19 abril, 2024

Brevísimo análisis sobre el aborto

Es siempre muy delicado hablar respecto al aborto; pero, no por serlo podemos darnos el lujo de dejar de analizarlo. Más bien, debemos proceder con el mayor tino posible para evitar causar más sufrimiento a quien está pasando por este enmarañado problema.

A simple vista parecerían ciertas las tan sonadas frases: “nadie puede decidir lo que yo haga con mi cuerpo”, “yo soy dueña de mi cuerpo”.

Pero si profundizamos un poco en el tema llama la atención, de inmediato, el hecho de que no ha de ser así, porque yo con mi cuerpo no debo hacerle daño a otra persona. Mis derechos tienen un límite que es donde empieza el derecho de los demás. Así es que no es ilimitado mi derecho sobre lo que puedo hacer con mi cuerpo.

Viene a la mente otra cosa enseguida. Tenemos responsabilidades ante la sociedad. No es bueno que alguien le haga algo malo a su cuerpo porque al hacerlo puede causarle daño a otros que dependen de éste y a quienes ya no podrá servirles.

La vida es un milagro dicen algunos. Pero lo cierto es que la vida del ser humano comienza cuando se fecunda un óvulo al convertirse éste en una célula que tiene 46 cromosomas y que se divide exponencialmente formando al inicio las células madre que son las que forman todos los órganos y componentes humanos. El ser humano no comienza a serlo al salir de la barriga, como alguien que no crea en el método científico pueda pensar. Ni tampoco comienza a serlo un mes antes, ni tres, ni ocho. Comienza desde la fecundación del óvulo, ya que las células madres que salen de éste de forma inmediata no son de perro, ni de gato, ni de chivo, sino de humano y por eso en su ADN están las instrucciones que forman a la persona y que ésta las lleva hasta su muerte.

El gran problema es que muchas veces los abortos se planifican por algún drama humano, ante el cual hay que tener mucha comprensión, empatía y caridad. Puede tratarse de que el embarazo es producto de algo malvado, como una violación; o quizá el problema es que el hogar en donde nacería el bebé no sea el adecuado por estar en pobreza extrema; o que la mujer embarazada es muy joven y no va a poder cuidar bien del niño. En definitiva muchas son las razones por las cuales podría parecer la solución adecuada, un aborto; y es comprensible que a alguien en un momento de desesperación espantosa se le pase por la cabeza la idea, y para justificar el acto diga frases similares a las que están al inicio de este artículo.

Pero una mujer que piense que al abortar está afectando sólo a su cuerpo está confundida. El que más se afecta es el ser humano asesinado. El hombre no debe ser lobo del hombre como lo escribió el romano Plauto en el segundo siglo antes de Cristo, sino más bien debe ser sagrado el hombre para el hombre, como lo dijo Séneca. La humanidad debe regocijarse con el crecimiento de la humanidad, y entristecerse con cada persona que se va. Por esto es que matar va contra la moral. Es un acto que al generalizarse es dañino para la humanidad, y como decía Aristóteles, en la Ética de Nicodemo, un acto es inmoral si al generalizarse hace daño.

La solución no va a ser nunca matar para olvidar, ni matar para deshacerse del estorbo, por más que en algún momento lo aparente ser. No. Siempre hay otro tipo de solución. Debe la madre tener el apoyo de la sociedad. Más culpable que quien comete un crimen en la oscuridad es quien crea la oscuridad y permite que ésta continúe, como lo dijo Víctor Hugo. Pero esto no debe ser excusa tampoco para que alguien mate a un ser humano por más pequeño que éste sea. Hay familias que dan lo que sea por tener la oportunidad de adoptar. Quien piense abortar debe más bien darle esa alegría a aquellas familias.

No debemos hacerle daño al ser humano que está en gestación; ni tampoco a nuestro cuerpo. A fin de cuentas, no es cierto que somos sus dueños. En la práctica no somos más que administradores de nuestro cuerpo y por conveniencia propia debemos respetar la vida de los demás para que la nuestra sea respetada también.

Entiendo que el problema es más complejo que lo aquí planteado y que esta pueda ser una simplificación del asunto. Me apena la gente que pasa por un dolor tal que los tiente a buscar el aborto. Extendámosle la mano a estas personas, busquemos la manera de ayudar y sacarlos de esa oscura noche donde se encuentran arraigados, para que encuentren en su vida nuevamente la alegría del amanecer.

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Damnatio Ad Bestias

A través de la historia, han sido varias las formas de aplicar la pena de muerte; los seres humanos en muchas de ellas han hecho gala de extrema crueldad:

La muerte en la hoguera, sobre una pira de leña la víctima acusada de herejía o brujería era amarrada a un mástil y se le prendía fuego.

El fusilamiento, el reo era ejecutado por una descarga de disparos hecha por un pelotón de fusileros; normalmente había sido juzgado por la justicia militar.

El verdadero rostro de la oposición

Comenzábamos a maldecir la sinrazón de todo lo que acontecía. Un cuarto de siglo había transcurrido desde la reinstauración de la democracia y nuestro desarrollo seguía incipiente . El peso de los intereses privados resultaba ominoso y el anhelado despegue económico se enervaba pese a los esfuerzos de gente emprendedora que ponía el lomo al sol con una visión obviamente individualista pero generadora de riqueza. La ayuda estatal a la inversión privada y la inversión estatal misma en el área social, pese a los discursos en contrario, eran tremendamente deficitarios. Se requería, pues, de un cambio. Un cambio en democracia, con el pragmatismo y el tesón necesarios que no puedan confundirse con demagogia barata ni con terquedades de mula. Había una democracia raquítica que despedía a sus Presidentes al exilio , pero en la que , sin embargo, gozábamos de libertad de expresión y de información, que daban fluidez a la libertad de acción, así como la convicción de ser titulares plenos de nuestros derechos civiles. Repudiábamos ,aunque con pasividad, el predominio egoísta de las oligarquías representadas por grupos de presión que crecían en el ámbito financiero, político, sindicalista y militar, entre otros, así como a la cortesanía capitalina que se iba adueñando paulatinamente de todo el gran espectro económico nacional. Pero, a pesar de este reprochable “sistema”, nos sentíamos libres y creyentes de un destino forjable con nuestra capacidad y eficiencia.

Y llegó Correa, el Mesías, con sus encendidas proclamas moralizadoras y grandes planes de inversión social, sintonizando con el malestar nacional. Las esperanzas se volcaron en él, atraídos por sus cantos de sirena. En cuanto a mí, su agresividad e intemperancia, unidas a sus desatinadas e innecesarias alusiones hirientes a todos cuantos no comulgaban con sus ideas, me hicieron prever el peligro que significaba lo pueril y lo efervescente gobernando una Nación. Pero me uní, íntimamente, a la esperanza de los demás. Y la nueva y triste historia del Ecuador comenzó…

1 comentario

  1. Yo lo veo mucho mas simple el tema. Pero hay que resolver dos cuestiones antes de plantearlo.
    1) Es un humano nuevo y único o son células de la madre?
    2) Esta vivo?

    El debate realmente esta en esas dos preguntas. Ya que luego de resolverlas entramos en la semántica de bajo que circunstancias es licito matar un humano ya sea que exista dos meses o dos décadas en este mundo.
    Todas las justificaciones del aborto que hasta ahora he escuchado pueden agruparse en justificar el aborto por inconveniencia, comodidad, dolor, o sufrimiento de alguna de las partes.
    Ese argumento se cae por su peso, si es que algo de humanidad nos queda y hemos repudiado en nuestra historia sucesos donde otro humano mata por alguna de esas causas no hay como justificar eso, ya que no lo querríamos para nosotros entonces no cabe desearlo para alguien mas. (Es decir no querríamos estar en el otro lado de esa ecuación donde otro decidiera mi muerte por esos motivos).

    Por ello el debate esta en las dos primeras preguntas.

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