19 abril, 2024

Graciosos ascensos

El 4 de febrero de 1992 (4F), en Venezuela, el Tcrnl. Hugo Chávez Frías lideró una cruenta intentona golpista para derrocar el gobierno de Carlos Andrés Pérez, el golpe fracasó y Chávez fue detenido y condenado a dos años de prisión. El 27 noviembre (27N), de ese mismo año, un grupo de militares protagonizó otro intento de golpe, que también fracasó; entre sus demandas se hallaba la puesta en libertad de Chávez. En mayo de 1993, el Parlamento destituyó a Carlos Andrés Pérez; su sucesor, Rafael Caldera decretó la amnistía de Hugo Chávez. Muchos de los militares que acompañaron a Chávez en la intentona golpista y aquellos que participaron en la otra intentona (27N) fueron dados de baja.

Una vez liberado, Chávez inicia una meteórica carrera política, ganó las elecciones y asumió la presidencia en 1999, sus antiguos compañeros de las fallidas aventuras golpistas asumieron cargos importantes en la administración del Estado.

El 27 de diciembre pasado, en una ceremonia castrense, el heredero de Chávez, Nicolás Maduro, decretó el insólito ascenso de oficiales golpistas que participaron el 4F y el 27N, a los que llamó “combatientes patriotas”. Sin mediar ningún requisito legal, anunció que el Teniente Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional, es ahora Capitán; el Tcrnl. Francisco Arias Cárdenas, gobernador de Zulia, es Coronel; y el Capitán de Navío Ramón Rodríguez Chacín, gobernador de Guárico, Contralmirante.

El ahora “Contralmirante”, Ramón Rodriguez Chacín, fue señalado en el 2009 por la Oficina de Control de Activos Extranjeros por colaborar con los insurgentes colombianos de las FARC en el tráfico de drogas.

En nuestro país, el Presidente Correa, en una sabatina, señaló que el personal militar había crecido “incomprensiblemente” desde la firma de la paz con Perú; que se necesita personal para las entidades complementarias de seguridad y que los miembros de las FF.AA., que voluntariamente deseen ser trasladados a dichas entidades, tendrían varios incentivos como no pedir “la baja” y que ascenderían al grado superior, y además dijo: “por ejemplo, que un Teniente Coronel, pasaría a ser Coronel y su salario será según esa jerarquía”.

La Constitución que nos rige señala en su artículo 160: “los miembros de Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional estarán sujetos a las leyes específicas que regulen sus derechos y obligaciones, y su sistema de ascensos y promociones con base en méritos…”.

Específicamente, la Ley de Personal de las FF.AA. que regula la carrera del militar, señala los requisitos de ascensos en cada grado: tiempo de servicio, calificaciones, cursos, exámenes físicos, médicos, etc.

No se puede, al menos en nuestro país, hacer graciosos ascensos violando la Constitución y las leyes que rigen la carrera de los uniformados.

Artículos relacionados

Nadie acabará con los libros y la lectura.

Girl reading a book

Dos acontecimientos culturales de gran relieve vinculados a los libros y la lectura han ocurrido en el último período del año.

Con una primera edición en castellano para todo el mundo se publicó en le mes de agosto y circuló posteriormente la obra “Nadie acabará con los libros” una entrevista de altísimo nivel cultural realizada por Jean-Philippe de Tonnac a Umberto Eco y a Jean Claude Carrière.

Al ser un libro, teniendo en cuenta las limitaciones de acceso por sus costos evidentemente la cantidad de personas que lo han revisado son pocos pero no por eso debemos desconocer su valor.

Umberto Eco, nacido en la ciudad italiana de Alessandria en el año 1932 es profesor titular de la cátedra de Semiótica y Director de la Escuela Superior de Estudios Humanísticos de la Universidad de Bolonia. Ha escritos novelas ya clásicas como El nombre de la rosa llevada al cine y ensayos de gran fuerza como Apocalípticos e integrados. Hablar de Eco es decir un verdadero monumento viviente de las letras y todo lo que se ha movido alrededor de ella durante la historia de la humanidad. Para la academia escribió un verdadero manual con el título “Cómo se hace una tesis” que, publicado en 1977 tiene más de treinta ediciones en varios idiomas.

El odio a la ciudad donde se nace

Un compañero de trabajo, con quien comparto el placer de la lectura, me presta un libro pequeño que contiene una novela corta escrita por un compatriota suyo, el escritor colombiano Jaime Echeverri. Su título es Corte Final.

Hace rato que no leo a un novelista colombiano. Creo que la última vez fue a Fernando Vallejo, a quien conocí en su visita al diario en que trabajo en Nueva York, y su famosa Virgen de los sicarios….

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×