23 abril, 2024

El consulado de México y Guayaquil

Hay Ciudades que se identifican plenamente con alguna institución, de tal manera que al pensar en la una, automáticamente evocamos la otra. Así, por ejemplo Londres con Scotland Yard, Venecia con los Gondoleros, París con los Coraceros de la República o Sevilla con la Confraternidad de la Macarena. Tal simbiosis ha sido posible entre la una y la otra, la ciudad y la institución se ha ido creando a través de los tiempos, una relación tan estrecha e íntima que ha dado como consecuencia la unión indisoluble entre ellas.

Guayaquil, manantial de “gente amable. cortés discreta y afable” tiene también una institución con la que se encuentra total y absolutamente ligada y esta institución es el Cuerpo Consular por lo mismo dicha entidad está identificada plenamente con la ciudad.

Guayaquil, es la capital comercial del Ecuador y los Cónsules son agentes comerciales que tienen entre sus obligaciones conceder visas, expedir pasaportes, ejercer las funciones de notario, casar, apostillar, legalizar documentos, ante él se realizan los testamentos, entre otras actividades, en consecuencia, no se puede comprender la disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores de México de suprimir por ahorros el Consulado en la ciudad de Guayaquil.

¿Qué significa para Guayaquil que se cierre el Consulado de México? Simplemente que si un ciudadano guayaquileño o mejicano radicado en esta ciudad necesita los servicios consulares aztecas se ve obligado a viajar a Quito para que lo atiendan con las demoras o inconvenientes derivadas de la centralización. Tuve la oportunidad de ejercer por dos ocasiones la Subsecretaria de Relaciones Exteriores en Guayaquil y por lo tanto conocí a los señores Carlos Núñez Calderón De la Barca ex Cónsul y Rodolfo Quilantán Arenas, actual Cónsul. Ellos quienes representaron al México, lindo y querido, desplegando una intensa actividad en beneficio de ese país y de esta ciudad.

Esperamos que el Ministerio de Relaciones Exteriores de México comprenda las reales situaciones, que provocaría la supresión del Consulado mejicano en Guayaquil y las dificultades por la supresión de su Consulado en esta ciudad.

Artículos relacionados

La institucionalidad democrática de Latinoamérica

Latinoamérica sigue en pañales. Nos lo ha recordado sin tapujos los recientes
eventos alrededor de la vida política venezolana. Los líderes de Unasur han
cacheteado abiertamente al prestigio de la democracia de nuestra región, pues
decidieron primeramente amparar a un compañero de club, marcado por las dudas
de un proceso electoral lleno de denuncias de la oposición venezolana, ofendiendo
innecesariamente la institucionalidad del alma de las democracia: su correcto
sistema y administración electoral.

Lo que ha sucedido en Venezuela, es el peor escenario al que se aspira llegar en una
elección democrática, en un diáfana e incólume democracia. Es que la obscuridad
y el sumarísimo proceso con que se manejó la situación electoral de la República
Bolivariana de Venezuela, la acerca más a ser el perfecto ejemplo de lo que jamás
debe suceder en ninguna sociedad que se considere democrática; donde el ganador
tiene todo el derecho de reclamar para si el triunfo, pero el perdedor, no pierde el
derecho de denunciar irregularidades y pedir sean transparentemente aclaradas.
Venezuela, su Consejo Electoral, su institucionalidad democrática, lamentablemente,
gracias a Tibisay y su imparcial equipo, se ha convertido en el manual perfecto de lo
que se debe realizar para hacer trizas al concepto de trasparencia electoral. No se
podría siquiera definir la palabra democracia, sin tener que precisar primeramente
el significado de trasparencia.

Cómo ayudar a nuestro Ecuador

“Hay que luchar contra estas nuevas leyes ecuatorianas que irrespetan la voluntad de Dios atacando la dignidad del hombre. ¿Hasta dónde debemos llegar en la lucha?: Hasta el martirio de ser necesario” Padre Pedro Barriga, S.J.

La respuesta es preparándonos académica y éticamente y haciendo que esta instrucción se nos convierta en un hábito. Una casa construida sobre el monte más alto no puede ocultarse. Levantemos nuestras expectativas y nuestros corazones e implementemos con firmeza la justicia, pero la de adentro, la interna, la que nace de la espiritualidad y se exterioriza a la sociedad. No al revés, no esperemos que la justicia venga de fuera, creémosla nosotros mismos en nuestro interior y veremos que al contagiar a los demás de valores reduciremos automáticamente los índices delincuenciales del país. Nadie se cura a sí mismo por el hecho de herir a otro, hay que sanar a los demás sanándonos primero nosotros mismos, con ayuda de Dios, no con los vendedores de salvación.

No hay comentarios

  1. Estoy de acuerdo con el artículo, yo anualmente viajo a Mx y sería sumamente difícil y costoso la renovación de visa. A más de que en Gquil hay algunas empresas que guardan relación comercial con Mx y tener que viajar a Quito para pedir visa es sube el costo del viaje.

  2. El anàlisis como siempre oportuno y rico en detalles que nos ayudan a entender mejor la situaciòn, pero màs allà de perjudicar a quienes viajan reiteradamente que es la minorìa, estamos cerrando la posibilidad de tener un contacto màs directo con Mèxico, por todos los servicios que presta este Consulado a los Guayaquileños y a todas las poblaciones vecinas. Un punto a analizar es que nos restarìan importancia como ciudad y puerto principal del Ecuador. Por què no permitir que Guayaquil ciudad generadora de la economìa del paìs mantenga la importancia de toda ciudad grande con la presencia de este Consulado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×