28 marzo, 2024

La consulta inconsulta de Lenín

Los asesores recomendaron no debatir y el candidato asintió. La mediocridad no fue impedimento para concluir que no debía exponerse al candidato superior, más aún cuando para vencer, corrupción aparte, era necesario driblar la incontestable realidad de una corrupta revolución de ínfimos resultados a pesar de los grandes recursos de los que dispuso. Las promesas de campaña fueron coyunturales. Así ganó Lenín. Sin embargo, ahora mandatario, se confirma lo que previamente se conocía. La ambigüedad del mensaje, el doble discurso, la insustentabilidad de los nombramientos y la ausencia de tesis de Estado corroboran la carencia de cuando menos sutiles destellos de prestancia gubernamental. En definitiva, donde los asesores proponen, el mandatario solo dispone; demasiado cálculo político para un pobre planteamiento de preguntas para una consulta popular.

Su alto nivel de aceptación proporcionará una victoria electoral para el mandatario, no así para el Ecuador. La consulta lo afianzará y su popularidad crecerá aún más, pero sin políticas económicas de mercado y una generalizada reestructuración del Estado-Gobierno poco será lo que pueda producir Lenín. La caída de Glas, por demás justificada aunque tardía, evidencia el mayor peso de la opinión pública sobre la írrita institucionalidad de PAIS. Réquiem por un país dirigido por ineptos, manipulado por incalificables, y un destino marcado por carencias institucionales, una justicia obtusamente inclinada con el poder, la incertidumbre política y la penuria económica.

Artículos relacionados

Don Rafael Tomalá… Un héroe verdadero

Siempre he privilegiado muchas cosas y, entre ellas, el hecho de ser ecuatoriano hasta la medula. Y porque no decir además que a través de nuestras propias acciones podemos sacar a flor de piel ese orgullo de ser gente buena, hechos espiritualmente a la medida de Dios.

Acá en Guayaquil todos percibimos ese inmenso hedor a podredumbre social que nos asfixia, y que no es otro que aquel que de manera contaminante e implacable emana la ola delincuencial a la que estamos sometidos. Sin embargo de esto, vemos lo hermoso que es saber que existen personas que, a pesar de haber delinquido en los momentos oscuros de su vida, y luego de una sincera reflexión, optan por tomar el camino verdadero, repleto de decencia y de profundas acciones, que cada día los acerca más a Dios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×