19 enero, 2025

Los candidatos presidenciales (Parte 4)

ALVARO NOBOA. Empresario privado, banquero y con alguna experiencia financiera pública -presidió la Junta Monetaria, en el Gobierno de Abdalá Bucaram-.

Caritativo con los pobres -en campaña- cuatro veces candidato a la Presidencia, en todas ha perdido, salvo en una, que la opinión pública, lo dio como ganador presidencial, pero, “de repente” aparecieron algunos votos mas, en favor del Dr. Jamil Mahuad -nacido en Loja- y, formado en Guayaquil, en su juventud y estudiado y graduado, de Doctor. en Leyes, en Quito, a quien los recintos electorales, le dieron el triunfo.

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Hay que tener mucho cuidado con los organismos que contabilizan los votos en Loja, es, en ese recinto electoral, donde el contaje de votos, ha favorecido al perdedor de la presidencia.

Sucedió con el Dr. Raúl Clemente Huerta, de quien se decía triunfador para la Presidencia de la República, de repente, surgieron mas votos en favor del Dr. Camilo Ponce Enriquez, a quien se le dio el triunfo electoral.

Alvarito, como cariñosamente lo tratan sus partidarios, ha madurado políticamente hablando, se expresa mejor, ya no es tan histriónico y este gobierno, contra quien luchó abiertamente, desde su campaña electoral y, desde que subió al poder el Ec. Correa, lo persiguió tributariamente, lo glosó con una millonaria glosa de $90’000.000.00, y finalmente, le incauto su mas grande hacienda agrícola y ganadera “La Clementina”, algunos vehículos de lujo, su residencia partícular y otros bienes subvaluados, con los que se cobro la glosa establecida por el S.R.I.

Su cónyuge la Dra. Azin -médico- lo ha acompañado en sus candidaturas, inclusive fue eligida Diputada y en campaña, comandaba personalmente las “Caravanas de la Salud”, que eran hospitales móviles que daban una buena atención a los sectores marginales de Guayaquil y de las principales ciudades y poblaciones en la Costa y Sierra ecuatoriana.

El An. Noboa Pontón, para ingresar a la política, renuncio la dirección de todas sus empresas, -las que constituyo él como empresario y las que heredó de su padre, el magnate Luis Noboa Naranjo, y las que adquirió en compra a la segunda cónyuge de su padre.

El Ab. Alvaro Noboa, también incursiona en el negocio bananero y es exportador de banano, en la modalidad de un embarque semanal a los Estados Unidos y Europa, que transporta -las cajas de banano- con sus propios buques.

Fundamentaba sus programas de Gobierno y sus campañas políticas en sus amistades empresariales y buenas relaciones comerciales con grandes transnacionales norteamericanas, a quienes las invitaría a invertir en el país y así poder dar empleo a los mas pobres, para convertirlos en obreros especializados. Sus puntos de vista electorales, también se enfocaban en una educación mas práctica y de mejor calidad técnica, dirigida hacia el agro y a la exportación de los productos primarios, costeños y serranos.

No dudó en aliarse con partidos populistas de derecha y de grupos de extrema izquierda, así como captar los Gremios Profesionales a cuyos candidatos -se dicía- les financiaba las campañas internas, en las ramas de especialidad profesional que le interesaba.

El Ab. Noboa Pontón, insistirá en su candidatura presidencial una vez más. Así lo expreso meses atrás.

Tiene el escenario económico, preciso para insistir en sus promesas de campañas anteriores y convertirse en “salvador” del país, que transita una seria crisis económica, con sus cuentas en rojo y con una deuda externa inmensa, que deberá pagar a corto plazo.

Fundó un partido político que denomino P.R.I.A.N., que desapareció de los registros electorales y hoy ha conformado uno nuevo “Adelante Ecuatoriano, Adelante”, que con seguridad lo postulara, en próximos días, una vez más como candidato a la Presidencia de la República.

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Se acostumbra a dar a un Presidente cien días para medir su desarrollo. El actual que según “su Constitución” dice haber sido reelecto, se ha tomado un mil ciento sesenta y siete días para hacer cero obras, cero producción, cero seguridad. Lo que si ha habido son enormes despilfarros. ¿Cómo se entiende?

Asegura que todavía le quedan un mil veintitrés días por gobernar. Hasta en esto le falla su matemática cuatro años son 1461 días (el bisiesto) o sea que se ha impuesto una buena yapa.

Y en todos estos largos y tediosos días de su show, comunismo retrogrado y absorbente, rebautizado Socialismo del Siglo XXI, hasta hoy solo ha hecho campaña política y asegurado una dictadura despótica; en la cual, al igual que el pronóstico del tiempo, hay que despertarse para ver si estás entre los buenos o, entre gallos y medianoche mientras cambian las “leyes”, te mandaron a la fila de los lacerados, de los apestados.

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