Habiendo dejado claro que no hay ningún tipo de burbuja inmobiliaria – la Espol hizo un análisis muy bueno sobre el tema al igual que muchos otros economistas y organizaciones- , es importante trabajar en equipo para poder seguir ayudando a que la gente tenga vivienda.
Pero el problema siempre ha sido la gran brecha que hay entre lo más económico que los constructores pueden producir una vivienda vs. lo que la gente puede pagar por esta. Por este motivo el gobierno nacional si en algo merece felicitación es en la cantidad de vivienda que está permitiendo construir. Los ministros de vivienda comenzando por la ministra Duarte han hecho un excelente trabajo. Los municipios de muchos cantones también están haciendo grandes esfuerzos y teniendo grandes ideas para que se puedan dar. Y la empresa privada está haciendo lo propio. Este trabajo en equipo está haciendo posible un gran sueño: que se disminuya, con vivienda digna, el déficit habitacional que es algo de suma importancia para nuestro país.
Pero este problema se agrava en Guayaquil la gran inmigración que hay de personas de otras partes del país y que son más de 100,000 al año. El municipio también busca medidas para poder irles dando vivienda digna.
Pero ¿qué es vivienda digna? Para mi debe haber un dormitorio exclusivo para la pareja que sea distinto de donde duermen los hijos, hijastros o quien sea; y que haya como mínimo un baño privado. De esta manera evitamos aberraciones dentro de la misma familia por la ignorancia y la tentación. Y que haya una casa por familia (pareja). Con casa me refiero unidad habitacional. Y luego que la casa sea construida de tal manera y con materiales que la protejan de la inclemencia del clima.
Sigamos trabajando en equipo. La única advertencia que doy es que los préstamos que se le de al comprador no sean desproporcionados porque después no van a poder pagarlos y el resultante va a ser que les quiten la vivienda que han venido difícilmente pagando. Cuidando eso no hay nada que pare el avance en materia de vivienda. Y propongo algo adicional que es crear algún tipo de instrumento financiero para que las personas privadas puedan ayudar a financiar más viviendas y les sirva de inversión a nivel personal.
Por otro lado, el sr Luis Antonio Ruiz en su artículo “Los Sufridores”, el cual me pareció estupendo, se equivocó en el ejemplo del puente al indicar que quien se queja por la demora de este es un sufridor. Eso no guarda relación con el resto de su magnífico artículo. Si alguien se quejara de que el modelo o la parte estética del puente está fea o pudo ser mejor, sería un sufridor según su artículo. Pero si alguien se queja de la demora de este, no es un sufridor, sino alguien que está peleando sus derechos y los de la ciudadanía, porque el puente se está construyendo con dinero de los ecuatorianos y por ende todos los ecuatorianos estamos llamados a reclamar que se cumplan sus cláusulas contractuales y que haya transparencia y evitar que se burlen de nosotros so pena del sufrimiento de quien siempre sale perdiendo primero cuando el pais no puede producir, y estos son los mas débiles: los pobres de nuestro país.
