25 abril, 2024

El verdadero amor

El concepto de amor de padre a hijo ha tenido una desviación grave gracias al hedonismo y a la comodidad que ya son parte de la vida moderna y a las nuevas teorías sobre la educación sin castigo. En el último siglo la vida ha cambiado más que en los 19 siglos anteriores.

Hay un muy viejo y sabio refrán que dice: “Árbol que crece torcido / jamás su tronco endereza, / pues le es de naturaleza / el vicio con que ha crecido.” Educar a un hijo es como apuntalar el retoño de árbol, para que crezca recto y hermoso y pase a destacar en medio del bosque.

Amar no es dar al hijo lo que él desea, amar es educar en las buenas costumbres, en las normas morales. El niño, desde muy pequeño aprende a manipular para conseguir lo que desea si los padres no se ponen de acuerdo para llevarlo por el buen camino. Un niño debe saber que sí es sí y que no es no, independientemente de su reacción hacia ello. Si se lo acostumbra a que cuando hace un berrinche logra lo que quiere, no lo culpemos cuando en su adolescencia viole a una muchacha que no desea estar con él, o le falte el respeto a su madre porque no le quiere dar dinero para drogas.

Amar es educar. Se está perdiendo el concepto de autoridad y se está pasando al cuestionamiento de la misma. “Con la vara castigarás a tu hijo”, dice la Biblia en el libro de los Proverbios. No es cuestión de ser violento, sino de ser firme. El niño, cuando no se lo ha mal educado, entiende perfectamente lo que se le explica aún en sus primeros años. Es más fácil consentir y al mismo tiempo, es una forma de disminuir el complejo de culpa por el tiempo no dedicado a los hijos. Nos estamos acostumbrando a dar en lo físico, pero no en amor. Amor no es dar regalos, juguetes, o permitir tal o cual cosa, amar es dar el tiempo necesario. Actualmente en muchos hogares, padre y madre trabajan y los niños quedan al cuidado de una empleada que, para que no fastidie ni llore, le da lo que pide y se evita la molestia de educar. La peor madre es mejor que la mejor sirviente, porque tiene amor y no le importa el sacrificio por hacer lo mejor para su hijo. Un padre o una madre debe dar siempre la mejor calidad de tiempo a sus hijos. No importa tanto el tiempo. Hay que dar el mayor tiempo posible a la educación de sus hijos, pero no debe sentirse culpable si no tiene más tiempo que darle. Es mucho más importante la calidad de tiempo que se da, que la cantidad.

Debemos darle un justo valor a cada cosa. ¿Habrá algo de mayor importancia en nuestras vidas que nuestros hijos y su desarrollo tanto intelectual, como sentimental y moral? Para toda carrera nos preparamos, para lo más importante en la vida que es criar a nuestros hijos, improvisamos.

Es hora de reflexionar y corregir este gran error.

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No hay comentarios

  1. Muy valioso artículo. Felicitacio es doctor. Es nuy cierto y la biblia lo dice. El que ama corrige -con AMOR-.
    Lo más importante es tocar el corazòn de nuestros hijos. Es en ese momento que ellos asimilan el mensaje y van aprendiendo la diferencia entre lo que es correcto y lo que es incorrecto. Bye..Un beso.

  2. Amar es cuidar, proteger y tratar de perfeccionar aquello que nas hace sentir la esa responsabilidad sin esperar nada a cambio y que, sin embargo, nos llena de felicidad.
    Los familiares, la esposa, los hijos y los verdaderos amigos, forman parte de un todo que siempre debe permanecer unido.
    Hay muchas cosas que agregar; pero busco foros POSITIVOS como éste para aprender y ya me acusaron de ser muy «repetitivo»

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