19 abril, 2024

Las razones válidas de Almagro…

“La  injusticia en cualquier lugar  es una amenaza para la justicia en todas partes”. Martin Luther King

Toda forma de desprecio, si interviene en política, prepara o instaura el fascismo”. Albert Camus

Defender la democracia  no es solo defender una formalidad  social de entenderse. Es defender la esencia misma de la vida en sociedad.  Es decir sí a las libertades  públicas. Es decir sí a los derechos humanos. Es decir  sí a  las garantías constitucionales,  de un país que oferta,  como su objetivo primordial,  la seguridad  social  de las  personas que lo integran y de sus bienes legítimamente adquiridos.  Es decir sí a la justicia, a la educación, a la salud sin que medie intereses de  raza, de estatus económico, de arbitrariedad institucional… Defender la democracia es, entonces,  defender  la construcción de  una vida  en la paz, para la paz y por la paz. O sea, una vida sin engaños. Una vida  sin odios. Una vida  sin violencias.

¿Qué reconoce, ahora,  Luis Almagro  en calidad de  Secretario de la OEA, al invocar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana  aprobada el  11 de septiembre de 2001 (Lima, Perú), en el Vigésimo Octavo Período Extraordinario de sesiones?  Protege e impulsa, con esta invocación, en legitimidad y legalidad, la defensa de la democracia. Ni más allá ni más acá de lo estatuido en su contenido que, en buena medida, está sustanciado a la par en el Primer Considerando y en su Artículo 1. De ambos enunciados resalta la democracia como “INDISPENSABLE PARA LA ESTABILIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO DE LA REGIÓN”. Pero, además, la “OBLIGACIÓN DE SUS GOBIERNOS DE PROMOVERLA Y DEFENDERLA”.

¿Son conscientes, en verdad, los gobiernos de esta América nuestra, de la realidad actual de sus pueblos entre miseria social, corrupción institucional y aventurerismo político, como fuente del deterioro de sus sociedades? Si así fuera no habría discusión sobre la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, al ser indispensable. Más aun al tratarse del caso de Venezuela… ¿O es que nadie sabe que  ha traspasado ya, en un contexto de terrorismo de Estado,  los límites de la cordura al pretender, con  desmedro de la democracia, oxigenar  un nacionalismo fascista, típicamente populista y demagógico?. Para Jacinto Pérez Arcay, General en Jefe de la Fuerza Armada Bolivariana, el desastre en que está embrollada Venezuela, es por ausencia de un liderazgo  serio y competente. Y desde su posición insiste, <<Bolívar dice: “El mejor gobierno es el que le proporciona a su pueblo la mayor  suma de felicidad posible”, no la tenemos. La mayor suma de seguridad social, no la tenemos. La mayor suma de estabilidad política, no la tenemos…>>.  

No olvidemos a Martin Luther King  cuando  se trata  de recuperar las libertades y los derechos…”La  injusticia en cualquier lugar, expresó con voz alta alguna vez,   es una amenaza para la justicia en todas partes”. Pero, imposible, también, no estar de acuerdo con Albert Camus, cuando  advierte que “Toda forma de desprecio, si interviene en política, prepara o instaura el fascismo”.

Artículos relacionados

El último disparo

Tengo el mayor de los respetos hacia una persona fallecida. Trato en lo posible no juzgar sus actuaciones ya que no le es posible defenderse de sus detractores ni agradecer los elogios […]

De actualidad

En el país los temas de mayor actualidad y que recogen todos los diarios y noticieros son: la corrupción que se dio en el gobierno del dictador Correa y que da sus […]

1 comentario

  1. Maestro! Sus comentarios muy puntuales y acertados. Seguramente a algunos no les guste, pues creerán que el poder es para toda la vida. Una lástima por Venezuela, tierra de libertadores y mártires, hoy en manos de ignorantes, impreparados y saqueadores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×