28 marzo, 2024

Baja la velocidad, baja el volumen, y no desperdicies el agua

Quiero insistir en estos temas de tanta actualidad, como los indicados

Bajar la VELOCIDAD, cuando conduces un vehículo, es una norma que precautela la vida propia y la de los demás. Evita accidentes, heridos y muertos innecesarios, solo con ser precavido, respetar los límites de velocidad, los carriles y demás señales de tránsito.

La multa es una buena opción de las autoridades, pero no es la mejor, prefiero el “pago”, de “servicios a la comunidad”, que ha propuesto, nuestra Alcaldesa Cynthia, que de seguro, para quien la sufra, será más duro, volver a repetir tal infracción.

Hay otras soluciones, que cuestan mucho, como los pasos elevados peatonales, que a los ciudadanos les “cuesta”, utilizarlos. Son los enemigos de sí mismos, prefieren morir, en ocasiones, a hacer el esfuerzo y caminar un tramo mayor, para ahorrarse unos segundos, poniendo su vida en peligro.

Al ex Alcalde Nebot, no le quedó otra salida que, “cercar” las veredas y parterres divisorios con malla, para evitar tales accidentes, sin embargo hay quienes, se las “trepan”, exponiendo su integridad.

La ciudadanía, está colaborando con Cynthia. Ella cambió, la cara adusta y bigotona de su antecesor, con una sonrisa y le ha ido mejor.

Ojalá la ciudadanía aprenda a estimar su vida o su integridad y los conductores también hagan lo suyo. Cada dia veo mas conductores, con celular en la oreja o en las manos, cuando manejan. No lo entiendo. Aunque si reconozco que pueden haber llamadas de emergencia o necesarias que nos evitarían un largo e innecesario recorrido.

En estos casos, el agente o vigilante de tránsito, también debe poner de su parte, escuchando al conductor y su explicación.

En alguna ocasión, muchos años atrás, conducía por la Av. Rocafuerte (al norte), para tomar la Calle Loja, el semáforo estaba en rojo, vi que no había transito contrario y me pase la luz roja.

Justo el vigilante estaba ahí, y me detuvo, me indico: “señor, se pasó la luz roja”. Teniente, le dije, así es, a esta hora (7 ½ pm) si me detenía, me podrían haber asaltado. Me dijo, cierto es, esta es una “zona roja”, se conformó con mi explicación y me dio orden de continuar, se lo agradecí.

Hay casos y casos, y todos tenemos una historia que contar.

Respecto del VOLUMEN. Recuerdo de “campañas” de radio y televisión, que eran financiados por las autoridades, que decían “Baja el Volumen”. Tuvieron éxito, vehiculos, convertidos en discotecas ambulantes, llevaban en su interior, en aquellos años, altoparlantes, a muy alto volumen, La “pitadera” innecesaria, de quienes creen  que el tránsito fluye mejor, porque “pitan” con insistencia, causando alarma y estrés, entre el resto de conductores. Igualmente el volumen de la radio y/o la T.V, en ciertos hogares, sobre todo en los hogares de menores recursos económicos y en los famosos “Conventillos”.

Es necesario mayor prudencia al conducir, sobre todo hoy por hoy, que Guayaquil, tiene ya un exceso de vehículos circulando, en la ciudad y generalmente por las mismas calles de siempre, para llegar a tiempo, a la reunión, trabajo o a cualquier otro lugar.

En cuanto a la UTILIZACIÓN DEL AGUA, no utilizo la expresión “ahorren el agua”, sino más bien, NO LA DESPERDICIEN, , que no es lo mismo.

El agua que utilizamos es la necesaria para nuestro aseo diario, lavarnos las manos, el cuerpo y/o las partes íntimas -las mujeres-. Lo que se tiene que proponer es CERRAR, la llave. Hay quienes dejan chorrear el agua, mientras se lavan los dientes, se afeitan o se bañan. Es ahí donde se da el desperdicio.

La campaña efectiva sería. “Cierra la llave, no  desperdicies el agua”.

Por una radio, escuche sobre este tema y a una expositora de comentarios, decir: “El baño tiene 3 tiempos, el primero para mojar el cuerpo, el segundo para enjabonarte y el tercero para sacarte el jabón. Yo agrego: después de cada paso: DEBES CERRAR LA LLAVE.

El agua para beber, (dulce) es a duras penas el 3% con relación al agua de mar (salada), que cubre el 75% del Planeta Tierra. De este mínimo porcentaje, son numerosísimas las ciudades y poblaciones en el mundo que carecen de un sistema técnico de potabilización del agua para convertirla en agua para beber.

Sin potabilización, las enfermedades por gérmenes, hacen presa fácil de las personas, sobre todo a los niños.

Hay quienes “vaticinan” que las próximas guerras mundiales serán por causa de este líquido vital

Pongamosle mucha atención a estos temas, para evitar más molestias, accidentes o enfermedades.

Hagamoslo ya, mañana podría ser demasiado tarde.

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