Nuestro país está jodido porque está repleto de ellos. En todas las instancias. En todas las familias. En todos los grupos, gremios y movimientos sociales hay un sufridor al acecho… Ahí están, son causa y motivo de la destrucción de hogares. Del odio y desentendimiento en los barrios. Del mal ambiente en las empresas. De la separación de los grupos de amigos. En general, del estancamiento de los países. Porque el sufridor es el sinónimo patético del peor grado del acomplejado: el que sólo mira lo malo.
Para el sufridor, que es por esencia murmurador, todo el mundo es marihuanero, drogadicto, pandillero, puta, maricón o ladrón. Nunca nadie tiene buenas intenciones. Todos tienen un objetivo escondido y se satisface y solaza “descubriéndolo”. Es más, le dedica tiempo a eso. Mide cada palabra, cada gesto, cada tartamudeo en su afán de demostrar que quienes lo rodean son tontos y quieren hacer o hacen mal. No hace ni deja hacer. Sufre por eso. Pero, sorprendentemente, sufre además porque los demás también hacen.
Un sufridor igualmente es, por antonomasia, envidioso. Por ejemplo, si ve que el vecino tiene auto nuevo, jamás creerá que lo adquirió en base al esfuerzo sino que es el producto de un “mal negocio” o de algo chueco. Si el que se compró el coche es funcionario público, piensa y está seguro que éste le robó al Estado. Si es empresario o trabajador de empresa privada, jura por Dios que está metido en lavado. Si ve que su compañera de trabajo obtuvo un ascenso, por muy públicos que sean sus méritos, jamás aceptará que esa pobre muchacha se lo ganó con el sudor de su frente sino con el de su cuerpo ante su jefe. Peor si la chica es guapa porque el sufridor para variar es extremista y cree que las que deben superarse sólo son las mujeres o los hombres igual que él sufridores.
El sufridor vive analizando en cada palabra, leyenda de tiwtter, mensaje de texto, mail y hasta foto del facebook algo que confirme sus negativas sospechas sobre aquel desgraciado ser que ha escogido como víctima emocional. Y se reúne con otro grupo de sufridores (por cierto que no tiene amigos, tiene cómplices) para hablar del tema. Ahí en esas reuniones de sufridores destrozan a quienes les caen mal y son tan atrasapueblos los miserables que también destrozan a quienes no. Claro, el hacerlo alimenta sus alicaídos egos, motivo por el cual viven sufriendo.
Pero su peligro potencial no es el chisme ni el cuento que se diluye cuando se topa con alguien que no es sufridor como él. Su mal más grave es el ser aniquilador de las ideas porque antes de que se apliquen está seguro que no funcionarán. Peor si la idea es buena y no fue de él o no lo hace lucir a él. Aspira, ruega, que se dé el fracaso. Hasta trabaja subrepticiamente para eso. En ese maremágnum de negativismo suma a los demás en la confusión y, evidentemente, en el estancamiento.
Por ejemplo, el sufridor no ve los beneficios del 4to puente en el futuro –una gran solución para el caos vial de Durán, Samborondón y Guayaquil- sino que piensa que la obra no tiene mérito y no vale porque los constructores se demoraron en entregarla 6 meses. “El puente eterno” le pusieron… Para que no sufran los sufridores diciendo que soy gobiernista, pongo otro ejemplo: cuando fue la exposición de caballos pintados de fibra, financiada por entidades regionales del Guayas y Guayaquil, algunos sufridores sufrían horrorizados por el precio invertido en ellos que para muchos podría haberse destinado a otras cosas “prioritarias” como alcantarilado, bacheo, etc., pero no visualizaban el impresionante despliegue urbano que se dio para apreciar su arte y lo motivante y enriquecedor que fue para muchos niños artistas apreciarlo. Pérdida de plata, comentaban… Sufridores!
Es impresionante que haya este tipo de fenómeno humano en el país. Pero hay y joden a diario. Yo no creo que no se les deba “para bola”. Yo creo que hay que ponerlos en su sitio porque si no nunca van a enterarse del mal que hacen a la humanidad y seguirán sufriendo y seguirán jodiéndonos.
«El sufridor vive analizando en cada palabra, leyenda de tiwtter, mensaje de texto…» yo diría que eso es objeto de estudio de la FILOSOFÍA ANALÍTICA.
No se DEBE desandar lo andado desde comienzos del siglo XX en la Escuela de Cambridge con filósofos de la talla de Rusell, Wittgenstein; luego en el Círculo de Viena, bajo la Escuela del Positivismo Lógico!
Su crítica va dirigida a la punta del ICEBERG, esta persona está nutrida por una moral social o positiva aberrante, propia de la época feudal. Acá, en latinoamérica, pareciera que no llegó la Revolución Francesa!!!
El pensamiento crítico, o sea el pensamiento LIBRE, SIEMPRE será valioso. No lo confunda con aquel de los sufridores según su DEFINICIÓN ESTIPULATIVA! No sea que caiga en el AUTO-sufrimiento…
Saludos.
Buen articulo…prácticamente llama sufridores al señor Cesar Baquerizo Arosemena y a la distinguida dama WKV asidua «comentarista» de este diario digital,al menos eso da a entender en los párrafos 2 y 6 de este articulo…concuerdo cuando escribe esta gran verdad:»Es impresionante que haya este tipo de fenomeno humano en el País.Pero hay y joden a diario.Yo no creo que se les deba parar bola.Yo creo que hay que ponerlos en su sitio porque si no nunca van a enterarse del mal que hacen a la humanidad y seguirán sufriendo y seguirán jodiendonos»…
Articulos como estos bien vale la pena comentar y aplaudir,—al fin un articulo bueno.
En toda sociedad existen personas que no van a estar de acuerdo en los cambios simplemente se dedican a ser pesimistas y a observar el lado negativo de las cosas… En pocas palabras no tienen un buen criterio y un poco de falta de personalidad
… O sea que para Ud. no existe el raciocinio!!!
Entonces quien tiene malos antecedentes, sus actuaciones son siempre buenas…?
Vaya descubrimiento. Se acabó la sospecha, desaparece la duda, la crítica, por que nació El Sufridor
Finalmente, no me sorprende éste escrito, pues Uds. siempre se han creído dueños de la verdad.
Pero cuando caiga éste gobierno inmoral, los hechos demostrarán, que no fueron actos de sufridores, si no experiencia de las prácticas del populismo
Artículo ridículo, ofensivo, petulante y de mal gusto.
Si el famoso puente debió ser terminado en una fecha exacta, no veo por qué uno no debiera quejarse, y pedir que se multe a la compañía constructora que no cumple, por las incomodidades causadas. Un compromiso es un compromiso y hay que cumplirlo.
El clima político podrido, y los insultos aberrantes que salen desde la cloaca de Carondelet, lo han contagiado.
Por lo demás: al que le caiga el guante que se lo chante.
Buen aporte a la polarización.
Sin querer queriendo, te salió un retrato hablado de tu ídolo «El JEFE»…
Llevo rosas, llevo rosas para las mozas;
Margaritas, margaritas para las bonitas
Azahares, azahares quita pesares;
Amapolas, amapolas paras las solas;
(Y yuca…
Yuca para los sufridores.)
Lo que me sorprende de tu artìculo no es su sustancia, es tu transformismo. Eras un opositor casi radical de Correa y defensor a muerte de Jorge Ortiz y Egas, y de repente te transformas en un correìsta con todas sus caracterìsticas, un claro ejemplo de conversiòn sospechosa che ha caracterizado a nuestro periodismo.
Por cierto, como periodista que eres sabes que la demora en una obra no es un hecho secundario, sino que implica una sanciòn de Contralorìa determinada en el marco jurìdico del paìs, el desesperadamente haberte convertido en correìsta te ha hecho minimizar este gran detalle
Desgraciadamente, el sufridor (como lo llama ud.) es necesario, indispensable en la sociedad, es la piedra en el zapato que debemos remover con trabajo, con excelencia, y vuelve y vuelve, nos hace ser mejores(aunque solo sea para taparles la boca)
es increíble cuánto sufridor te critica en esta página, te ve lo malo, lo político, relaciona y le da nombre a los párrafos, y hasta le llenan de adjetivos calificativos a todo el artículo… La realidad es que si las cosas no son o se dicen como quieren, no las respetan. Y tú, has demostrado tu respeto por lo que ellos piensan al publicar sus «educados» comentarios.
Es lamentable que siendo un periodista profesional, su manifiesto contenga tanta negatividad y precisamente genera más «sufrimiento», lo que tanto critica. No obstante, es respetable que ejerza su derecho a expresarse y no se emprenda un seguimiento voraz en su contra. Siempre he criticado férreamente a los periodistas que evidencian su tendencia partidista. Trabaje en el medio dos años y se lo sacrificado de la profesión, pero también es un arma de doble filo. La brecha entre servir y dominar es más fina que una hebra de hilo. Si al terminar el día, la respuesta a la pregunta: Servi o fui servil? le permite dormir tranquilo, pues siga adelante.