28 marzo, 2024

La despeculación del peculado…

A veces la justicia no es otra cosa que una complicidad legalizada que se usa para la conveniencia de quién la controle. Recuerdo que un alto funcionario fue a visitar a un ministro que se encontraba preso en la cárcel por una acusación de peculado.

Todos pensaron en la inaudita suerte que tenía este secretario de estado, ya que había movilizado a tan alto burócrata, para que abandonando sus altísimas funciones, se haya tomado el tiempo necesario para visitarlo.

A la salida de esa visita, el visitante aseveró que el ministro era inocente y que metería sus manos al fuego por él. En esa época se le seguía un juicio por peculado y la presunción de inocencia del secretario de estado estaba vigente hasta que concluyera su juicio. Esta inocencia presuntiva era un derecho constitucional que le garantizaba el no ser declarado culpable hasta que no concluyera su juicio.

Por haber sido encontrados con las manos en la masa sobre esta misma presunción de peculado, también se acusó a un sub secretario. Se mostró públicamente un video donde se mostraba al asesor del ministro en su domicilio, con dinero y cheques a su alrededor. Lo increíble es que se ve al asesor en el momento que entraba la policía para capturarlo y en un afán desesperado para no ser incriminado, se tragó los cheques que supuestamente eran las coimas de un negociado cometido en esa cartera de estado.

De ahí nace el famoso apodo de comecheques, que perseguirá de por vida a quién se los comió. Con el paso del tiempo, se comprobó dentro del juicio que sí hubo peculado y se encontró culpable al ex ministro y su asesor.

Aquí viene lo insólito. Esta es la vergüenza nacional.

El ministro fue declarado culpable y sentenciado a tres meses de reclusión por habernos robado a todos los ecuatorianos, ya que todos conformamos el estado.

Como el ex ministro llevaba recluido más del tiempo de lo que su sentencia lo condenaba, no tenía que cumplir la sentencia porque ya la había cumplido.

El famoso comecheques, fue condenado a cumplir un año de prisión por el mismo delito.

Estas son las cosas inverosímiles de nuestra desjusticiada justicia. Todo es una farsa. Se cacarea a los cuatro vientos la incuestionable honestidad de los que componen el gobierno. Quienes lo conforman aseveran que jamás tolerarán la corrupción. Pregonan que solo aquellos hombres honrados de su partido, serán los que lleven a cabo el proceso revolucionario jamás visto en la historia de la humanidad.

Esta sentencia es una vergüenza jurídica que premia a los ladrones. Es una despeculación legítima del peculado. Es la impunidad legalizada a favor de los cacos que nos roban. En los actuales momentos, un peculado ya no es tipificado como un gran delito. El ser juzgado por hacerlo, equivale a la indulgencia tenida por un ladrón que roba un celular que no valga más de seis cientos dólares.

Ninguno de los dos se va a la cárcel por robar.

El peculado no es peor ni mejor por la cantidad robada. Es lo mismo que un ministro robe cien dólares o treinta millones de dólares. El acto de asaltar al estado es el más grave delito cometido por un funcionario público.

Hay un refrán que dice: muerto por uno, muerto por mil. Un peculado hecho por un dólar es igual a un peculado hecho por un millón de dólares. Los dos son actos ilícitos. No tiene nada que ver lo robado, ni la cantidad robada. Es rarísimo que esta misma justicia sea severísima cuando se sentencia a ocho años de prisión a Mary Zamora por salir en una manifestación con los alumnos del Aguirre abad.

La ley es implacable cuando sentencia a cuatro años a Jiménez. Es inexorable cuando condena a dos años de prisión a Emilio Palacio. Es iracunda cuando sentencia a dos años de cárcel y cuarenta millones de dólares de multa a diario el universo y sus directivos.La justicia tiene una desgarradora severidad con los opositores, pero tiene una actitud benevolente y contemplativa para los ladrones del estado.

Esta irrisoria sentencia constituye un escándalo. Crea un terrible precedente jurídico que servirá para para estimular el robo a los depredadores del estado. Todos los atracadores de las arcas públicas están de fiesta con esta sentencia.

Con la jurisprudencia que la misma ha creado, cualquiera puede robar, sabiendo que con el precedente jurídico que les otorga esta condena, se podrán acoger a la misma sentencia, para salir libres y con las maletas llenas.

Estos no son los hombres de las manos limpias y los corazones ardientes.

Estos son los hombres de las garras sucias y los bolsillos ardientes.

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1 comentario

  1. Este gobierno de la llamada revolución ciudadana inicio con su primer acto de corrupción con los famosos Pativideos y al responsable se lo premio creándole un nuevo cargo inventado el de Gobierno Provincial del Guayas, con este caso se dio clara señal que todos los actos de corrupción serian cubiertos con la impunidad, toda vez que desde esa ocasión se prohibieron los videos que servían como evidencia de todo acto ilícito de los funcionarios de gobierno.
    Pero no conforme con esto el presidente se declaro que era jefe de todas las funciones del estado por lo que era necesario METERLE LAS MANOS EN LA JUSTICIA, y que es lo que se ha logrado la impunidad y iniquidad en la administración de justicia encubriendo los malos actos de gobierno y castigando a los opositores y a quienes no piensan como el presidente.
    Por que los juicios ordinarios de los ciudadanos comunes duermen el sueño de los justos ahí no hay cambio alguna ni justicia para el pueblo

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