29 marzo, 2024

Jóvenes Talentos – Jorge Vargas Chonillo

El sicariato en el Ecuador

Generado principalmente por problemas sociales y económicos, el sicariato es el mal actual con el que lidiamos los ecuatorianos. Un negocio carente de moral, y sobre todo de valoración por la vida, parece estar en un crecimiento que apunta a no cesar.

Pienso que sí se está tratando de combatirlo, mas deben existir falencias todavía, pues los asesinatos bajo este modus operandi son cada vez más continuos. No logro imaginarme en la posición de los familiares de las víctimas, el dolor generado por semejante pérdida debe ser tremendo. No obstante, los autores de estos atroces atentados, parecen carecer del más mínimo remordimiento o dolor, lo digo porque verdaderamente no hay que tener corazón para dedicarse a algo semejante: a ser un sicario.

El país vive un estado de violencia permanente. Cada vez las noticias de crónica roja tienen mayor contenido del cual escoger. Más allá del ser un grave problema social, más allá de ser parte de una violencia creciente, es también un cuadro perverso y realmente preocupante. Me refiero al hecho de que un ser humano puede acabar con otro, a pesar de no conocerlo, de no saber si es una buena o mala persona, si tiene familia, tan solo por unos cuantos billetes. No cabe duda que en ciertos casos acabar con la vida de un individuo podrá hacerle aumentar algunos ceros a la cuenta bancaria del asesino. Sin embargo, aquel dinero estará siempre manchado, enrojecido, por el hecho de que llegó gracias a la muerte de alguien.

Es preocupante la realidad que vive el Ecuador, la inseguridad con la que debemos convivir día a día. Es de esperar que todo esto acabe pronto, que se termine de una vez por todas, y que no velemos más cuerpos debido al sicariato. La policía debe tomar las acciones pertinentes, y podamos finalmente tener tranquilidad, para vivir en armonía, alejados de una realidad que nos salpica de rojo los ojos a diario.

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Por: Jorge Vargas Chavarría

Cuando un arte nace en el alma es indiscutible la creatividad y la pasión con que puede llegar a realizarse. Parece ser, que en los últimos años, se ha incrementado el apoyo en cuanto a la música y la pintura nacional se refiere. Varios festivales han permitido que jóvenes pintores puedan darse a conocer y recibir un apoyo económico que les permita arrancar. De esta manera, se incentiva el arte y la cultura, se premia y se apoya el talento de quienes luchan por encontrar una oportunidad para presentar su arte. Sin embargo, la literatura no ha corrido con la misma suerte.

He asistido a las ferias del libro de Guayaquil de los últimos años, y en el 2010 a la primera que realizó el Ministerio de Cultura. Asistía siempre muy esperanzado en escuchar palabras que me alentaran, que me empujaran a motivarme, por parte de personas del medio. Especialmente en el 2008, cuando escribí el primer relato que pensé en publicar (y que logre publicar). Recuerdo perfectamente, y hasta este año sigue siendo así, que los mejores, más coloridos y más adornados stands son los de las librerías y negocios, a diferencia de la sección de autores nacionales que siempre luce un tanto apartada del centro de atención. Siempre me tomaba la molestia de dedicar más tiempo a dicha sección casi olvidada, incluso compraba libros allí en lugar de en las librerías, y conversaba con los pocos autores que asistían, aún cuando eran mucho mayores que yo. Entendí, luego de varias veces cruzar unas cuantas palabras y recibir un par de amables consejos de estos escritores, que la literatura en el Ecuador es sumamente difícil. ¿Por qué? Principalmente, y lamentablemente, porque los ecuatorianos no leen. Al menos no lo suficiente como para alentar más publicaciones por parte de las editoriales, cuya misión comentaré más adelante.

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Aquel viernes las fuerzas del universo se agruparon armónicamente para dar lugar a lo que
conocemos como sincronía; independiente de las coincidencias y los azares se presentó la
sincronía. Resulta que soy ayudante de cátedra para la clase magistral de Ética de mi universidad
y para ese día estaba prevista una conferencia con el tema “Ética y Economía”.

15h15. El conferencista estaba esperándome en la puerta principal. Habíamos intercambiado
unos cuantos mails formales por asuntos de la conferencia, pero más allá de eso no sabía quién
era. Se asomó una figura elegante con un rostro gentil y una sonrisa que acentuaba las arrugas
del pasar de los años. Me bastó el recorrido del parqueo al auditorio para convencerme de que
aquella conferencia iba a ser especial. Un murmullo irracional pero fiable lo presagió; la voz de
la intuición.

No hay comentarios

  1. Esta publicacion es excelente. Realmente es el sentimiento que tenemos todos los ecuatorianos. El sentimiento de impaciencia de inseguridad que no podemos vivir en paz sin tranquilidad. Ojala que esto algun dia pare y podamos vivir sin delincuencia aunque debe haber una conversacion entre los lideres del pais. Propongamos una conversacion entre Nebot y Correa los dos pueden encontrar una solucion que venza a este problema eso siempre y cuando puedan ellos logren vencer sus egos. Super ilustrativo e interesante tu articulo refleja la preocupacion de todos nosotros. Jorge. Saludos Dios nos ampare y proteja. 🙂

  2. El artículo expresa a la perfección el temor que existe en cada uno de nosotros, hace pensar que tal vez ya no se puede salir a ningun lado porque puede haber alguien que puede asesinarte.
    Excelente trabajo del autor, espero que sigamos teniendo mas publicaciones como estas de su parte

  3. Hola mi estimado amigo tienes toda la razon pues sincerament cada vez aument mas muertes debido a esto y lo peor que son buscados sancionados los autores y de repente de un dia para otro salen como que no paso nada.
    El Dolor de Lucía Panchana dice: que siente la muerte de su vástago, ocurrida el último 14 de mayo, como si fue ayer. Aún vela su retrato.De los 212 homicidios registrados en Guayaquil, según cifras del Ministerio de Gobierno, el 11% corresponde a sicariato y el 64% a ajustes de cuentas. Es decir, 23 y 135 casos, respectivamente.
    Pueden tener cuentas pero aun no hay hechos de justicia.

  4. muy buen articulo..creo que dice lo que sentimos todos los ecuatorianos..ya no se puede vivir tranquilo con la seguridad de que no nos pase nada al salir de nuestros hogares..pienso que es hora que se mande a los militares a las calles y en conjunto con la policia logren detener esta ola de violencia..has escogido un excelente tema para narrar jorge..pero porque chonillo???

  5. Buen articulo, este es el tema que esta en boga de todo nuestro pais, Ecuador, se ha convertido en nuestro pan de cada dia y los ciudadanos nos sentimos impotentes e inseguros :(, pero bueno con nuestra Fe puesta en Dios, esperemos que esto llegue a su fin!
    Ps: buen articulo jOrge!

  6. Muy buen artículo, sincera y aunque penosa, es una realidad con la que desgraciadamente vivimos, y no basta solo lamentarnos, sino tomar cartas al respecto, en especial las autoridades del país… Ojala sea un problema con solucion pronta, y no, uno más para la lista de promesas sin cumplir… Saludos Jorge! Y Felicidades!

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