8 diciembre, 2024

El mordelón

Dicen que existen tres cosas con las cuales le gente se apasiona en demasía al hablarlas: la política, la religión y el fútbol. Ahora, si solo hablarlas nos apasiona, vivirlas, bien puede provocar un mordisco.

En los últimos días toda la prensa mundial no habla de otra cosa que la sanción impuesta al delantero uruguayo Luis Suárez, por una mordida propinada al defensor italiano Giorgio Chiellini, incidente que le constó el Mundial. La FIFA lo suspendió por nueve partidos y por cuatro meses de toda actividad futbolística.

Lo cierto es que en mundiales este no es un hecho aislado, ni tampoco lo es la agresión contra un jugador de la selección azurra. Recuerdo como si fuera ayer la final del Mundial de Alemania 2006 que la disputaban Francia e Italia, en la cual el francés Zinadine Zidane fue expulsado del partido con tarjeta roja por darle un cabezazo en el pecho al central Marco Materazzi. Muchos dijeron en esa época que el italiano fingía, otros que verbalmente provocó al jugador francés y de allí su reacción. ¡Competidores coléricos!

Los expertos en psicología afirman que este tipo de actuaciones constituyen una “respuesta subjetiva a la frustración”, pues lamentablemente los seres humanos muchas veces no sabemos como lidiar con ellas y mucho menos en una cancha, como aconteció el mes pasado con Pepe, jugador de Portugal, quien fue expulsado del partido por darle un cabezazo a Müller de Alemania ante su impotencia de ver como “supuestamente”, el teutón fingía.

Lo que acontece en la cancha o en el ring, escapa a la mirada atenta de los espectadores, quienes no conocemos de cerca, la carga psicológica, la tensión y el estrés que tienen quienes se encuentran disputando la conquista de una gloria nacional, seres que por sobre su fama, siguen siendo humanos.

Si la sanción fue desproporcionada solo el tiempo lo dirá, por lo pronto, el pueblo uruguayo y su presidente piensan que sí, así como también lo piensa el italiano Chiellini, que en su página web oficial afirmó que consideraba “excesiva la sanción propuesta” a Suárez.

La verdad es que en el fútbol como en la vida, “el que se pica pierde” y hoy vemos como muchas cosas se pueden perder, por una mordida. ¡Ojo con la cólera!

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