18 abril, 2024

Momentos sin voz

Es imposible que comprendas todo lo que significas para mí cuando eres mía. Sucede en unos días diferentes a otros días… Sin razón alguna soy distinto; estoy distinto. Es como si algo que no tienes, de repente sabes que lo tienes. Un intangible tan tangible como el encanto que ilumina una mañana, aunque esa mañana sea la misma que cualquier mañana.

Cuando se acerca el momento para verte; la inquietud me invade. A medida que se aproxima el instante, desespero de ansiedad hasta que llegues. Una estremecedora inquietud se apodera de mí percibir, Le ruego al tiempo que pase raudamente, aunque sé que inexorablemente fluye lentamente por su propia esencia.

De pronto sucede; estás frente a mí. En un momento esperado pero inesperado, tu imagen alumbra cada espacio del despacio espacio de mi anhelo.

Al mirarte; veo que desbordas tu pasión. Eres la mujer más excitante que haya puesto sus pies sobre la tierra. Entonces te abraso en un eterno abraso. En mis intenciones sin ningunas intensiones; nada está pensado ni planeado.

Me apresuro a estrecharte tiernamente. Es como si quisiera sentirte más real, sabiendo que eres mi certeza más real.

Luego te huelo; en seguida te acaricio. Al instante mis sentidos se alborotan; son conscientes que conquistarán tus territorios amados y reconocidos. Entonces le exijo a mis labios que acaricien cada tramo de tu cuerpo. A fuerza de mis besos te enardezco los poros de tu grácil envoltura. Al excitarte esto o aquello, te excitas esto o aquello. Somos un invariable dar y provocar; un inevitable proceder y suceder.

Irrefrenablemente me doblego a la obsesiva necesidad de poseerte. Con urgencia muerdo tus adentros y devoro los vientos emanados de tu respirar. Enardecido te succiono como un desenfrenado que intenta descender a tus adentros.

No hay otro olor como el olor que desprenden tus entrañas. En lo bebido de tu fuente descubrí el milagro de tu amor. Luego juego y te rejuego entre tus roses y sus goces.

Bailamos una danza de pasiones. Abrasados en una nube de estrujones y apretones, fraguamos un furor de impostergables conclusiones.

En un momento de tu entrega te sometes. Eres un deseo que suplica más ardor del que yo te pueda dar. En ese instante del ahora; te estrujo, te viro y te reviro.

Una fuerza incontenible nos desquicia con locura. Tu pasividad se hace agresiva, tu timidez se torna una insolente desvergüenza. Eres una fiera que arremete con sus garras para dar y recibir sin ninguna condición. Por la brutalidad derramada de tus necesidades, me convierto en un depredador que ahí mismo te devora.

Extasiado me abandono al no saber si prolongar o terminar con la eclosión de lo sentido. Gruñidos y gemidos son gritados por tu salvaje recibir. Cuando decido culminar porque tú lo has decidido; termina el embeleso de una intensa plenitud.

Concluimos agotados en la efímera brisa de un espacio sin pared, Trascendemos a una parte sin mitad; Un lugar donde la sensación de posesión me fue otorgada por tú entrega.

Por un instante creo ser tu dueño sabiendo que es un sueño. En tus brazos encontré la sensación de pertenencia que buscaba.

Mientras hurgaba en tus entrañas descubrí a la más amada de mi historia. Cuando con la calma se extenuaron los amares y las perturbaciones, Todo mi ser tremolaba; palpitaba, Mi corazón se estremecía; resurgía.

Desesperadamente respiraba como si no pudiera respirar. Después llegó la tregua con el silencio del sosiego. Recuperaba mi conciencia y regresaba hacía mi propia identidad. Del nosotros que fraguamos por la fuerzadel querer, retornaba a ser un soy que quería ser el soy que por momentos me dejaste ser.

Luego venía la ternura. Mí lograda paz se refugiaba en tu dulzura, Nuestra irrealidad se volvía realidad.

Acabábamos saciados en una comunión sagrada de nuestro recibir. Eran los mágicos tiempos de un sin tiempo sin después. Momentos sin voz de un amor sucedido entre los dos…

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Cuando una persona famosa en los ámbitos del deporte o espectáculos se nos va, sientes su marcha y te resulta extraño pensar que no vas a volver hablar de ella. Cuando una persona famosa en el mundo del arte se nos va, sientes una especie de vacío en el campo de la creatividad que de alguna manera resultará difícil de cubrir y cuando se va una persona como Gabriel García Márquez, no solo ocurre lo anterior sino que también dejas escapar alguna lágrima. Quién no se ha acercado a él en vida de alguna manera, habiendo tenido la gran fortuna de conocerlo personalmente y disfrutar de su presencia, o simplemente leyendo algunos de sus escritos o interiorizando algunas de sus vivencias escritas. Cuando te pasa esto sabes que algo de él tienes dentro de ti, es lo que ocurre con las personas que son entrañables, y cuando te enteras que se nos ha ido sabes que algo de ti también se ha arrancado. Pregúntate ahora mismo por las noticias mundiales que tuvieron lugar en ese día de su fallecimiento, un jueves por la noche, yo sinceramente no recuerdo ninguna, y es que quedaron todas ellas eclipsadas por la noticia de su pérdida.

1 comentario

  1. Sólo de leer, hasta yo me he trastornado.
    Me pregunto con insistencia si alguna vez me he sentido así como evidentemente tu no sólo q sientes, sino q vives esa situación mágica.
    Bien por compartirlo. Aunque a los q de pronto no hemos sido amados tanto, hasta nos pueda doler. Tanto amor.

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