28 marzo, 2024

Pavoroso intento

El capricho, la soberbia, la vanidad, la ceguera mental, los odios y las frustraciones de individuos, desde el Poder del Estado, desataron una guerra mundial en 1939. Más de 50 millones murieron en menos de seis años; casi 1.000 seres humanos muertos por hora. Una Europa destruida tomó años en recuperarse. Estas formas de violencia anti-humana se iniciaron con decretos y mandatos absolutistas en los cuales lo que importaba era la voluntad del líder. Venían acompañados de una propaganda atosigante unidos al ciego fanatismo y la violencia de las masas. Se persiguió inmisericordemente a la oposición.

Vivimos momentos de un pavoroso intento de destrucción del Ecuador. Con mucho temor por el futuro de nuestros hijos y nietos vemos como se juzga de terroristas a Nelly Zamora y Pepe Acacho, pero a los izquierdistas de las FARC, que han cometido horrendos crímenes en tierras de Colombia se los califica de “insurgentes o patriotas y luchadores” por el gobierno ecuatoriano y otros pseudo socialistas de algunos países de América Latina.

Preocupa sobremanera que el Presidente de la República, en el caso del canta autor Guevara predique que la “patada en salva sea la parte” debe ser la respuesta lógica a un “yucazo” si se lo hace frente a esposa, madre o hijos y explica que esa debe ser la reacción normal de un individuo al pedirnos que no lo “deshumanicemos”. ¿Acaso ese gran ser humano que fue Jesús de Nazaret y a quien dice el Presidente Correa reverenciar en sus constantes y frecuentes ejercicios del sacramento de la comunión aprobaría este tipo de prédica? ¿No nos aconsejó el Hijo del Hombre poner la otra mejilla? ¿Extraordinario ejemplo de lo que el Salvador llamo “Sepulcro Blanqueado” o solo reacción de inmadurez propia de la juventud?

Pero alarma hasta la indignación, constatar que desde principales cargos del Gobierno nacional, se usan informes precocinados por una empresa “gana pan” que no ausculta la opinión de todos los involucrados en las actividades del trasporte como lo haría cualquier empresa seria, y “aborta” un estudio que sirve de base para elaborar acuerdos ministeriales y propuestas que han conmovido a los habitantes de todas las provincias, del Ecuador que habitan y trabajan en Guayaquil. De un plumazo absolutista se pretendió borrar del mapa al Puerto de Guayaquil, que fue puerto fluvial para nuestros aborígenes, puerto marítimo durante el coloniaje español y el principal puerto para autóctonos, criollos y mestizos que conformamos el Ecuador de hoy desde la gloriosa independencia de Guayaquil en 1820.

Felizmente, el Presidente de la República, acogiendo el reclamo de Guayaquil, parece que ha rectificado esa decisión por el bien del país. El 3 de setiembre sobre el tema del dragado del canal de acceso a las Terminales Portuarias de Guayaquil, públicamente expreso: “Dígame que hay que hacer y le firmo mañana todo, con todas las facilidades, sin ningún condicionante”. Con relación al Puerto de Posorja, los diarios informan que, durante la sabatina del 8 de setiembre, Correa mencionó que se reunió con representantes de los grupos Nobis y Albacora para hablar del mencionado puerto. En este tema, los diarios informaron que el Presidente reconoció que hubo un error. “Creo que por ahí cometió un error la subsecretaria, porque si yo quito la concesión es porque tengo otra alternativa. Si no la tengo, mejor lo que hago es empujar al inversionista, así esté atrasado en el cronograma. Ojalá que venga la inversión, que es lo que todo el mundo desea, más allá de que vamos a hacer los puertos públicos”, enfatizó.

Pero sigue el doble discurso. Hasta el día de hoy sigue todo igual. Todo lo contrario, los funcionarios y empleados de menor nivel ponen todas las trabas posibles para que a las palabras y compromisos del Presidente se las lleve el viento y hacen todo lo contrario: no quieren dragar según la obligación contractual, dificultan al alcalde de Guayaquil el dragado de “los goles” y sigue en vigencia el Acuerdo Ministerial que anulo la concesión del Puerto de Posorja. ¿Se estará haciendo todo esto sin conocimiento del Presidente de la República? Parece difícil en un gobierno en el que los funcionarios bajo las órdenes del Primer Mandatario tiemblan como hojas al viento cuando Correa emite una orden y si estas no son cumplidas son fulminados por esta nueva versión y mezcla de García Moreno con Eloy Alfaro.

Espero que el futuro de Guayaquil no sea objeto de un juego maquiavélico. No actuemos nosotros como “Sepulcros Blanqueados” Confiemos en la rectitud y bondad de nuestros prójimos como nos instó Jesucristo y creamos en el honor de la palaba del Señor Presidente de la República y en sus sanas intenciones de enmendar esta tremenda injusticia que se intenta contra “la ciudad que lo vio nacer”

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