20 abril, 2024

El diálogo terminó con el paro, ahora reforme el CNE

Bien Lenin Moreno por dialogar, ceder y evitar más pérdidas y enfrentamientos. Quedaron atrás y mal parados los discursos guerreristas, populistas, regionalistas y racistas porque son discursos de la obscuridad en la que nuestro país ha estado sumido por demasiado tiempo. Ahora es el tiempo del discurso de la luz que alumbrará a nuestro país, ya que un gobierno eficiente y honesto no necesita dar paquetazos para los más humildes y los más pobres de nuestra nación, ni sufre enfrentamientos, ni luchas de clases.

Pero me preocupa que el Gobierno indicó que la eliminación del subsidio a la gasolina extra y al diésel, que representan 1.300 millones de dólares, salvarían la dolarización. Si esa cantidad pequeña pone en riesgo la dolarización, entonces Lenin Moreno todavía no ha salido del bosque obscuro. Parte del dinero robado está reflejado en el déficit del Estado. Recupere el dinero robado y el dinero no cobrado y administre el Estado eficientemente, ya que el problema económico persiste.

Ni se le ocurra eliminar otros subsidios ya que con un gobierno honesto no debe haber déficit presupuestario. Ocho mil millones de dólares son solo una fracción del dinero que ha sido robado. Con un gobierno honesto, esa cantidad de dinero, en lugar de ir a bolsillos de corruptos en coimas, puede solucionar el déficit presupuestario.

Lenín Moreno: Este es su momento para sanear el país y sanear su Gobierno y que se deshaga de los mismos de siempre que lo han presionado y, en mi opinión, hasta chantajeado, durante los años de su administración.

Es su deber patriótico hacer reformas en el Consejo Nacional Electoral (CNE) para deshacerse de esas figuras caducas, que quedaron al descubierto y se evidenciaron como figuras siniestras que han estado manejando los hilos del poder. Reforme el CNE para evitar el fraude en las próximas elecciones y permita el paso a figuras nuevas en la política nacional. El pueblo lo pide a gritos. El pueblo no quiere que se repita la guerra de los corruptos entre dos bandos, ahora claramente identificados.

Nuestro país necesita el balance que solo puede dar una tercera opción, para que vuelva el equilibrio al país; no solo la paz temporal, sino una buena administración que permita mantener esa paz, a través del diálogo sincero entre gobernantes y gobernados, la transparencia en los actos administrativos y la eficiencia y eficacia a través de un gobierno de gente honesta y patriota, para quienes el cumplimiento del deber con su patria y sus conciudadanos es primordial y nunca más el ciudadano ecuatoriano tenga que votar por el menos malo o el supuestamente menos corrupto.

No se deje presionar por esas figuras populistas y caducas que no han permitido el desarrollo de nuestra nación. Reforme el Consejo Nacional Electoral. Esa será la mesa servida de su Gobierno.

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Para fines de 1820, Olmedo había superado algunos escollos, pero tenía otros por delante; el más importante era cómo manejarse en buenos términos con San Martín y Bolívar, dos genios de la guerra que habían puesto la mirada en Guayaquil, a la cual comenzaba a enviar representantes para firmar acuerdos, lo que hoy se llaman alianzas estratégicas.

Olmedo estaba consciente de que necesitaba de ellos y no podía romper relaciones, por lo que supo manejarse con diplomacia sin perder la dignidad y tratando de no mostrar inclinación por ninguno de los dos. El propio Olmedo conocía las limitaciones de Guayaquil e incluso las había hecho públicas en carta al General José Mires. Olmedo mostró habilidad para aprovechar el momento y obtener de San Martín y Bolívar, lo que más convenía a los intereses de Guayaquil.

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1 comentario

  1. Si señor Presidente, reforme el C N E, elimine partidos políticos y que el gobierno no entregue recursos a ningún partido político para sus campañas, reduzca los asambleístas, y al pueblo decirle, NO MAS CANDIDATOS QUE NOS TIENEN CANSADOS Y SE CREEN LOS DUEÑOS DE GUAYAQUIL, no mas banqueros corruptos, elijamos nuevos elementos jóvenes que quieran trabajar en beneficio del pueblo no de los oligarcas, por último señor Presidente entregar bonos no es la solución de salir de la pobreza, hay gente adinerada que lo cobran y los necesitados nada. Está a tiempo.

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