El pasado 2 de mayo de 2009 el F. C. Barcelona venció a su eterno rival el Real Madrid C. F. por un marcador de seis goles a dos. De los seis goles que le metieron al arco de Casillas, el anotado por Carles Puyol Sanforcada (el segundo gol) me crispó la piel entera.
Lo grité como gol en mi Monumental de El Salado. Salta marcando de cabeza con la potencia que le caracteriza y al celebrarlo, Puyol toma con su mano derecha la banda de capitán que lo distingue (que es la bandera de Catalunya, su lugar natal), la besa y la ofrece con puño cerrado a la tribuna. Gesto corajudo.