja alguna huella de tu paso: ella te guiará de regreso: una piedra colocada sobre otra, algunos pastos aplastados por algún bastonazo.

Pero si llegas a algún lugar infranqueable o peligroso, piensa que la huella que has dejado podría extraviar a los que vengan después. Vuelve entonces sobre tus pasos y borra las huellas. Y esto está dirigido a quienquiera desee dejar en este mundo huellas de su paso. Aún sin quererlo siempre dejaremos huellas. Responde por tus huellas ante tus semejantes.

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Gertrudis Gómez de Avellaneda, Tula, fue una extraorinaria poetisa, nacida el 23 de marzo de 1814 en la antigua Ciudad de Santa María de Puerto Príncipe, hoy Camaguey (Cuba). Mujer de grandes pasiones, su vida estuvo marcada por las desgracias. Perdió a su padre y el casamiento apresurado de su madre la hizo viajar a Europa, primero al sur de Francia,y luego a España, donde se establecieron primero en La Coruña, luego en Sevilla, donde se enamoró de Ignacio de Cepeda y Alcalde y escribe poesías con el seudónimo de “La Peregrina” y por último, en Madrid, donde se enamora del poeta Gabriel García Tassara, con quien vive un romance basado en amor, celos, orgullo y temor. Embarazada soltera, en abril de 1845 nace su hija María o Brenhilde como la llamaba ella, que muere a los 7 meses de edad, sin que su padre la conozca. En ese año obtuvo los dos primeros premios de la Competencia poética de Madrid.

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