24 abril, 2024

Boinas Rojas

En la mayoría de los ejércitos del mundo existen tropas de élite, soldados
preparados para cumplir misiones especiales de alta peligrosidad que un
soldado común no puede realizar, por lo tanto su selección es extremadamente
rigurosa, se conoce que sólo un 10% de los candidatos logra superarlas. Para
ser considerados para formar parte de estas tropas especiales, los candidatos
deben tener iniciativa, inteligencia, estado físico excepcional y ser capaces de
enfrentar cualquier adversidad.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los ingleses, alemanes y norteamericanos
entrenaron pequeños grupos de soldados especialmente seleccionados para
que cumplan misiones detrás de las líneas enemigas. Los ingleses crearon a
los Special Air Service, más conocidos por su sigla SAS; los norteamericanos
a los Rangers; los alemanes a la unidad Friedenthal al mando del célebre
Otto Skorzeny. Los soviéticos en 1950, crearon a los comandos Spetsnaz.
Todas estas unidades formadas en base a las tropas paracaidistas cobraron
fama en el mundo, no sólo por sus hazañas, sino por su draconiana forma de
entrenamiento.

En el Ecuador, la historia de las tropas especiales se remonta al año 1956;
con el apoyo de instructores norteamericanos se inicia el entrenamiento para
formar paracaidistas en nuestro ejército; el 29 de octubre de ese año realizan
el primer salto en paracaídas, 7 oficiales y 28 miembros de tropa, al mando del
capitán Alejandro Romo Escobar; esta fecha quedó consagrada como la del
nacimiento del Cuerpo de Paracaidistas del Ejército Ecuatoriano.

Posteriormente se crea un Destacamento Especial de Paracaidistas, se incluye
a la Escuela de Fuerzas Especiales; además, un Destacamento Especial
de Paracaidistas en Quevedo y otro en Santo Domingo. Con el paso del
tiempo, este grupo de tropas especiales se fue fortaleciendo, cualitativa y
cuantitativamente; en 1975 se crea la Brigada de Fuerzas Especiales “Patria”,
con sus Grupos Especiales y las Escuelas en donde se imparten cursos
de Comandos, Selva, Paracaidismo, Hombres rana, Saltadores Libres
Operacionales, Guerra de Montaña, Guías de Salto, etc. Estos soldados son
expertos en sabotajes, golpes de mano, rescates, ataques por emboscadas,
especialistas en demoliciones y manejo de todo tipo de armas y explosivos,
como señala uno de sus lemas: “capaces de cumplir lo imposible”.

En 1995, los boinas rojas, formaron parte de los agrupamientos
tácticos “Carlomagno Andrade” y “Miguel Iturralde”, combatieron
heroicamente en la Guerra del Cenepa y se cubrieron de gloria.

Estos valientes y heroicos soldados de élite de nuestro Ejército, armados de
sus fusiles de asalto y un tolete, según la información, llegaron a Manta a
combatir la delincuencia, el crimen organizado y el narcotráfico. ¿Qué tal?

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Edward M. Kennedy y Jorge Guzmán Navarrete

Aunque parezca inverosímil, existen interesantes similitudes entre el honorable Juez séptimo de Garantías Penales del Guayas, Jorge Guzmán Navarrete, y el fallecido valeroso senador Edward M. Kennedy, heredero este último del clan Kennedy, Camelot americano.

Edward M. Kennedy es el ejemplo de aquel mozo del Este americano que aprovechando la fortuna familiar tuvo sus ratos de bravucón en Harvard o en la Escuela de Derecho de la Universidad de Virginia. Sin embargo una vez aplacada la adolescencia, innegablemente el apellido le pesó en la conciencia y se arropó de las barras y las estrellas defendiendo políticamente las causas liberales (de izquierda diríamos en América del Sur) en pro de los derechos civiles de sus compatriotas. Fue un tremendo político que desde su silla en el Senado utilizó su escaño como vehículo de las iniciativas sensatas y progresistas (sean demócratas o republicanas, no importaban), gracias a su capacidad de “cruzar el pasillo” sin que signifique descamisarse de los colores demócratas.

Las Preguntas Olvidadas

Cuando inicié este blog imaginé centrarme en temas trascendentes, en las intimidades del alma, en la serenidad que traen los años, en la existencia del tiempo y del espacio frente al concepto del infinito, o descifrar si la estupidez humana realmente tiene tope.

Pero heme aquí atrancado con el eterno tema coyuntural de Rafael Correa quien me ha vuelto adicto a relevar y rebelarme contra su adicción al poder, y contra los abusos derivados de la complejidad de su ego. ¡Dios mío ayúdame! Necesito salir de este drama porque realmente estoy cayendo en un blog lleno de basuras mentales, porque me centrifugo en la basura, y sin quererlo me convierto en parte de ella.

En estas circunstancias descendí en mi autoestima y me puse en el supuesto no consentido de que yo era el Presidente, o al menos Alexis Mera, y me tocaba redactar a mí las preguntas sometidas al llamado soberano y me refiero al pueblo y no a quien nos gobierna y quien ahora nos somete y azota con preguntas. Para evitar confusiones escribiré Soberano con mayúscula cuando me refiera a Rafael Correa, y soberano con minúscula, cuando me refiera al pueblo. Tal como se han dado las cosas creo que gramáticamente esto sería lo correcto.

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